𝖨𝗇𝖾𝗏𝗂𝗍𝖺𝖻𝗅𝖾 ━━ Cristian Romero

━━ celebración

𝖩𝖺𝗓𝗆𝗂𝗇

había acompañado a Cristian a la cancha después de algunas insistencias, las cuales me extrañaron, pues el no solía pedirme tanto que vaya a verlo. Pero por complacerlo, acepté su propuesta con una rara sensación en el estómago

todo se aclaró cuando una de las jugadas terminó en gol gracias a una de sus asistencias y a la hora de festejar se subió la manga de la remera deportiva y las cámaras enfocaron aquél nuevo tatuaje que adornaba su piel

casi me caigo ante la sorpresa. Instantáneamente cubrí mi boca con ambas manos y pude ver cómo una de las pantallas me mostraba aún anonadada

pude verlo soltar una risa y lanzarme un beso desde la cancha mientras yo parecía ser de piedra. Hubiese quedado allí de no ser por Valen tirando suavemente de mi pantalón y devolviendome a la realidad

— qué pasó Shaz? estás llorando? —me miró extrañado

no habia notado que algunas lágrimas hablan escapado de mis ojos y bajado por mis mejillas. Rápidamente las limpié y me agaché a la altura del menor

— si pero no estoy triste —traté de hacerle entender— Estoy muy, pero muy, feliz. Tu papá me dió un regalo muy hermoso, sabias? —acaricié su mejilla con delicadeza

asintió, suponiendo que vio como enfocaban a su padre, ya que él era su fan #1

— te gustó mucho y por eso lloras? —se extrañó— las mujeres son raras.

reí dulcemente antes de depositar un beso en su frente y cargarlo para que pudiese ver el partido conmigo, aunque fuesen los últimos 2 minutos antes de que finalice oficialmente

apoyó su cabecita en mi hombro y suspiró agotado. Qué preocupaciones tendrá este nene que parece estar estresado, no?

una sonrisa se dibujó en mi rostro apenas se escuchó el pitido final. Bajé con demás familiares de jugadores hasta la cancha y apenas lo divisé nos acercamos a pasos rápidos. Al vernos una sonrisa boba se plasmó en su cara y besó la cabeza de su hijo a modo de saludo, mientras que a mi me recibió con un corto beso y un abrazo, haciendo a Valen un sanguchito humano

— los amo, los amo en serio —murmuró— Son mi todo —se sinceró

— muy así? —cuestioné

— muy. Gracias a vos seguí adelante, gracias a vos mejore como persona, gracias a vos volví a ser yo —tomó mi mentón delicadamente— Sos mi único y, espero que eterno, amor

le regalé una de mis mejores sonrisas de enamorada y escondió su cara en mi cuello plantando dulces besos disimulados

unos minutos después, se dedicó a presentarme oficialmente ante algunos de sus compañeros, los más cercanos, incluido Son, quien lucía tan sonriente y amigable que rápidamente me cayó bien

más tarde, dando por finalizadas las presentaciones, nos fuimos a su casa. Iba a bañarse cuando llegara para no perder tanto tiempo

senté a Valentino en su silla, en la parte de atrás del auto, y lo até con cuidado para luego subirme de copiloto. Cristián estaba esperandome mientras elegía alguna canción de nuestra playlist compartida de Spotify y reposaba su mano otra mano sobre el volante

— no puedo creer que te hayas tatuado mi nombre, estas loco? —solté de repente con cierta gracia, aunque aún estaban mis ganitas de llorar

— Jaz —dejó el celular a un lado mirandome— Nunca estuve tan seguro de algo en toda mi vida. Si nos reencontramos quiero creer que por algo fue, que el universo o quién-sea me dio otra oportunidad para hacer las cosas bien con vos, juntos

depósito su mano sobre mi muslo proporcionandome leves caricias

— no te estoy pidiendo que hagas lo mismo por mi, claramente —continuó— Pero quiero que entiendas que de verdad estoy comprometido con esto, que voy a mover cielo y tierra por vos si es necesario

nuevamente ese calorcito en el pecho se hizo presente y sentí que mis ojos se aguaron. Qué habré hecho bien en mi otra vida para encontrarme a un pibe así? tan dispuesto a todo por mi, con tanto amor para dar, con un nene hermoso, educado, bueno y dulce

— Cristián —solté en un murmuro debilitado ante el llanto y acaricié su mano

— no llores, negrita. —me sonrió dulcemente y se inclinó a besar mi frente— Te amo, y eso quiero que lo tengas siempre grabado en tu cabeza

— dios... nunca me voy a cansar de escucharte decirme estas cosas, de todo el amor que me das, de tu paciencia —hice un pequeño puchero— Estoy, y siempre voy a estar, enamorada de vos. Te elegiría hoy, mañana y siempre que pudiese

bufó y me acercó a él, como podía debido a que aún estábamos en el auto, envolviendome en un fuerte abrazo

— te amo mucho, mi Shaz

— yo también te amo, Cris

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con amor
L—