¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
hoy me desperté extrañamente sola en la gran cama de casa de Cristián. Me levanté y, debo admitir que, me tomé mi tiempo para cambiarme y hacerme un skincare muy basico con las pocas cosas que habia traido en mi bolso
— Jaz? —llamó él
— acá, en el baño —avisé
los pasos se acercaron y lo vi apoyarse en el marco de la puerta. Admiro mi ropa y luego mi rostro con una sonrisa tierna antes de hablar
— hay sorpresa para vos y, desgraciadamente, no es está
no hacia falta girarme a verlo para saber que se habia señalado la pija
— ay, que tristeza —ironicé jodiendolo mientras terminaba de aplicarme crema en el rostro
— te ayudo con eso? yo también tengo una crema —elevó sus cejas
lo miré mal y agarré mis cosas para guardarlas en el bolsito donde las traje
— a ver, mi terroncito de azúcar —pasé a su lado
sujetó mi cintura deteniendome y estiró sus labios pidiendo un beso. Reí ante el contraste de lo que es Cristián dentro de la cancha con lo que es fuera de ella
le dí un corto beso en los labios y seguí mi camino
— te esperamos abajo, no tardes que se enfría —avisó antes de irse
no tarde mucho en acomodar mis cosas e ir trás él. Al llegar me encontré con la sorpresa de Cuti y Valen en la cocina preparando el desayuno y riéndose animadamente, aquello me causó tanta ternura que tuve que tomarles una foto
— uhm... dios, menos mal que no quemaron nada —hablé sonriente
— Shaz! —soltó instantáneamente el menor
saltó del banco que estaba usando para llegar y se acercó a pasos rápidos para abrazarme las piernas
— buenos días Valen —saludé y lo cargué en brazos
— papá quemó unos panqueques pero los otros nos salieron ricos —vendió a su padre
— uh gracias hijo, sos el mejor —soltó con ironía Cristián
me reí y besé la mejilla del niño dejándolo nuevamente en el piso
— que hiriente estás, papá Romero —me burlé
— y si! para qué enemigos si mi propio hijo me vende —chasqueó la lengua
— pazz —dijo Valen
asentí apoyando su opinión
— ah si? bueno, paz —él besó mi mejilla para pelearlo
Valen se cruzó de brazos y frunció el ceño, tal y como hacía mi novio. Era imposible negar que eran padre e hijo
— vamos a sentarnos a desayunar, dejen las peleas para más tarde —aplaudí dos veces— Voy a preparar el mate
— no! —dijeron ambos al mismo tiempo
los miré con una ceja alzada
— yo lo hago, mi amor. Ni te hagas drama eh —habló Cristián aliviado— vos sentate nomás
— por qué? dejame ayudar —me quejé
— es que a papá no le gustan tus mates —habló de nuevo Valen antes de salir corriendo
abrí mi boca indignada y lo miré
— es mentira, no le creas —negó y dejó un beso en mis labios— Te amo —sonrió nervioso
— te amo —giré los ojos y me fui a sentar
ni que fueran tan feos mis mates
— volví, tengo las manitos limpias
en ese instante Cristián aprovecho a pegarle despacio y de manera disimulada un sape a su hijo
— ay, pelotudo —murmuró
— después salgamos a algún parquecito —sugerí— A Valen le va a hacer bien el aire fresco y a nosotros también
— día familiar! —soltó emocionado el más pequeño de los tres
— si gordo. Y Jaz te va a vestir, tanto que jodes con que ella te viste mejor que yo —noté cierto veneno envidioso en su tono
le saqué la lengua y él me lo devolvió
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.