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Mientras hacíamos mañas enredados en las sábanas de la cama de Cristián, nuevamente en la ciudad de los Spurs, nos reiamos de anecdotas que vivimos de jóvenes
— boludo. Vos siempre fuiste re tóxico conmigo —acusé
— yo? Jazmín no quisiste hablar conmigo cuando le dije gracias a la del kiosco de la escuela —bufó
lo miré mal al recordar aquello
— para qué le decis gracias, entonces? — colocó su cabeza sobre mi vientre— Ademas, no fue por eso. Fue porque anduviste re pesado con que era re bonita y no se qué cosa
— escuchaste, lauchita —le habló a mí vientre plano— Mami esta re loca pero igual yo la amo. Espero que antes de que vengas, ya nos hayamos casado oficialmente —plantó un beso en la zona provocandome cosquillas
— salí, baboso —me reí y lo empujé suavemente
se acomodó mejor y escondió su cara en mi cuello pasando su brazo por mi cintura y acariciandome sobre la tela de mí remeron
— no me quiero levantar. Nos podemos quedar así todo el día? —se quejó como un nene chiquito
— tenes un hijo que atender —le recordé
— que se curta. Esta grande ya —se quedó unos segundos en silencio— Ay, mi gordo esta grande...
acaricié su corto cabello y guarde silencio. Era una realidad que Valen cada día estaba más grande. Es un nene muy bueno, muy obediente y es re divertido pasar tiempo con él porque siempre tiene una historia nueva para contar
no entiendo cómo ella no intento recuperarlo, cómo no lucho para no perder el crecimiento de su propio hijo, cómo permitió que le hicieran eso
a veces, lastimosamente, las mujeres somos mas mujeres que madres. Ahi es donde reside el problema. Ella dejó de amar todo a su alrededor para amarlo a su amante mientras Cristián moría por amarlos a ellos
