Capítulo 8 - Hunaland

20 3 0
                                    

La cena consistió en algo medianamente ligero, papas asadas con una sopa de vegetales, Andrómeda tenía un gusto por la cocina que saltaba a la vista y al paladar. Mientras ella con ayuda de Fayna y Chrome preparaban la comida, los demás se dieron a la tarea de empezar a armar sencillas tiendas de acampar para la fría noche; incluso siendo verano las noches eran heladas por los vientos que llegaban a soplar.

En ese par de horas, la faelinne se dio a la tarea de conocer a sus dos compañeros, principalmente al pequeño lobo hablador, la chica estaba muy impresionada de lo joven que era Chrome, pero todos estaban ya acostumbrados a la presencia de este.

Hablaron de mucho y nada para conocerse en el proceso, los tres congeniaron perfectamente, Andrómeda era una ninfa con una historia complicada, la de cabellos índigos había sido exiliada de su hogar, ese tema no fue tocado a profundidad; Fayna se encontraba feliz de hacer nuevos amigos, cada día avanzaba más en ese mundo que aunque continuaba siendo desconocido, las personas de su alrededor la apoyaban y acompañaban en el proceso, algo que dejó muy en claro la de cabellos azules.

La comida estaba siendo servida y cuando tocó el turno de la chica, fue a sentarse junto al pálido que lo había acompañado en todo ese trayecto.

- ¿Me extrañaste? – Pregunto el joven.

- Solo un poco. – Contestó, los ámbares y violáceos se miraron en una sonrisa cómplice, por primera vez, no había un intento de coqueteo de parte del mayor.

- Yo también, pero ¡hey! Vi que tuviste una buena plática con esos dos, sabía que tendrías buenos amigos. – Dijo para empezar a comer su comida.

- Justo estaba pensando en eso... Cada vez voy conociendo más y me gusta estar haciendo amigos. – Suspiró. – Sé que me dijiste que no estoy sola por ti, pero igual me gusta la idea de conocer más gente...

- Claro, es normal. Igual sabes que puedo escucharte siempre, ¿Verdad? – Los malva miraron profundamente a la contraria.

- ¿Quién eres y que hiciste con Nevra? – Bromeó intentando escapar de su mirada seria, sin éxito. – Si... Sé que te refieres a mi mundo y mi familia... Es difícil de hablarlo, pero si me gustaría, después de terminar esta cena al menos. – Exclamó para tomar un poco de la sopa.

- Sí, estoy de acuerdo.

La cena transcurrió en nuevos temas sobre la alquimia básica que Fayna estaba desesperada por conocer, quería obtener todo conocimiento de su ahora nuevo mundo, eso la mantenía motivada. Al momento de ir a sus respectivas carpas, la chica avisó a Eweleein y Andrómeda que tardaría un poco más en entrar en ella, quería hablar con el vampiro.

- Vaya, pensé que no querías hablar. – Dijo el del parche que se encontraba junto con la fogata al ver la silueta de la contraria acercarse. – Venga, ven aquí, te vas a congelar si te quedas ahí. – Con unas palmadas en el suelo, Nevra invito a la fémina a sentarse junto a él, así lo hizo.

- Es que... Si extraño mucho a mi familia. – Rompió el silencio después de un minuto de haberse sentado.

- Comprendo...

- No, no lo entiendes Nevra... - Sollozó un poco lo que provoco que el de violetas la tomara en un cálido abrazo. – Me fui... Me fui lejos de ellos para buscar libertad, quería paz. No quería apartarlos de mi lado para siempre, ¡Los extraño mucho! – Lloro un poco más fuerte, el vampiro sentía la culpa de la contraria, era doloroso.

- No es tu culpa dulzura, nunca va a ser tu culpa...

- Pero ahora deben estarme extrañando tanto, deben estar buscándome en todos lados... - Nevra abrazo más fuerte a Fayna, se encontraba en situación complicada y por más que quisiera ayudarla, no podía más que brindarle su apoyo.

Enamorada de lo peligroso (Eldarya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora