ʜɪᴅᴅᴇɴ ʟᴏᴠᴇ (amor oculto):
Jane nunca imaginó que estaba viviendo su primera vida y que existía un hilo rojo que unía a las almas gemelas, aunque ella no tenía uno. Pero ¿qué debería hacer cuando descubre que está conectada por este hilo rojo con ot...
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En la estación, mientras Eunseok elegía su comida, Jane aprovechó para estirarse y revisar su teléfono. Apoyándose en la puerta, le respondió los mensajes de Wonbin con una sonrisa y río al ver la selfie divertida que le envió.
Sacando una foto a la linda luna para enviarsela pero recibió una llamada de su asistente personal. Contesto, limitándose simplemente decir cortos si y no, escuchado solo la voz de la mujer mientras su mirada iba al cielo.
Por otro lado, dentro de la pequeña estación de servicio dos pares de ojos observan a la joven chica a través del cristal.
── Su novia es muy bonita ── le dijo el empleado después de estar observando a Jane.
── No es mi novia ── Eunseok lo corrigió al instante.
── Entonces debería apurarse a conquistarla,── acosejo pasándole la bolsa con los snacks comprados── chicas así de bellas no se conocen todos los días.
── Es seis años menor que yo. ── soltó tomando la bolsa junto al cambio y miro por el cristal.
El rostro de Jane iluminado por la luz de la luna y sus ojos avellanas brillando como si las estrellas que no se pueden ver en el cielo por las luces artificiales estuvieran reflejándose en ellos.
─ Eso es una simple excusa ── dijo el empleado con una sonrisa, inclinándose sobre el mostrador. ── La edad no importa cuando hay química.
Eunseok dejó escapar una ligera risa, aunque por dentro no estaba seguro de cómo sentirse al respecto. Había algo en Jane que siempre lo desafiaba, que lo hacía cuestionar sus propios límites y justificaciones.
── Tal vez tengas razón ── admitió mirando al empleado. ── Pero algunas cosas son más complicadas de lo que parecen.
El empleado asintió, como si comprendiera.
── Bueno, lo importante es que no te arrepientas después. A veces dejamos pasar oportunidades que no vuelven.
Cuando salió de la estación, encontró a Jane todavía apoyada contra la puerta, su expresión relajada mientras contemplaba el cielo. Su teléfono descansaba ahora en su bolsillo, y la luz de la luna acentuaba el brillo en sus ojos avellana. Se le acercó, y ella le lanzó una mirada curiosa.
── ¿Todo bien ahí dentro? ── preguntó ella, notando un leve rubor en las mejillas de Eunseok.
── Sí, solo una charla inesperada ── respondió él, encogiéndose de hombros.
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