Capítulo 5

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- Dame trabajo - Pidió Bakugo.

- Trabajo mamando mi verga solamente - Dijo sonriendole al Omega que bufo molesto.

- Ok, entonces le diré a Keigo que me estas diciendo vulgaridades - Se dio la vuelta para empezar a buscar al pelimiel.

- ¿Qué? No no, espera... podemos negociarlo - Trató de convencer.

- Baku, hola. - Dijo Keigo mientras bajaba las escaleras.

- Kei, hola. Tu novio me esta pidiendo que le haga mamadas a cambio de dinero -

- ¿Otra vez tu? Ya deja al niño, Touya. Por cierto, si tengo un pequeño trabajo, el trabajo consiste en que arregles las habitaciones después de que las utilicen, queda el olor y las cobijas con semen, cambialas por favor -

- Claro, iré a hacerlo - Se apresuró a los cuartos, había feromonas muy fuerte de Alfas lo que lo hacía marearlo.

Entró a uno dónde no había nadie, pasó y observo el cuarto, un polvo blanco en la mesa, alcohol a lado, envoltura de condon tirada en el piso.

Un poco asqueado tomó unos guantes y recogió lo que estaba en el piso; barrio con una pequeña escoba el polvo blanco que se encontraba en la mesa y lo tiro, miró las botellas de cerveza y las llevó hacia afuera.

Se acostó en la cama y aspiró las sabanas, olían asqueroso, se sentó en la cama con un mareo.

Justo cuando iba a salir la puerta fue abierta estrepitosamente.

- ¿¡QUÉ HACES AQUÍ!? ¿¡QUIÉN TE DIO PERMISO DE ENTRAR!? DE SEGURO VIENES A ROBAR - Le gritó un señor de unos cincuenta años que venía con una chica.

- En primera, no me grite. Podemos hablar civilizadamente y en segunda, ¿qué le voy a robar? No hay nada aquí, pensé que ya estaba desocupada. - Contestó Bakugo sin gritar.

- Maldito mocoso pervertido, ahorita vas a ver - Dijo el señor un poco borracho quitándose el cinturón.

- ¡BUSCA SI QUIERES VIEJO, NO AGARRÉ NADA! - Gritó Katsuki haciéndose para atrás.

- Vas a aprender a respetar a tus mayores -

- ¿Qué sucede aquí? - Preguntó Touya entrando.

- Este mocoso me ha alzado la voz, le voy a enseñar a respetar a los Alfas. - Dijo mientras se acercaba a Katsuki que no se movió.

- Yo lo castigaré como debe ser, no se preocupe. Disfrute su estancia aquí, la cuenta va por la casa. - Tomó a Katsuki de la playera y lo saco, cerró la puerta detrás de ellos y miró a Katsuki.

- Deja de estar haciendo tus cosas, si te violaba yo no iba poder hacer nada. - Regañó Touya.

- Simplemente le contesté, ¡me acusaba de ratero! Que sea pobre y Omega no significa que este robando. -

- Yo lo sé pero los demás no, te pagaré el día pero no quiero que te metas a habitaciones sin consultarme, y también aprende a cerrar la boca, no sabes cuándo alguien más te la cerrará y no de una bonita manera - Se preocupaba por el aunque aveces le hiciera bromas fuera de lugar, lo veía cómo su hijo.

- ¿Qué sucedió?, ¿estás bien? Se escucharon gritos - Preguntó Keigo examinando de pies a cabeza a Katsuki.

- Estoy bien, dame una cerveza - Keigo asintió y le sirvió una cerveza.

- Touya, te buscan afueras. -

- Déjalo pasar - Contestó mientras agarraba a Keigo detrás de la barra y lo besaba, Katsuki hizo una seña de asco.

Yakuza no/si esta enamorado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora