15.

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Jungkook y Jiwon se pusieron en marcha en cuanto amaneció. En menos de una hora habían realizado todos los encargos de la familia: los focos para el coche de San, unos marcapáginas que Rose había encargado para obsequiar a los clientes, y un par de caprichos para Yoongi.

— Si mi hermana se entera de esto, puedo darme por muerto —dijo Jiwon mientras cargaba dos cajas de costillas en el maletero.

— Yo no se lo voy a decir —señaló Jungkook, divertido por el comentario.

— No hará falta, tiene un sentido especial para darse cuenta de cuándo se la estamos jugando —comentó a modo de reproche—. ¿Sabías que ha solicitado un puesto en el hospital de Heaven Falls?

— No me ha dicho nada —dijo Jungkook mientras subía al coche.

— Está a punto de terminar su contrato en el hospital de Concord y quiere trabajar en el pueblo para estar más tiempo con nosotros. ¡Lo que me faltaba! —susurró bastante molesto. Se abrochó el cinturón y se acomodó en el asiento intentando encajar sus largas piernas bajo el salpicadero.

— Venga, seguro que no es tan mala —replicó Jungkook, dejando escapar una carcajada ante la expresión malhumorada de Jiwon.

Yeji era una chica con mucho carácter, tanto que podía resultar intimidante. Pero sin él, le hubiera resultado casi imposible haber logrado que su familia continuara adelante tras la muerte de su madre. Ella había tenido que ocuparse de todo, sacando tiempo de donde no lo tenía para poder estudiar y cuidarlos a todos.

— Pues toda tuya, y estoy seguro de que a ella no le importaría nada —masculló Jiwon.

— ¿Por qué has dicho eso? —preguntó el vampiro con un ligero tono de sospecha. Había un trasfondo en sus palabras que no le gustaba.

Jiwon lo miró de lado y arqueó las cejas, sorprendido. Una sonrisa socarrona se dibujó en su cara.

— ¿Me vas a decir que no te has dado cuenta?

— ¿Cuenta de qué?

— ¡Le gustas! Siempre está hablando de ti y los fines de semana apenas sale. Pasa todo el tiempo con nosotros, bueno… contigo —su voz reflejó una nota burlona.

— Eso no es cierto.

Jiwon sonrió confiadamente y arqueó una ceja.

— Sí lo es.

Jungkook se quedó callado, mirando fijamente la carretera con aprensión. Le había cogido mucho cariño a Yeji pero, a pesar de que era una mujer increíblemente hermosa, nunca había sentido hacia ella nada más que un amor fraterno. No quería que las cosas se estropearan entre ellos y, si Jiwon tenía razón, había muchas posibilidades de que eso ocurriera.

— Eh, no te preocupes, no pasa nada —dijo Jiwon sin dejar de sonreír—. Conociéndola, solo serás un capricho pasajero.

— Tu hermana es una mujer estupenda, pero yo…

—No te justifiques conmigo. Si yo tuviera que elegir entre mi hermana y Taehyung, me quedaría con él.

Jungkook dejó caer la cabeza hacia atrás y suspiró.

— No tengo intención de dejar que Taehyung forme parte de mi vida. Ya te lo he dicho.

— Ese doncel ya forma parte de tu vida, Jungkook —intervino Jiwon sin mucha paciencia—. Mira, yo no soy quién para darte consejos, pero no creo que haya nada malo en que sean amigos, y tampoco creo que pase nada si al final acaban siendo algo más. Es posible que funcione, fíjate en el vampiro que conociste anoche.

BLOOD PACT¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora