Enamorada de lo peligroso (Eldarya)

Capítulo 6 - Sentimientos confusos

- La misión se basará en investigar qué es lo que está ocurriendo con el pozo de Urd, todos aquí ya saben sus peligros, no lo olviden, no se dejen persuadir nunca. Volviendo al tema principal, tenemos motivos para pensar que hay cristales que están corrompiendo a las Nornas, o incluso el mismo pozo, tenemos que averiguarlo a como dé lugar que es lo que realmente está pasando ¿Entendido? – Preguntó Miiko, todos contestando un sí al unísono. – Partirán mañana por la mañana, asegúrense de llevar todo lo que necesiten, quiero que estén atentos a cualquier problema que haya incluso en Hunaland. Nevra, serás el líder de esta misión. –

- Entendido Miiko. – Nevra podrá ser un casanova de primera pero sabía hacer formidablemente su trabajo, destacando y dando a saber que no por nada es el jefe de la guardia sombra.

- Con todo claro, levanto la junta, pueden volver a sus deberes, preparen sus maletas, será un viaje un poco largo.

Tal como dijo la kitsune, todos se dispersaron y fueron saliendo poco a poco del recinto, exceptuando a unos cuantos que aún se encontraban en las nubes ante los acontecimientos que acaban de suceder. Entre ellos se encontraba el vampiro, el elfo, la líder, la fémina y el rubio; Este último, estaba siendo consumido por sus pensamientos sobre su pequeña amada y la figura etérea que pocas veces había sido vista en el cuartel, quería respuestas.

- Fayna, ocupamos hablar contigo. – El primero en tomar la palabra fue el de mechones negros, quien lucía con una seriedad aplastante. - ¿Nunca habías visto antes al oráculo?

- No... ni siquiera sabía que le decían así... Sigo confundida, ¿Quién es ella?

- El oráculo es el espíritu del cristal, hace demasiado tiempo que no la veíamos, nunca la había visto con mis propios ojos... - Explico la mujer más alta.

- Ya veo... ¿Qué significa esto entonces?

- No lo sabemos... - El lorialet tomo la palabra. – Podría significar muchas cosas, pero ahora más que nunca sabemos que no estás aquí por ninguna casualidad, no llegaste aquí por nada, recuerdo de las voces que me contaste antes de tu llegada... Todo debe tener relación.

- Así es, tendremos que saberlo, intentaremos saber más de ti Fayna, por ahora, váyanse, necesitan hacer maletas. – Miiko despidió a todos del salón, necesitaba pensar, ser la jefa era agotador.

Tal como las palaras de la mayor, todos abandonaron el recinto dejándola sola, y no fue la única, todos tenían que pensar por cuenta propia. Leiftan se dirigió a su cuarto encontrándose con Ashkore, sabía que el hombre vendría a verlo; El rubio conocía perfectamente al moreno, sabia la nula paciencia que contenía aquel, así como sabia lo cotilla que era en ocasiones.

- ¿Y bien? ¿Ira tu princesita? – Decía mientras estaba cómodamente recostado en cama ajena.

- ¿Princesita? Jodete Lance.

- Vamos... ¿No me digas que no pudiste mantenerla enjaulada? Pensé que serias más persuasivo... - Rio con sorna.

- Hubo circunstancias mayores y fuera de mi poder. – Escupió serio, no desea hablar de eso, estaba molesto.

- ¿Mayor que la mano derecha de Miiko? No me jodas Leiftan, ¿Qué mierdas paso ahí adentro? – El peliblanco comenzaba a desesperarse.

- Apareció el oráculo. – Una carcajada salió del contrario. - ¿De qué te ríes? -

- Oh vamos, había esperado por tanto que se dignara a salir ese pedazo de basura.

- Le apareció a Fayna. – La sonrisa que mostraba el más joven desapareció en un instante.

- Mierda.

- ¿Mierda? – El daemon miró serio a su compañero ¿Qué quería decir con eso?

- Nada, solo no me lo esperaba, tendremos que investigarla más. Yo lo hare.