_Décimo Sexto.-

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Y es que HoSeok estaba enrrabiado desde primeras horas de la mañana, cuando creyó ingenuamente que no se toparia a Kim por ninguna parte. Pero fue todo lo contrario.

Hobi pensó que debido a la borrachera y su extraña "falta de memoria", no asistiría a la secuela y vamos, que Kim se daba el lujo de faltar cuando más se le daba la gana y por ello no le tomó importancia. Pero, ¿Cuál va siendo su sorpresa? Que al término de las tres primeras horas se clases, saliendo de una se ellas -bendito Cristo no le tocaba esa con ninguno de sus amigos- fue interceptado por Kim, quien lo arrastró desde la puerta del salón, por el pasillo, hasta adentrarse en el aula de artes vacía. Dio gracias a  Dios que el  pasillo estaba casi vacío, casi.

Allí dentro SeokJin le encaró y le dijo que olvidara todo lo que había  pasado la noche anterior, haciendo énfasis en 'Todo' al hablar. También le pidió cerrara la boca y no dijera nada de lo ocurrido en la fiesta o lo lamentaría en gravedad.

Aquellas amenazas y fría voz, aquella mirada sombría que había suplantado a la relajada y dulce de la noche anterior, joder; le hizo doler todo, malditamente todo y opacó la poca confianza, el poco aprecio que había surgido entre ambos. Ese "no sé qué" que ahora estaba resultando tan efímero y poco creíble para HoSeok quien de verdad quiso abrirle los puntos que tenía en el labio y ceja de nuevo de puro y tácito coraje.

¿Qué hijos de puta le pasaba? ¿A qué estaban jugando?

Luego de aquello salió como alma que lleva el diablo y no lo volvió a ver. De primer momento se sintió aflijido, dolido por la actitud de SeokJin hacía él, pero luego la rabia lo abordó a borbotones y quiso incluso correr trás él y abofetearlo con todas las fuerzas que le fuesen posibles, más no se movió de su lugar.

No entendía ni mierda. Y no estaba para pensar las cosas tampoco, por eso había contestado de aquella manera a sus amigos sin ellos merecerlo y por eso se había fugado de la escuela sin importar que la bomba que ya esperaba montada en su casa, estallara a su llegada más tarde.

Si se iba a acabar la mentira, ¡Que se acabará de una vez!

Ya no lo soportaba más, no soportaba la neblina que yacía en su cabeza producto de tratar de inhibir lo que era un hecho; su padre engañaba a su madre y su vida era una mentira y él un falso profeta.

Anduvo por Hondae, metiéndose a tiendas, sondeando y haciendo tiempo, todo aquello que nunca creyó hacer. Distrayéndose un poco y olvidando su atiborrada mente por unas cuantas horas antes de volver a casa y que todo aquello "bueno" se fuera por la borda y derechito a la mierda. Lo sentía por su madre, pero tampoco podía seguir más con aquello. Era preferible así a guardar más tiempo y que aquel dolor se alargara más de lo que debía.

Ya entendía ahora porque su padre le había pedido no dijera nada de lo sucedido aquel día, cuando "lo salvó de las garras de Kim" antes de ser avergonzado con todo y público en el gimnasio de la escuela. Ahora entendía muchísimas cosas.

Cuando se decidió volver a casa ya sobrepasaba la hora de salida de la universidad, su padre estaría  en casa para ese memento y estaría seguramente furioso por no verlo llegar. Maldito infeliz...

Caminó frente a la escuela, topándose con los amigos de Kim menos Suga y NamJoon, quienes seguro seguían fuera, al menos no mintieron. Kim caminaba delante de ellos con su clásica mirada fría y esa aura de mala vibra.

Podía dibujar las llamas que bailaban delante de él y a su paso. El demonio caminando entre nosotros, vistiendo Balenciaga nuevamente, pues parecía una de sus marcas más prestigiosa y de preferencia.

𝑴𝒚 𝑻𝒊𝒎𝒆 𝑰𝒏 𝒀𝒐𝒖. (KSJ&JH)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora