Parte 2/2.
—Parece que tu querido Jungkook tiene algunos secretos que no te ha contado, y eso no está bien, nada bien —su voz era perversa. Suspiró de forma exagerada a la vez que depositaba un beso en su cuello—. Porque eso me lleva a pensar que no confía en ti, y que no te quiere lo suficiente para compartir sus secretos contigo.
—Eso no es cierto —musitó Jungkook de forma amarga.
Ricardo fingió escandalizarse.
—¡Vaya, empiezo a comprender, se siente inseguro! Cree que tu amor no es tan fuerte como para seguir a su lado, si supieras que él y su asquerosa familia son en realidad vampiros, aparecidos… ¡O como quieras llamarnos! —La soltó con desdén y bastante irritado.
Jennie no se movió, tenía los ojos cerrados. Intentaba concentrarse en su respiración para no vomitar. Aquellos tipos estaban locos y los iban a matar; esa idea martilleaba en su cabeza y le revolvía el estómago. Abrió los ojos y vio a Jungkook frente a ella, cabizbajo y con los hombros caídos, parecía derrotado y no lo culpaba. Quiso llamarlo, aunque no pudo despegar los labios. Entonces, como si hubiera oído sus pensamientos, él alzó la cabeza del suelo, solo un poco, pero lo suficiente para que pudiera ver aquellas dos pupilas negras rodeadas de un mar de sangre clavadas en el albino. Jennie se olvidó de respirar, aquel hombre tenía el rostro de Jungkook, pero no era su Jungkook. No parecía humano, sino un ser sobrenatural, el más hermoso que jamás había visto, pero también el más aterrador. Y entonces supo que aquellos hombres no mentían, que la locura que hasta ahora solo formaba parte de los libros y de su imaginación era tan real como ella misma.
Faltaban pocas horas para el amanecer y Ricardo se movía nervioso, estaba cansado de aquel juego de palabras y no tenía intención de desaprovechar la oportunidad que se le había presentado de improviso. Por culpa de Jonathan Jeon, él y muchos de los suyos eran ahora proscritos. Sus estúpidas leyes iban contra la naturaleza de los vampiros, y todo aquel que las quebrantaba perecía a manos de sus sicarios. Ahora iba a poder vengarse, arrebatándole lo que más amaba: su hijo.
Carson inició lo que parecía una protesta, pero Ricardo levantó una mano exigiendo silencio al tiempo que lo fulminaba con la mirada. Carson se retiró a un rincón, sabía que era mejor no cruzarse en el camino de su hermano cuando se desquiciaba de esa manera.
—Tu padre ha traicionado a su pueblo —dijo Ricardo—. Nos obliga a vivir escondidos ignorando nuestra auténtica naturaleza, y persigue y asesina a todo aquel que no está de acuerdo con su idílico mundo. Los vampiros nos alimentamos de sangre, y eso es un hecho. Osos, ovejas, hasta ratas; he comido de todo, te lo aseguro —admitió sin reservas—. Pero la única que calma nuestra sed y nos mantiene fuertes es la humana, la de los animales únicamente nos permite seguir vivos.
—Y está claro que para ti no es suficiente —intervino Jungkook con desprecio.
—Por supuesto que no —aseguró rotundo—. Somos depredadores, y ellos nuestras presas. —Se acercó de nuevo a Jennie, se colocó tras ella y le acarició el pelo con lentitud—. Somos lo que somos, Jungkook, y aunque tu padre se empeñe en fingir lo contrario, hay cosas que nunca podrá cambiar.
—Por primera vez estoy de acuerdo contigo. Eres un asesino al igual que todos los que piensan como tú, y eso nunca podrá cambiar.
Ricardo soltó un bufido cargado de odio.
—No estoy aquí para convencerte de nada, el sueño de tu padre se desvanecerá. Sé que hay muchos que lo apoyan y confían en ese mañana que promete, pero cada vez somos más los que queremos volver a los viejos tiempos; y encontraremos la forma, no lo dudes. Y como si Dios atendiera mis súplicas, te cruzas en mi camino, dándome la oportunidad de golpear a Jonathan donde más le duele.
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BLOOD PACT¹
Fanfiction『 a kookv adaptation 』 ✧: Desde hace siglos, vampiros y licántropos mantienen un pacto que protege a los humanos de un mundo de peligros y oscuridad. Jungkook es uno de ellos, un vampiro temible y letal. Callado y distante, su mirada esconde grande...