Entre Palenques

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Francisco solo puede describir esa noche como mágica, inolvidable y por supuesto llena de besos.

Después de la ruta, ambos se empezaron a conocer un poco más, Francisco regañando a Esteban que por andarlo viendo casi chocan.

A Francisco se le olvidó por el resto de la noche que el apuesto y carismático hombre que tenía enfrente y se andaba besuqueando era un mañoso.

Pensó que el, Matías y Juani harían un 3pa3, pero después de ver a Andy con Della Corte, y a Santi con Blas, se dio cuenta que todos habían conseguido algo a cambio de venir.

A pesar de que el y Esteban eran completamente diferentes, dos polos opuestos y de diferentes contextos, se complementaban como almas gemelas.

Destinados.

Y entre risas, chistes y shots con Don Julio 70, Esteban le susurro algo al oído.

¿No me quieres acompañar a la rzr? Creo que deje algo ahí. — dijo con voz 3 tonos más grave de lo que llevaba hablándole.—

Francisco se estremeció ante esas palabras, y a sabiendas de lo que seguramente iban a hacer se empezó a reír, un poco afectado por los shots y las mariposas que sentía en su estómago al estar con Esteban.

No podemos, no traigo condones ni nada. — dijo Francisco susurrándole con cierta molestia. — Otro día mejor.

Esteban lo miro con los ojos pelados (muy abiertos) claramente sorprendido por lo que acababa de decir el rubio.

¿Otro día? ¿Quieres verme otro día? — la emoción que sintió en ese momento no puede explicarse con nada. — Pensé que ibas a terminar mandándome a la verga después de esta noche, bonito. — susurró Esteban con su emoción siendo aún más palpable que antes. —

Francisco quería reír, pero no lo hizo, solo le robó un corto beso en los labios antes de volver a hablar.

Te quiero ver por siempre, quiero que veamos que sale, ya se que tienes tus asuntos y eso pero, no me interesa y mucho menos te juzgo por eso, ya no. — Francisco le tomó las manos. — Creo que tenías razón, me quitaste todos los miedos. — soltó una risa suave.—

Esteban no sabía si reír o llorar, se sentía como un huerco de secundaria cuando su novio de manita sudada le corresponde.

Entonces hagamos que funcione, quiero todo contigo, güerito. — Le robó un beso.— Aparte nos conviene, al parecer no somos los únicos que ya encontraron a su alma gemela. — dijo señalando a sus amigos que al igual que ellos parecían estar en su propio mundo.—

Sellaron esa noche con otro shot, y un beso casi a la par.

🪩

Francisco era alguien que nunca, pero nunca le guardaba secretos a sus mamás.

Siempre le habían dado la confianza, y el apoyo para que les contara todo lo que pasaba en su vida y así, poder estar con el.

Pero cuando Francisco les contó tan solo dos días después de que andaba con el mismísimo Esteban Kukuriczka y el como se habían conocido, se fueron para atrás.

Sabemos que Esteban es un buen hombre, a pesar de que es considerado peligroso mundialmente y su dinero se basa en drogas y levantones. — La alfa lo miro un poco sacada de pedo. — Espero que entiendas la magnitud en lo que te estás metiendo, hijo. — tomó su taza de café. —

Victoria, no lo asustes. — dijo la omega mirando mal a la antes mencionada. — Nuestro bebé sabe perfectamente lo que conlleva estar con alguien... pues así. — tomó un sorbo de su café. — Uno no elige de quien se enamora, no se puede mandar al corazón y lo sabes, lo mismo me paso contigo. —

Oro de Ley /        Esteban Kukurizcka x Francisco Romero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora