ʜɪᴅᴅᴇɴ ʟᴏᴠᴇ (amor oculto):
Jane nunca imaginó que estaba viviendo su primera vida y que existía un hilo rojo que unía a las almas gemelas, aunque ella no tenía uno. Pero ¿qué debería hacer cuando descubre que está conectada por este hilo rojo con ot...
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── ¿Es en serio? Volviste atrás y la elegiste a ella.
El director y el personal, confundidos por el cambio de guión, siguieron grabando, esperando la reacción del actor principal, que estaba bastante aturdido. Ya ni sabía por qué esa oración parecía ser una directa para él.
── ¡Contesta! ── La actriz lo tomó del cuello de la camisa, devolviéndolo a la realidad ── Maldición, respóndeme, dime que no es verdad... Yo de verdad te amaba.
La chica bajó los brazos, con los ojos cristalizados por las lágrimas que estaban a punto de salir, y decidieron cortar la escena. Por fin, el personal del drama se acercó rápidamente a la actriz secundaria que había improvisado de una manera tan realista y natural que cautivó a muchos espectadores.
── Yoonah, ¿qué te pasa? ── preguntó Eunseok, conmocionado por el repentino cambio en la escena cuando antes todo estaba bien.
── Es parte de la actuación, actor Song ── respondió, dándole una sonrisa y volviendo a la normalidad, despejando los rastros de lágrimas. ── Pero felicitemos al actor Song Eunseok.
Las personas presentes se sorprendieron por el radical cambio de atmósfera de la cantante y actriz que, sonriente, se acercó a Eunseok para susurrarle:
── Mándale un saludo a Serim ── A los segundos se alejó y exclamó ── Lo felicitemos porque es un gran actor y a veces me hace pensar que actúa día y noche.
Eunseok, aún procesando lo que acababa de suceder, forzó una sonrisa mientras el equipo de producción y los demás actores aplaudían.
── Gracias, Yoonah ── respondió finalmente Eunseok, intentando mantener la compostura. ── Eres una actriz increíble.
Mientras la producción se preparaba para la siguiente toma, Eunseok no podía dejar de pensar en lo que Yoonah había dicho. Sabía que tendría que hablar con ella más tarde para entender qué estaba ocurriendo.
Tras finalizar fue al camerino de la idol que se encuentra bastante alejó del suyo y al entrar el mánager lo observa de pies a cabeza antes de dejarlo entrar, Yoonah lo espera sentada viendo su reflejo en el espejo dejando que la maquillista y estilista la preparen para irse.
── Me explicas ¿que te pasa? ── fue directo y ya ni le importa cuidar su imagen porque podía asegurar que ella le contó todo a su personal de confianza.
── Alguien al fin deja ver su verdadero yo ── suelta una carcajada y el personal la acompañan. Por el reflejo en el espejo lo mira y él a ella. ── Serim que pensaría de ti, seguro se decepcionaria de haber salido contigo. Sin mencionar que me buscaste para reemplazarla y me utilizaste.
Acusó sin vacilar y las trabajadoras que vieron el trabajo tan arduo que hacia el actor desde sus comienzos se decepcionaron al pensar que podía ser ese tipo de chicos.
Buscando paciencia y recordando que Yoonah puede arruinar su carrera, recordó que pasó hace unos años.
En si, él y Serim se conocieron cuando eran apenas unos niños, en una pequeña escuela primaria en la zona donde vivían. Recuerda perfectamente el primer día que Eunseok la vio. Tenía ocho años y era un niño tímido que prefería pasar los recreos leyendo en lugar de jugar al básquet con los demás chicos. Ella, en cambio, era todo lo contrario: extrovertida, alegre y llena de energía. Serim siempre estaba rodeada de amigos, su risa resonando en el patio de la escuela como un canto de alegría que era imposible ignorar.
Que un día cálido de primavera. El sol brillaba con fuerza y los árboles del patio estaban llenos de flores de cerezo. El niño de ocho años estaba sentado en un banco, sumergido en un libro de aventuras, cuando de repente una pelota de básquet se estrelló contra sus pies. Levantó la vista, sorprendido, y vi a Serim corriendo hacia él, con una expresión de disculpa en su rostro.
── Lo siento, ¿te lastimé? ── preguntó, su voz llena de preocupación.
── No, estoy bien ── respondío devolviéndole la pelota con una sonrisa tímida.
── ¿Qué lees? ── preguntó, sentándose a su lado sin esperar una invitación.
Le mostro la portada del libro, y sus ojos se iluminaron.
Así comenzó su amistad. Cada día, durante el recreo, se sentában juntos a leer y a hablar sobre los personajes y las historias que los fascinaban. Con el tiempo, la conexión se hizo más profunda. Serim le ayudó a salir de su caparazón, y él le enseñé a apreciar los momentos de calma y reflexión.
Unos años después, en la secundaria, las cosas comenzaron a cambiar. La adolescencia trajo consigo nuevas dinámicas sociales y presiones. Fue entonces cuando Serim y Eunseok decidieron fingir ser novios. No fue una decisión tomada a la ligera; ambos enfrentában problemas familiares y sociales que parecían más fáciles de manejar si estában juntos. Los señores Song estaban siempre ocupados con el trabajo, y la madre de Serim, una mujer estricta, esperaba que su hija fuera perfecta en todo. La presión era inmensa para ambos, pero juntos, parecía más soportable.
Eunseok recuerda la noche en que sellaron el pacto. Estában en el parque, sentados en su favorito bajo el gran roble. Las estrellas brillaban intensamente y la luna iluminaba suavemente sus caras.
── Eunseok, no quiero seguir fingiendo ser fuerte todo el tiempo ── confesó Serim, su voz temblando ligeramente.
── No tienes que hacerlo sola ── le respondío, tomando su mano. ── Podemos ser fuertes juntos.
Y así lo hicieron. Fingieron ser novios para mantener a raya las expectativas y las preguntas incómodas de los demás. Pero mientras lo hacíeron, algo inesperado ocurrió: empezaron a enamorarse de verdad. Compartieron secretos, sueños y miedos, y la conexión se hizo cada vez más profunda.
Sin embargo, la vida no siempre sigue el guion que uno escribe. Después de la secundaria, las cosas se complicaron. Serim se mudó a otra ciudad para asistir a una prestigiosa universidad, y aunque intentaron mantener el contacto, la distancia y los nuevos desafíos se separaron. Dejado de fingir ser novios, pero el impacto de la relación fingida pero profunda dejó una marca indeleble.
Años después, Eunseok encontró por casualidad en una reunión de amigos a su alma gemela. Al principio, fue incómodo pero logró establecer una conversación con Yoonah. Fue inevitable charlaron de diferentes temas que parecían no tener fin hablando por horas. Sin embargo esa misma compatibilidad la tuvo con Serim.
── Deja mentir ── dijo entre dientes.
── Puede ser o puede que no, porque no creo en tí y me asegure que la chica cual ahora estas enamorado se aleje de ti. ── decidida dijo firmemente.
── ¿De que hablas?
── Ella me recuerda a Serim, ¿por eso te atrae su personalidad? Seguro la quieres porque ambas tienen un parecido pero ¿que pensará Yeonjun si le cuento?
── No se de que hablas...
── Igual no eres nada comparado a ella y Heeseung tiene razón, jamás dejas de actuar y finges cada segundo de tu maldita vida.
