𝑴𝒚 𝑻𝒊𝒎𝒆 𝑰𝒏 𝒀𝒐𝒖. (KSJ&JH)

_Noveno.-

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Jamás en su vida había visto y, mucho menos tocado, tanto dinero. Y no, no se trataba de wones sino de tres pacas perfectamente hechas de solo dólares. Como con aproximados 10.000 dólares, más dos bolsitas de 1/2 kilogramo de cocaína.

Hoseok le aventó la bolsa de regreso, dando contra el pecho duro de Kim. Este solo río suavemente.

—Saca esa basura de mi casa, no puedo creer que estuve cargando droga conmigo todo el día — Hobi se tomó los cabellos en desespero.

— No seas marica, toma tu pago por cuidarlo, era de suma importancia — Sacó sin cuidado un fajo de billetes y se lo aventó, Hobi saltó lejos antes de que aquel dinero siquiera lo tocase.

—No quiero nada, solo vete de mi casa, específicamente de mi habitación y llévate contigo ese dinero y mugrero malhabidos. No puedo creer que vayas por ahí robando y distribuyendo porquerías —

— Tranquilo nenita, esto era algo que me debían. Así que solo fui a cobrarlo, es de mi padre —Contestó metiendo el dinero de regreso.

—¡Peor tantito! — Dijo escandalizado.

— No estés gritando que nos van a escuchar, a mi me vale mierda, pero a ti no creo, así que ya viene siendo tiempo de que mantengas esa linda boquita bien cerrada...— A Hobi se le colorearon las mejillas— ¿Qué? ¿Por qué estás colorado? ¿No me digas qué...? —Entrecerró los ojos el morocho acercándose a él mientras empujaba su lengua sensualmente contra su mejilla, Hobi mordió su labio inferior desviando la mirada.

—Nada, nada, solo aléjate bastardo — Lo empujó suavemente por el pecho. Kim sonrió con malicia.

— ¿Te sonrojo, Jung? No sabía que te iban los hombres, ¿Eh? — Hoseok abrió los ojos bien grandes.

—¡¿Qué estás diciendo?! —Gritó sonrojadísimo.

— ¡Shhhh! - Lo calló Kim—Ves, ya viene tu madre —

—¿Qué? ¿Cómo lo...? —Pero fue interrumpido por la puerta al ser tocada.

—Hobi, hijo, ¿Todo bien?— Preguntó preocupada su madre del otro lado de la puerta.

— A-aaa sí mamá. Solo tuve una pesadilla...—Volteó a ver a Kim y este estaba recostado contra la pared, mirándolo seriamente, piernas cruzadas sobre el colchón y joder que se veía malditamente sexy.

—Me imagino. Rézale mucho a Dios para que aleje todo lo malo de tu mente y te permita un buen sueño — Kim rodó los ojos, viéndose despreocupadamente las uñas. Hobi estaba tan nervioso que sudaba.

—Sí, gracias madre — Kim lo imitó intentando ser gracioso, Hobi le palmeó una pierna con saña haciéndolo chillar.

—¿Todo bien? — Preguntó su madre de regreso, al de ojos cobalto se le iba el alma.

—Sí, mamá —

— Bien, descansa —Y Hobi se volvió a ver a Kim amenazante.

— Fuera de mi casa — Tajó lento y pausado.

— No seas amargado, aún me debes favores —

—¿Cuánto costaban tus malditas botas? — Kim río.

— Te dije desde un principio, que no era por el dinero o la marca o lo que fuera, sino la acción, por la cual ibas a pagar—

— ¿Entonces qué es lo que quieres? — Preguntó impaciente el castaño. Kim lo miró fijamente y se cuestionó severamente, ¿Qué era lo que quería realmente de Jung? Pues había descubierto que le atraía sobrenaturalmente, quizá le gustaba, no sabía. Pero no podía alejarse de él así nomás por nomás. Oh no, conociéndose, debía sacarle buen provecho a la situación.