Paula:
No sabía que había pasado. Me desperté en una habitación blanca. Y cuando digo blanca, digo completamente de color blanco. Supuse que debería estar en un hospital. Me froté los ojos intentando despertarme del todo. Me encontré a Carlos a mi lado.
-¿Qué hago aquí?-Pregunté bastante confusa.
-Hace dos días tuviste un accidente, íbas demasiado rápida con la moto y chocaste con un camión. Los médicos te trajeron a tiempo.-Vi varias lágrimas recorrer sus mejillas teñidas de un color rojo por el frío.
-¿Y las chicas dónde están? ¿Han venido?-Pregunté con tristeza.
-He hablado con Elena hace un rato y están de camino. No tardarán mucho en venir.- Dijo esbozando una pequeña sonrisa. Lo cual hizo que yo sonriera también.
En ese momento entró él. ¿Porqué estaba Toni aquí? ¿Quién le ha dicho que estaba yo aquí y en estas condiciones? Detrás de él estaban las chicas.
-¿Qué haces tú aquí? -Dije señalando a Toni.- Te dije que no quería saber nada de ti.
-Se ha empeñado en venir. -Dijo Lorena con un poco de tristeza.
-¿Quién te ha dicho que yo estaba aquí?- Dije enfadándome un poco.
-Nos ha visto a las cuatro ir bastante deprisa por la calle y nos ha preguntado dónde íbamos, entonces Katia le ha dicho que estabas ingresada aquí, y se ha empeñado en venir a verte.- Explicó Anna agachando la cabeza.
Toni:
Entré a la habitación y allí estaba ella. Tan preciosa como siempre incluso en las condiciones en las que estaba. Cuando me vió me miró con asco. Ella no quería verme otra vez. Pero necesitaba verla. Necesitaba ver sus preciosos ojos. Su hermosa sonrisa que me volvía completamente loco. La necesitaba a ella. Quería volver a estar junto a ella. Pero Paula tenía a Carlos y eran felices.
Paula:
¿Porqué se habrá empeñado en venir a verme? Le dije bien claro que no quería volver a verle.
A lo mejor fui un poco cruel con él. Se había arrepentido de lo que dije.
-Chicos, ¿Podeis dejarnos a Toni y a mi un rato a solas? Quiero hablar con él.
Todos me miraron boquiabiertos. ¡Ni que hubiera matado a alguien! Salieron todos de la habitación dejándonos solos. Estubimos dos minutos más o menos mirándonos sin decir nada.
-¿Q-qué querías decirme?- Dijo rompiendo el silencio que se había formado.
-Y-yo... fui un poco dura al decirte que no quería volver a verte. Y lo he estado pensando y he decidido darte una oportunidad como amigos. -Dije con una pequeña sonrisa.
Los ojos de Toni se iluminaron al escuchar mis palabras. Se acercó a mi y me abrazó.
-G-gracias. -Consiguió decir derramando pequeñas lágrimas y me abrazó aún más fuerte. Solté un pequeño quejido. Me dolía todo el cuerpo. Se apartó enseguida. -Lo s-siento.
En realidad, lo había echado de menos. Sentir sus cálidos brazos otra vez rodeando mi cuerpo, hizo que soltara un par de lágrimas. Las retiré con mis manos lo más rápido posible para que Toni no lo notara. Pero fallé, se dió cuenta.
-No llores pequeña. -Dijo depositando un pequeño beso en mi frente.
Toni:
Me había perdonado. Enseguida la abracé. Echaba de menos sus pequeños abrazos. Me dí cuenta que estaba llorando. Me separé de ella.
-No llores pequeña. -Dije depositando un pequeño beso en su frente.
Habían pasado varios meses desde la última vez que la abracé. Ya no recordaba la sensación que sentía al notar sus brazos sobre mi piel.
Paula:
No me darían el alta hasta dentro de dos días. Los chicos se iban turnando para cuidarme y las chicas venían de vez en cuando a traerme helado y chucherías, para hablar sobre cosas de chicas y animarme.
Odiaba estar aquí. Me deprimía pasar día y noche encerrada en una habitación entera de color blanco.
-Paula, ¿Puedes levantarte porfa?- Dijo Carlos con una enorme sonrisa.
-¿Para qué?
-Quiero ver si son las típicas batas que se te ve el culo por detrás. -Dijo y de repente solté una enorme carcajada.
-No. -Dije aún riéndome.
-Va porfavor. -Dijo haciendo pucheritos.
-Vale va. -Me levanté y vi por el rabillo del ojo que estaba haciendo su sonrisa pervertida. Enseguida me senté otra vez en la camilla.
-¡¡Oye!! Dejame disfrutar un poco más -Dijo quitándose una falsa lágrima deela mejilla. Volví a soltar una carcajada.
-No.
-Eres mala. -Dijo medio llorando.
Los días pasaron rápidamente y me dieron el alta. Carlos me acompañó a mi casa. Pablo se había ido hace un par de días a su casa y me había dejado sola.
Abrí la puerta y Carlos y yo entramos al salón. Oh. No. Me di cuenta de que habían desaparecido todas las pertenencias de mi madre. Entré a la cocina y vi una sombra moverse.
Nuevo capítulo. Siento tardar tanto en subir capítulos. Espero que os guste. Un beso, Patri :)
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Virgen a los 19
Teen Fiction¿Porque hay tantos temas de perder la virginidad cuando tendría que haber más temas sobre el porqué la virginidad es tan importante cuando es sólo un símbolo que nos han impuesto de hace años y es sólo un paso para la madurez?