¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
me encontraba tirada en el sillón mirando stories en Instagram con Cristian, ambos aburridos ya que la alegría de casa (Valen) se había ido a lo de un amiguito. Hasta que apareció, una modelo con la que había tenido que trabajar, que me caía extremadamente mal, habia subido una historia de ella en una playa
blanquee los ojos y escuché a mi pareja reirse
— qué pasa? qué es? —giró levemente para ver mi celular— uh, la conozco a esa. Mara, no? —habló
le lancé la peor de mis miradas y no dijo nada más
— es una tarada, me cae mal —admití— Espera, de dónde la conoces vos? —me extrañé
— ah? —se hizo el boludo y se encogió de hombros
en el momento en que intenté zafarme de su agarre totalmente indignada se posicionó sobre mi impidiendolo
— no te vas a ningún lado —dijo
lo empujé por los hombros pero el sujetó mis muñecas y las puso sobre mi cabeza, inmovilizandome. Un calor repentino invadió mí cuerpo y una sonrisa se dibujó en su rostro antes de comenzar a repartir besos por mi mejilla hasta mi cuello
solté un suspiro entrecortado y, para ese momento, mi mente quedó en blanco. Sentí su otra mano acariciando mi muslo desnudo, ya que solo vestía una remera que me quedaba grande del defensor
fue levantando de a poco la misma mientras atacaba mis labios ferozmente. Claramente era un beso donde demostraba que él era quien dominaba en el momento
acarició mi zona por encima de mi ropa interior y la sensación provocó que apriete mis piernas. Él soltó mis muñecas y me ayudó a retirarme la remera. Yo no me podia quedar atrás, debía aprovechar la situación y copiar su accionar
tenia que admitir que amaba lo que veía, su torso trabajado y los tatuajes adornando sus fuertes brazos y parte de su torso. Pasé mis manos por sus brazos acariciandolos y mordí mi labio inferior
sus dedos volvieron a atacar mi zona, esta vez adentrandose en mi tanga y comenzando a jugar con mi placer y mi paciencia. Los mismos se movían de arriba a abajo al principio, y luego, cuando los adentro en mi y su pulgar acarició mi estimulo, me sentí tocando el cielo
el calor que sentía por todo el cuerpo era increíble. Aunque era más increíble lo que este hombre me hacía
estiré mi mano para sujetar su nuca y atraerlo a mi para atacar sus labios salvajemente en un intento de acallar mis gemidos
— ahí te gusta? —sonrió entre el beso— o preferis esto? —sus dedos se movieron de forma lenta y me aferré a su hombro— pedazo de trola
— Cris... no puedo más —pedí
— estamos sensibles? —jodió retirando su mano de dentro mío— acomodate —me ordenó
mientras acataba el pedido y me retiraba la tanga, lo vi buscar la caja de forros en uno de los rincones ocultos de un mueble y lo sostuvo con su boca mientras se bajaba el pantalón deportivo
se acomodó detrás mío, quedandose parado y yo apoyada en el respaldo del sillón de manos y mentón. Tiré mi cadera hacia atrás buscando contacto y escuché su risa ronca junto con su mano sujetandome la cintura y frenando el movimiento
— que ganas de cachetearte toda la noche —golpeó una de mis nalgas con fuerza, sin piedad alguna
aquello me robo un gemido de placer mezclado con cierto dolor. Se inclinó sobre mi, quedando pegado a mi oído y sentí la punta de su miembro apretarse contra mi entrada
con cierta diversión, jugó con mi zona refregando su pija y robándome algunos suspiros
— ahí te gusta, mi amor? —murmuró mordiendo el lóbulo de mi oreja
asentí y busqué más contacto tratando de moverme, pero él me lo prohibió
— dejame hacer las cosas a mí, a vos te toca disfrutar —besó mi hombro
— no seas así —rogué
con lentitud se fue adentrando en mí con movimientos secos. Mi vagina se adaptó rápidamente a su miembro y comenzaron los movimientos brutos de su parte
claro estaba que yo disfrute cada embestida proporcionada por el morocho, y él igual. El living era un lío de sonidos obscenos, susurros que lograban calentarme, gemidos y suspiros
no sé cuánto tiempo estuvimos pero si supe cuando estaba tocando el orgasmo. Sus movimientos fueron erráticos de momento y supe que a él tampoco le faltaba mucho. Basto con un par más de embestidas para que ambos acabemos al mismo tiempo
su mano estaba aferrada a mi cabello proporcionandome ciertos tirones. Al terminar su agarre se aflojó y me dejé caer apoyando mi torso en el respaldo
salió de dentro mío y golpeó suavemente mi nalga soltando una risita
— cansada, amor? —se burló
— y vos? cansado de mirarle el culo a la otra? —me reincorpore agarrando mis cosas
— deja de decir pavadas, ni la sigo —se quejó— La conozco porque apareció con uno de los chicos en una de las reuniones del Tottenham
— si, aja —me burlé— Me voy a bañar, y vos busca al nene que en un rato cenamos
— Valen duerme allá, tenemos toda la noche solos...
— que lástima, me voy a dormir temprano yo —mentí yendome en dirección al baño
— dahh. Dejame bañarme con vos aunque sea —se quejó
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.