_Sexto.-

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Al día siguiente Hoseok no quería ni levantarse, no quería saber siquiera quien era. Tampoco deseaba ir a la escuela, no quería encontrarse con ese demonio ni de lejos pues sentía que cada vez que estaba cerca de él, algo se quemaba dentro suyo, algo perecía indicando nada bueno.

Debía alejarse de él, aunque su persona lo atrajera como potente imán.

Se duchó y vistió sin ganas y bajó a desayunar con sus padres sin siquiera un '¡Buenos días, padres!' tan efusivo como siempre, por lo cual fue cuestionado y mintiendo, cómo ya era costumbre, solo dijo que se sentía un tanto resfriado. Le creyeron por supuesto. Sin embargo, aquella mentira más, le hizo casi regurgitar el desayuno.

— Abotónate bien la camisa, Hoseok, mostrar de más esta mal — Ordenó su padre cuando estuvieron en el auto. Hoseok se miró en el espejo de su lado del auto y solo le faltaba uno por abotonar para que el ajustado cuello de su camisa escolar se ciñera en su delicado cuello. Si lo abotonaba se iba a ahorcar y no hacía frío tampoco. Por primera vez creyó que su padre exageraba. Pero se ajustó el último botón ante la mirada escrutadora del mayor ahí. Hecho aquello, partieron a la universidad.

Hoseok no podía sentirse más fastidiado, o era que se estaba dando cuenta de muchas cosas o de verdad no había amanecido de buenas, pues, apenas el coche de su padre lo dejó en la puerta de la universidad y partió de allí, Hoseok se desabotonó nuevamente la camisa y esta vez dos botones más abajo. Así entonces, caminó al interior de la escuela.

—Y ahí está el perdido...— Señaló con evidente sarcasmo Jimin masticando su comida escandalosamente. Hobi suspiró mientras se acercaba a la mesa que ocupaban sus amigos en la cafetería, desayunaban ahí. Hoseok ignoró aquello posando ligeramente su vista en aquella sombría figura de al fondo que residía junto con sus esbirros, Kim SeokJin, quien lo miraba muy fijamente.

Haló una silla libre y se sentó junto a Solar.

— Hoseok, ¿En dónde te metiste? Te buscamos a la salida ayer y no dimos contigo — Le cuestionó Tae. Solar mordía su emparedado con la vista fija en él.

— Tuve junta urgente con el consejo. Apenas salí de la última clase, TaeMin me esperaba para informarme. No tuve tiempo de avisarles, lo siento — "¿Más mentiras, Hoseok?" Se recriminó a él mismo. Miró a través de sus pestañas más allá, dónde residía la causa de sus males, y Kim le sonreía con burla, como si supiese lo que estaba diciendo o hablando con sus amigos.  Solar no pasó desapercibido aquello y desviando su mirada, volteó a dónde miraba Hobi.

—Es Kim, ¿Te sigue molestando? —Aquello tomó por sorpresa a Hobi.

—¡N-No! — Se apresuró a decir, haciendo que todos lo mirasen raro— Es decir... No lo hace, gracias a papá que intervino el otro día — Todos se mostraron más relajados.

—Es bueno saberlo — Le sonrió Solar, sus orbes amieladas penetrando los azules cobalto  de Hobi. Este sintiéndose muy nervioso de repente. Solar era muy perceptiva, demasiado a decir verdad y más siendo él un inexperto en ascenso para las mentiras.

— Bueno, yo me voy. Los veo en clase... — Anunció poniéndose de pie y partiendo de allí. Kim desde luego lo siguió con la mirada hasta perderlo de vista y luego la fijó en los nerds que seguían normalmente su desayuno en aquella mesa. Solar lo miraba, así que le devolvió la mirada igualmente.

El bien y el mal, sin lugar a dudas.

—¿Está raro no creen? — Comentó Tae al ver partir a Hoseok.

—Le está pegando la adultez, a lo mejor nunca se le había parado y ahora que ha pasado se asustó y piensa que Dios lo va a castigar por sentirse excitado — Dijo campantemente Jimin, recibiendo un zoquete por parte de Tae, y una papa frita en la frente gracias a Soltar.

𝑴𝒚 𝑻𝒊𝒎𝒆 𝑰𝒏 𝒀𝒐𝒖. (KSJ&JH)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora