Solo habían pasado dos días desde que la joven Fayna había visto por última vez a aquel hombre que le atraía, pero de esta atracción solo se atribuía que ese individuo derrochaba misticismo y no le gustaba admitirlo pero, extrañaba su presencia. En cuanto a la guardia, esta le había dado una acogida agradable a diferencia de los primeros días en lo que estuvo en el sitio, poco a poco iba formando buenas amistades pero ninguna como la de Leiftan.
Leiftan fue la primera persona en confiar en la chica, además de darle su apoyo incondicional; Pesado trabajo era lo que el másculo tenía a diario, y sin embargo, siempre estaba para compartir la cena con ella. No importaba que estuviera haciendo, a las 8 en punto, el priorizaba acompañarla, un gesto que no pasaba por alto para Fayna ni para Ashkore.
Este era uno de esas ocasiones en el día donde el joven lorialet se permitía pasar tiempo con aquella mujer que la volvía enfermizamente loco, algo que él llamaba como un amor tan puro, a final de cuentas era su "alma gemela". Este hombre era un fiel creyente de sus pensamientos, ella no era una casualidad y todo lo que había pasado desde el momento en que la vio, supo que debía ser sola y exclusiva para el solo; la convertiría en su mujer, no había nadie que interrumpiera su camino.
Sin embargo, si había algo que lo detenía pero todavía no poseía de aquella información, ni siquiera pasaba por su gran imaginación nada de lo que pasaría, muchísimo menos que lo tenía tan cerca, tanto que esa persona conocía cada uno de sus más oscuros y retorcidos secretos.
Ashkore, el hombre enmascarado, Lance, muchos nombres pero al final del día todos eran la misma persona; hasta que llego ella, aquella que interrumpía sus pensamientos cada tanto de su jornada, cuyo rostro no se podía sacar de la cabeza, lo suficiente para llamarse a sí mismo un sinfín de insultos altisonantes. ¿Cómo iba a permitir que una débil humana como ella interrumpiera sus pensamientos de esa manera?
Volviendo con el aparentemente tranquilo rubio, sus claros ojos ya tenían en la mira a la que hacía llamar el amor de su vida, tan radiante y perfecta... Pensó al continuar observándola, para terminar acercándose a ella en busca de tiempo de compañía.
- Hola Fayna... - Se acercó Leiftan hacia ella saludando.
- ¡Hola Leiftan! ¿Tienes tiempo libre? – Pregunto ya a sabiendas de que si el rubio se dejaba ver, era únicamente en descansos.
- Si, estaba pensando en cenar si es que gustas acompañarme... - El contempló a Fayna con sus esmeraldas, conocía la respuesta y eso le inflaba el orgullo, en poco tiempo confiaba en tenerla donde quería, a su lado, única y exclusivamente de él.
- ¡Claro! Empiezo a tener hambre, además llevo dos días sin verte. – Expreso con un atisbo de tristeza en su hablar. Su relación con los demás guardianes era buena pero ninguna como la de Leiftan, podría llamarlo su mejor amigo. Además de eso, su extraña relación con el dragón y la ausencia de este, de ambos, solo la hacía entristecer.
- Te sigo entonces...
Decidieron salir un poco de la rutina y comer fuera, la fémina adoraba el tacto del pasto y la naturaleza en si, por lo que cualquier oportunidad que tenía para hacerlo no la iba a desperdiciar. Ambos comieron entre una larga charla donde en su mayoría todo era dicho por la azabache, el rubio la mirada con total atención y maravilla, cada vez se enamoraba más y el único que caía en cuenta de la situación no se encontraba en esa conversación.
A lo lejos, lo suficiente para prestar oídos, un peliblanco veía atento y escuchaba la charla que mantenía la chica con su compañero; No pudo evitar contener una risa amarga al ver a su amigo como un estúpido enamorado según él.
Había visto suficiente, se encargaría de hacerle la vida imposible y evitar que ellos continúen conviviendo, Lance no conocía el motivo de su actuar, pero el estar enamorado de la fémina era algo totalmente improbable ¿verdad? No podía dejar que una mocosa como ella arruinara los planes que tenía con el daemon, no lo iba a permitir.
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Enamorada de lo peligroso (Eldarya)
FanfictionUna misión que cumplir, Fayna, total desconocida en todo ámbito en el mundo de Eldarya y aun así dioses y el mismo Oráculo confían en ella al ser la "elegida". Incluso con grandes convicciones y un fuerte sentido de la justicia el camino por recorre...