JaeHyun se mira en el espejo. Luce bien; luce refinado. Parece un hombre que está a punto de casarse con un caballero.
El hotel está lleno de invitados, más de doscientos de ellos. En menos de media hora, JaeHyun estará de pie delante de todos, delante de todos esos desconocidos, y unirá su vida a la de YoungHoon.
En lo que se supone sea el día más feliz de su vida, no siente nada más que un hueco en el pecho.
Trató de llamar a JuYeon toda la noche, pero cada vez fue enviado directo al correo de voz. Pero no dejó ningún mensaje; no tenía nada que decir. Si JuYeon no respondió, entonces es claro que no quería escucharlo.
Lo que fuera que había entre ellos, se acabó.
Ahora JaeHyun solo tiene esto: esta boda, este hombre, este matrimonio.
Ya puede ver su vida ante él; un gran, enorme vacío, siempre sin llenar.
No tiene nada que perder con esta unión.
—No te ves muy feliz para ser alguien que está a punto de casarse con el amor de su vida.
Sobresaltado, JaeHyun queda sin aliento. Se da la vuelta, y JuYeon está allí, mirándolo, y en este momento, JaeHyun siente que es la vista más hermosa sobre la cual ha puesto la mirada.
—¿Qué haces aquí? —Le pregunta, mientras lucha contra todo instinto que le pide que corra hacia adelante y se arroje a los brazos de JuYeon, rogándole.
JuYeon se acerca a él, lenta y cautelosamente.
—No podía irme sin asegurarme de hacerte saber que tienes otra opción aquí —Se detiene frente a JaeHyun, baja la cabeza para mirarlo a los ojos—. No tienes que hacer esto, JaeHyun.
Siente una cadena de acero alrededor de su pecho, ahogándolo.
—Si tengo que hacerlo. Ya estoy aquí. —Su voz suena derrotada—. Este hotel está lleno con los amigos y familiares más cercanos de YoungHoon, a la espera de cómo me caso con él. Ha gastado tanto dinero...
—Nada de eso importa —Dice JuYeon, interrumpiéndolo con rapidez y fuerza—. Tienes que tomar esta decisión por ti mismo. No por él, y definitivamente no por mí. Solo por ti. ¿Lo entiendes?
La voz de JaeHyun, cuando habla, es lamentablemente débil.
—No tengo otra opción.
—Siempre hay otra opción. No lo amas —Dice, y hay una pasión ardiente como fuego en sus ojos—. Te sientes en deuda con él —Toma la cara de JaeHyun en sus manos y lo obliga a sostener su mirada para hacer frente a esta verdad—. Tú me amas, JaeHyun.
JaeHyun no puede hablar, no puede respirar, no puede mantener en su cabeza.
—Voy a estar en el teatro durante la siguiente hora —Continua JuYeon ante el silencio de JaeHyun—. Y luego me marcharé para tomar mi vuelo. Tú decides.
—¿El teatro...? ¿Qué teatro?
—El que está a la venta cerca del apartamento.
Se escuchan pasos por el corredor y JuYeon presiona su frente a la de JaeHyun por un instante y murmura: —Voy a estar esperándote —Antes de soltarlo dando un paso atrás.
SangYeon entra, levantando las cejas mientras observa la escena delante de él.
—JuYeon, ¿no deberías estar realizando tus propios deberes como padrino?
—Sí, lo siento —Dice JuYeon con brusquedad—. Sólo tenía que dar un mensaje a JaeHyun.
Da a JaeHyun una última mirada llena de sentimientos, y luego se va.
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𝗘𝗟 𝗣𝗔𝗗𝗥𝗜𝗡𝗢 | 𝗝𝘂𝗝𝗮𝗲 (𝗧𝗕𝗭)
Romance★ Adaptación. Para más datos, como la sinopsis de la historia y aclaraciones, leer la primera parte de la historia: 'OO - Sinopsis y aclaraciones'.