Enamorada de lo peligroso (Eldarya)

Capítulo 12 - Confiar en él

La llegada al cuartel general fue un suspiro menos y un alivio mas, tocar tierra firme era un placer para los guardianes que habían estado por tantas horas en viaje. Los muslos, la mente y el cansancio pesaban cada vez mas; para su buena fortuna, fueron recibidos por la guardia, con atención medica, comida en cortesía de Karuto y un merecido descanso antes de presentar el informe.

Fayna al estar en buenas condiciones fue a su habitación en busca de nueva opa para ir directamente a las duchas, la sensación de suciedad era espantosa. Sus pies recorrían los pasillos, débiles y cansados, arrastrados por la pura necesidad de limpieza; dicha marcha se detuvo al toparse con su peliblanco favorito.

-  ¡Que alegría verte! - Valkyon sonrió al ver a la chica en los pasillos, sus deberes como jefe de guardia no le permitieron estar presente a la llegada del grupo. 

- ¡Igualmente Valkyon! - La chica lo abrazó con entusiasmo. - ¡Sana y salva como prometí! 

- No esperaba menos. - El moreno correspondió a su abrazo. - ¿Cómo estas?

- A decir verdad, cansada, fue un largo viaje y necesito un baño, pero estoy perfectamente. - Fue sincera.

- Ya veo, me alegro, no te interrumpo mas entonces. Te veré luego. - El joven palmeo la espalda de la pálida y continuo su camino; ella hizo igual.

A los pocos minutos la azabache estaba de nueva cuenta en su habitación, el efecto de tener ropa ligera, estar en su espacio, limpia, no tenia precio. 

Fayna tomo su tiempo para cerrar sus ojos y respirar profundamente, le fue inevitable pensar en Ashkore y la platica que habían tenido esa noche, ¿realmente era un amigo en el que podía confiar? su simple "amistad" era todo un enigma que no se había permitido pensar a fondo por todos los acontecimientos que habían sucedido. El entrenamiento constante era algo que no le daba para más.

Como acto divino, escucho su ventana y con ello divisó la mascara de aquel hombre. Como se había vuelto costumbre, abrió aquel cristal para ayudarlo a ingresar a la habitación.

- ¿Qué haces aquí? - Preguntó la chica con una risa.

- Y tu dime ¡¿Que demonios pensabas cuando te metiste a ese pozo?! - Exasperado ni siquiera siguió el juego de la contraria.

- Bueno, no fue tan malo... - No pudo evitar poner sus manos en su espalda, como si hubiera cometido una travesura.

- No vuelvas a asustarme asi, imbécil. - Le dio la espalda para irse a sentar.

- ¿Te asuste? - Preguntó con una sonrisa.

- No te creas la gran cosa... - Ashkore volteo su cara, evitando la de ella. Estaba avergonzado, no lo admitiría. 

- Lo hago, no necesitas decírmelo. - Sonrió acercándose a el para hacerle compañía en el sofá.

- Que bueno que estas bien... No sigas cometiendo esas imprudencias. - Volteó a verla, esos zafiros tan gélidos no podían ser vistos en su derretir que le causaba la azabache. 

- Vamos, no quiero seguir hablando de eso, estoy harta de la misión y ni he empezado, me harán contarla 3 veces... - Suspiro con pesadez, hablar con Miiko, Kero e Ykar de lo mismo con pie de letra le estaba dando un dolor de cabeza sin siquiera comenzar. - Cuéntame algo tu.

- ¿Algo yo? - Preguntó el mayor. - No se que podría contarte yo.

- Por favor,  claro que sabes... Es injusto que tu conozcas mas de mi de lo que yo de ti.

- Asi es como debe de ser. - Aquel enmascarado cruzo sus brazos.

- Entonces puedes irte de mi habitación. - Ella imito su acción, tajante ante su negativa.