my sweet lord

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Francisco ya estaba saliendo del 6 mes.

El tiempo se pasaba volando, todavía recordaba cuando se enteró que Annya venía en camino, y ahora en menos de 3 meses la tendría en sus brazos.

La vida no podía ser mejor, tenía todo lo que cualquiera quisiera en su lugar, familia amorosa, amigos que están siempre para ti.

Y por supuesto, un alfa que se daría un tiro por ti.

Pero si había algo que Francisco amara igual que a su hija y todo lo anterior, era tal vez, la ropa.

Podía ser muy materialista, pero creía firmemente en que vestirte bien hace totalmente la diferencia.

A donde fuera, seguramente sería el mejor vestido de todos.

Y es que pensándolo bien, esta casi seguro que si fuera novio de un jugador de fútbol o americano no sólo se vestiría bien, sino que impondría la moda.

Ya lo hace, pero eso es otro cuento.

En otras noticias, Francisco tenía un odio latente hacia la ropa de maternidad, le parecía anticuada, horrible, y súper corriente.

Entonces aquí estaba, yendo a sobregirar su tarjeta en compras y más compras.

Si alguien lo cuestionaba, diría que era por el embarazo.

Subió las compras al bmw, y luego se subió el buscando el ticket del estacionamiento.

Mientras lo buscaba vio como en una señora que iba saliendo de forum llevaba decoraciones de baby shower.

Pero de las feitas.

No era por juzgar, pero jamás había entendido la necesidad de un baby shower o revelaciones de género horrendas.

Siempre había sido más de cosas íntimas y minimalistas, no de esas cosas que más que un momento bonito de volvía un circo donde se peleaban por ver que sería el bebé  y hacían juegos naquisimos.

Pero sentía que no era suficiente sólo con ya saber que era la bebé, quería hacer algo bonito y elegante para celebrar el pronto nacimiento de Annya.

Ay, de solo pensar en su bebé ya con un nombre lo llenaba de paz.

En fin, aquello se hacía porque se hacía.

🪩

Después de hablar sobre el evento que organizaría con sus amigos (y presumirlo en twitter), comenzó los preparativos.

Obvio Esteban lo iba a ayudar que se cree.

Es la organizadora personal de la familia. — dijo enseñándole la tarjeta de presentación a Esteban. — Ella organizó la boda de mis mamás, mi bautizo, mi comunión, mi confirmación y todos mis cumpleaños. -

Karina Valencia era la mejor organizadora de eventos entre su círculo social, por lo cual era obvio que iba a pensar en ella para todo esto.

¿Como que se te ocurre para hacer? — preguntó el alfa, que aunque se iba a encargar de todo no tenía ni idea de lo que se haría. —

Mmh, quiero algo muy tranquilo, muy chic ¿sabes? — explicó Francisco pensando en todo. —

Esteban ya no estaba para tanta palabra rara, pero hizo como que entendió.

Pero mi rey, ya todos saben que Annya es niña. — trató de razonar Esteban. —

Ya se, tontito. — se había saltado un gran detalle. — No es un baby shower ni ninguna de esas cosas feas, es un pequeño evento para celebrar la pronta llegada de nuestra hija. —

Oro de Ley /        Esteban Kukurizcka x Francisco Romero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora