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Recomendacion: Ver esta historia con canciones que les guste o les recuerde al planeta de los simios, sienten más la emoción. ( eso me pasa a mí)


Ver a Maurice jugar con los pequeños hacía que mi corazón se alegrará por tal acción es como ver un padre jugando con sus crías

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Ver a Maurice jugar con los pequeños hacía que mi corazón se alegrará por tal acción es como ver un padre jugando con sus crías

Es tan dulce.

Mi vista se apartó de Maurice al ver a Koba y César llegar en sus caballos

Se veían tan firmes con su postura sus pasos eran iguales, se veían con autoridad al mover las correas del caballo.

—Padre.- Ojos azules se acercó a César para saludarlo

—Hijo- dio un brinco para bajar del caballo. Su saludo fue juntar frentes.

Con su mirada parecía buscar a alguien, nuestros ojos se encontraron y entendí que me estaba buscando a mí con su mirada.


—César —lo saludé en un susurro mientras mis ojos se desviaban hacia el suelo. Él, con su característica calidez, esbozó una pequeña sonrisa y, con la suavidad de sus dedos, levantó mi barbilla, obligándome a encontrarme con su mirada. Sentí un escalofrío recorrerme al encontrarme con sus ojos, que siempre, que se cruzaban con los míos, se veían suaves y tiernos, pero esta vez había algo más. Una intensidad

Me sentí intimidada.

—Te ves cansado- hablé con preocupación al verlo tan desanimado

—Fue un viaje largo- contestó mientras daba un pequeño suspiro

Yo solo asentí con una sonrisa delicada para el.

—Ve a descansar —sugerí suavemente mientras rozaba su antebrazo con mis dedos. Cada vez que estaba cerca de él, una extraña mezcla de nervios se apoderaba de mí, haciendo que mi corazón latiera con fuerza y mi piel se erizara al sentir el calor de su cuerpo tan próximo.

Él me sonrió, y sus ojos se dirigieron con ternura hacia su pequeño hijo, quien estaba en brazos de Lake, la hembra que se encargaba de cuidar a los niños. Observé cómo sus labios se curvaban suavemente al ver la interacción, y comprendí que, para él, Lake no era solo una cuidadora, sino una parte vital de su familia.

Sonreí al ver al pequeño dormido en los brazos de Lake me alejé un poco de él para que él pudiera ver mejor a su hijo.

César no solo era un buen líder, sino también un ejemplo admirable para sus hijos. Los cuidaba con una dedicación tan fuerte, dispuesto a dar su vida por ellos. Su amor y sacrificio eran evidentes en cada gesto y en cada mirada protectora.

A lo lejos me percaté que Koba estaba solo sacándole filo a su lanza, creo que ya no ve esa parte de mi que antes solía pensar.

Decidí acercarme no creo que me mate si no, ya lo hubiera hecho antes.



Koba me miró de abajo hacia arriba, con una lentitud calculada, observando cada mínimo detalle. Sus ojos, llenos de una tensión fría , me atravesaban con una mezcla de desconfianza y desafío. No podía evitar recordar los tiempos en que Franklin y yo lo alimentábamos.

—Hola, puedo sentarme? - señale el espacio vacío que estaba a su lado

El me miraba sus ojos me decían algo, Koba solo dio un bufido grave

Era un si?, no me importa como quiera me sentaré

Así que me senté a su lado, pero el no se movió ni un centímetro, estábamos lo suficientemente cerca para sentir nuestros movimientos en nuestra piel, sus ojos estaban concentrados en el filo del arma.

No podía evitar mirarlo; había algo distinto en él, era evidente. Sus acciones recientes lo habían cambiado, dándole un aire de prudencia y sabiduría que antes no estaba tan marcado.

—¿Qué tanto miras, humana? —su voz grave y cargada de autoridad resonó en el aire, llenando el espacio entre nosotros, pero no apartó su mirada de su arma.

—Te lastimaste —murmuré con preocupación al ver la herida reciente en su espalda, percibiendo su gravedad. —¿Por qué no vas con los simios sanadores? —mi voz fue suave, evitando molestar a Koba.


Me ignoró por completo, ok.

Solo dio un pequeño suspiro mientras yo seguía viéndolo

Decidí ir por la mezcla que ayudaba a las heridas, los simios se dedicaban a crear mezclas para ayudar a sus heridas.


—O déjame curarte, no quiero que tu herida se haga más grave —imploré con emociones encontradas, preocupada por su bienestar pero también temerosa de no ser suficiente para ayudarlo.


Hubo un pequeño suspiro por parte de él pero no dijo nada

Me puse nerviosa estuvo mal decir eso?, lo arruine, me matará.

El aventó su lanza lejos de él y con movimientos suaves se empezó acercar más a mí.

Me sorprendí al notar tal acción, otra vez empezara a tener confianza en mí



—Me dices si te lastimo, si?.- mire hacia su costado mientras susurraba esto cerca de su oído

Cada vez que ponía la mezcla en su herida solo daba pequeños gruñidos de dolor, pero él ocultaba eso, estaba tan aferrado a querer ser perfecto.


—Listo —susurré, retirando mi mano con cuidado de su espalda, sintiendo una mezcla de alivio y tranquilidad por el contacto que terminaba.



Koba no dijo nada pero por fin su mirada fue hacia la mía, Cuando nuestros ojos se encontraron, el aire se cargó instantáneamente con una intensa corriente de tensión Era como si el tiempo se detuviera por un momento, y en ese breve instante, todo lo que quedaba éramos nosotros



—Oye creo que sirvo para eso.- dije con una sonrisa de oreja a oreja

—Humana...- me señaló con su dedo mientras sus ojos estaban posados en los míos. —...Tonta- finalizó dándome un empujón en mi pecho con su dedo.


Ok, creo que sí me odia



Holaaaa lindos/as quería avisarles creo que voy a meter menos texto porque siento que es tedioso para ustedes leerlo, también les agradezco su apoyo en este fic y en mis videos de Tik Ton, ( por los que no saben allá subo videos de spoilrs y escenas de mis capítulos de mi historia)

Y última cosa, si desean que cambie algo por favor coméntenmelo o si les incomodan mis excesos de sentimientos en mis palabras por favor háganme saber

Gracias 💞

𝐓𝐑𝐔𝐒𝐓 𝐌𝐄 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora