Habían pasado 3 días desde el accidente.
Ambos habían sido llevados a urgencias de inmediato, y había sido hasta el día siguiente que despertó.
Si bien estaba en mejor estado que Francisco aún seguía confundido con las cosas y con terribles dolores de cabeza.
Por protocolo del hospital solo podía pasar su familia, aunque sus amigos no habían dejado de estar ahí todos los días que duró su internación.
Pero le decían todos lo mismo, que Francisco estaba bien, aunque no estaba seguro de eso.
Así que aquella mañana y después de una revisión por parte de su doctor asignado le preguntó sobre el.
¿Francisco Romero? — asintió Esteban con los nervios y ansiedad aflorándose en su pecho. — Sigue en estado delicado, apenas hoy salió de terapia intensiva por lo que se. — dijo el doctor terminando de acomodar algunos papeles. —
Esa sola información hacía que Esteban se mareara, se sentía culpable por haber permitido que Francisco manejara, por no haberle hecho caso a ese sentimiento de que algo podría pasar.
¿Pero va a estar bien? — preguntó Esteban, inseguro. —
Tuvo varias hemorragias internas, entonces es probable que eso haya sido lo que empeoró su estado, son más difícil de localizar y por ende, de parar a tiempo. — siguió. — Pero está en las mejores manos, además que tuvo la suerte de llegar a tiempo a urgencias. —
Solo le quedaba confiar, y esperar.
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2 semanas luego del accidente Francisco de encontraba estable y a punto de ser dado de alta.
Por reglas del hospital no había podido ver a Esteban ni a sus amigos, pero por medio de sus madres podía saber todo lo que pasaba afuera.
Esteban salió del hospital 1 semana antes y por lo tanto había aprovechado todo ese tiempo para enviarle flores y preguntar por el.
Todos le habían asegurado a Esteban que no había nada por qué sentirse culpable, incluso sus madres hicieron todo lo posible para que Esteban estuviera tranquilo y dejara de echarse la culpa de algo que no podía prever.
Aunque aún seguía bajo supervisión médica iba a poder irse al día siguiente y seguir con el tratamiento desde casa.
Lo que también significaba ver de nuevo a Esteban, algo que anhelaba.
Ya en casa, y después de recibir la visita de familia y amigos, Fran se preparaba para dormir.
Hasta que escucho el timbre de casa.
Y el olor de Esteban se hizo presente por toda la habitación.
La mirada que ambos se dieron en ese momento no solo reflejaba preocupación, felicidad, emoción y miles de emociones revueltas.
También amor.
Esteban se acerco a la cama donde descansaba Francisco y le planto un beso cargado de cariño en los labios.
Te extrañe tanto. — dijo Esteban mientras recargaba su cara entre el hueco del cuello de Francisco. — Te amo tanto, no vuelvas a asustarme así. —
Las lágrimas de parte del omega no se hicieron esperar, saliendo a montones.
Perdóname, perdóname por todo. — su voz salió entrecortada lo que provocó que Esteban lo mirara a los ojos angustiado.—
No tengo nada que perdonar, no fue tu culpa. — lo consoló dejando besos en sus mejillas y acariciando su rostro. — Fue un accidente, y estoy tan agradecido de que estés bien. —
Se quedaron un buen rato así, entre caricias delicadas y besos por doquier Francisco se volvió a sentir seguro.
Y lleno de amor por el hombre de su vida.
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Ya volviendo al ruedo Esteban se dedicó a la chamba y a los amigos.
Sobretodo a Francisco.
Después de todo lo qué pasó había entendido que su vida entera era Fran, ese chico que amaba con tanto anhelo.
Aunque, seguía sintiendo que el presentimiento de que algo pasaría se había quedado estancado en su pecho, aunque no entendía por qué.
Lo que no sabía, es que apenas había pasado lo más feo, ahora se venía lo más culero.
Había salido a comer con sus amigos, para celebrar que ya andaba con todas las pilas y bien después del accidente.
Sin embargo, no esperaban que una redada policial los interrumpiera, y con eso, los arrestara.
Estaban todos adentro cuando llegaron militares y patrullas, y como Esteban ya se imaginaba, venían por el.
Y el como el alfa macho que es, decidió hacer lo más inteligente.
Entregarse.
Ponte contra la pared, contra la pared. — dijo un militar que le tomó el brazo mientras el salía y se quitaba la gorra que traía puesta. — Tranquilo, tranquilo. —
Ya, ya ando aquí. — dijo acercándose a donde le habían indicado. — Hey, hey, el no tiene nada que ver, oiga. — le dijo a uno de los militares que trataba de agarrar a uno de sus amigos. —
Minutos antes, le había pedido a sus amigos que en caso de que lo arrestaran mandaran a su gente y empezaran a hacerla de pedo.
Eso debía no preocuparlo, ni siquiera cuando vio la prensa llegando, reporteros y fotógrafos por todos lados.
Ahorita no va a responder nada. — dijo uno de los militares que se encontraba presente en la escena. —
Mientras las preguntas se arremolinaban y poco les ponía atención, algo hizo que su mundo entero se viniera abajo en segundos.
¿Es cierto que esta saliendo con el heredero de la familia Romero? — dijo una de las reporteras, y de ahí todos se soltaron con lo mismo. —
Sería una tarde larga.
hola familia después de 2 semanas volví😘 entre que me estuve recuperando de mi accidente y que vine de visita a la patria de mis papás (argentina😪😪) ps he andado ocupadilla pero ya que regrese a mx voy a escribir mas al tiro, mañana o al rato les subo el otro cap 🤞🏻🤞🏻🤞🏻🤞🏻🤞🏻🫶🏻🫶🏻

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Oro de Ley / Esteban Kukurizcka x Francisco Romero
RomantikSer un niño bien, de una familia aristocrática y moralidad engañosa es siempre difícil, y eso Francisco Romero lo sabe. Esteban es un mujeriego empedernido, sinaloense y peligroso. Dos mundos se juntan.