Earring

15 6 0
                                    


37. Mal presentimiento

En medio del almuerzo con Haseul, Jane se tocó la zona izquierda del pecho donde estaría el corazón, sintiendo un malestar como si las advertencias de su cuerpo se activaran

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En medio del almuerzo con Haseul, Jane se tocó la zona izquierda del pecho donde estaría el corazón, sintiendo un malestar como si las advertencias de su cuerpo se activaran.

── ¿Estás bien? ── preguntó Haseul al ver la expresión en el rostro de su amiga.

Jane asintió, tratando de relajarse e intentó ignorarlo durante horas, pero al llegar el atardecer, aquel sentimiento volvió. Abrazó una almohada fuertemente, comenzando a asustarse. Pensó en llamar a su hermana mayor para disculparse, no iría.

Cuando se sentó cuidadosamente en la cama y trató de tomar el teléfono, su mano empezó a temblar y la habitación parecía hacerse más pequeña cada vez que le faltaba el aire. El doble de miedo recorrió cada parte de su ser y alguien tocó la puerta.

Antes de que esa persona entrara, logró desaparecer los signos de debilidad y fingió estar buscando un conjunto de ropa para la ocasión. La actuación que le dio a Sohee funcionó a la perfección. Sohee le contó que decidió mudarse con sus padres a Busan. Ellos entendieron la situación y lo aceptaron, hasta su hermana mayor le aseguró que sería una genial tía, pero nadie preguntó del otro padre.

── Nini, ¿quieres saber quién es el otro padre?

Preguntó con la clara intención de saber cuánta curiosidad podría sentir Jane al respecto, pero recibió una negación.

── Solo si tú quieres decírmelo.

Quería decírselo, porque confiaba en que ella mantendría el secreto guardado el resto de su vida.

── Debes prometer que nadie jamás lo sabrá y no importa cuánto seas unida a esa persona, no le dirás nada.

── Lo prometo.

Le mostró sus dos manos y no cruzó ningún dedo. Jane jamás le diría a nadie la verdad o el secreto que supieron guardar entre los dos.

── Es Seunghan.

Quiso sonreír y saltar de la felicidad, pero el malestar seguía un poco presente. Comprendió las palabras de Sohee. Aunque Seunghan fuera su mejor amigo, ella jamás le contaría la verdad.

Para olvidarse del tema, salió a la reunión que no quería ir. Su madre le dijo que Nara quería pasar tiempo de hermanas, lo cual era absurdo porque la mayor mantenía un límite entre las dos.

Soltó un suspiro mirando por la ventana del taxi. Ni ganas de conducir tenía, y los malos pensamientos sobre cómo Seunghan la terminaría odiando por ocultar el secreto de que sería padre la perseguían. Pero le hizo una promesa a Sohee, que cumpliría.

Llegando al restaurante de su tía, donde Nara organizó la reunión para unirlas aún más, pagó al taxista y bajó, dejándose envolver por una corriente fría. Cruzó los brazos y caminó hacia la entrada.

El lugar estaba muy concurrido y lleno, pero al decir su nombre y quién la esperaba, un mesero le indicó dónde se encontraba su hermana. Al subir al segundo piso del restaurante, vio a Nara levantando el brazo y haciendo señas con la mano. Jane le agradeció al mesero y se dirigió hacia su hermana, quien le sonrió enormemente. Hizo el esfuerzo de devolverle el gesto cuando una chica chocó contra su hombro fuertemente, poniendo una mano en su abdomen con la clara intención de tirarla al piso. Jane se mantuvo de pie y vio la espalda de la mujer caminando hacia la salida.

Frunciendo el ceño, se arregló la ropa y siguió, sentándose frente a su hermana mayor. Se saludaron cortamente, ordenaron y en la espera, Nara le pasó una carta sobre la mesa hasta tocar las yemas de los dedos de Jane, sonríe un poco nerviosa; hacía meses que no veía a su hermana menor e invitarla a su graduación parecía ser demasiado para las dos.

── ¿Eso es todo? ── preguntó la menor, viendo el sobre blanco con el sello de la universidad de artes.

La mayor negó y Jane guardó el sobre, asegurándole que trataría de ir porque tenía otras dos graduaciones casi el mismo día.

── La verdad, no importa si puedes ir a la graduación. Simplemente me gustaría que pasemos un fin de semana de hermanas el próximo mes, claro, si tú quieres o ¿estás ocupada?

── No lo estoy, pero ¿nos juntaremos en casa?

── Exacto. ¿O prefieres en tu penthouse? ── preguntó tímida.

── Está bien en casa.

Ambas se quedaron en silencio por un momento. Sus conversaciones siempre quedaban en un silencio incómodo y tenso, al que se habían acostumbrado, intercambiando algunas palabras antes de irse cada quien por su lado.

── ¿Cómo has estado? ── preguntó Jane, queriendo saber más de su hermana mayor.

── Bien, ocupada con la tesis y todo lo de la graduación, pero emocionada. ¿Y tú? ── respondió Nara, curiosa por saber cómo estaba su hermana menor.

── También ocupada, ya sabes, con la universidad y los proyectos familiares. Pero estoy bien, y es agradable pasar un tiempo juntas ── Jane sonrió, y su rostro mostró un destello de nostalgia.

── Sí, lo sé. Siempre he querido tener más tiempo para nosotras, pero la vida sigue su curso y a veces es difícil ── dijo Nara, apretando suavemente la mano de su hermana.

Jane asintió, comprendiendo perfectamente. Ambas habían seguido caminos diferentes y la distancia había hecho que se vieran menos de lo que les gustaría.

── ¿Qué te parece si hacemos una lista de cosas que queremos hacer durante ese fin de semana? ── sugirió Jane, animándose con la idea.

── Me parece genial. Podemos hacer cosas que nos gustaban de niñas, y tal vez algunas nuevas ── dijo Nara con entusiasmo.

── ¿Como ver nuestras películas favoritas de la infancia y cocinar juntas? ── añadió Jane, recordando los buenos momentos que solían compartir.

── Sí, y también podríamos ir a ese parque donde solíamos jugar. Hace años que no voy ── sugirió Nara, pensando en los viejos tiempos.

── Perfecto. Y podríamos terminar el fin de semana con una pequeña excursión o una visita a algún lugar nuevo que te gustaría conocer ── propuso Jane, queriendo hacer el fin de semana especial para ambas.

── Me encanta la idea ── respondió Nara, sintiéndose más cercana a su hermana menor con cada palabra.

Pasaron el resto del tiempo conversando y planificando su fin de semana juntas, sintiéndose más unidas y entusiasmadas por la oportunidad de reconectar.

Media hora después, se despidieron afuera del restaurante. La mayor se fue en un taxi y Jane observó el auto desaparecer de su visión.

Sacó el celular y marcó el número de la secretaria de su abuela. Minsi no podía ignorarla.

Esperando que contestara, caminó por las casi desoladas calles mientras la llamada seguía entrando a buzón o siendo rechazada.

── Maldición.

Dejó de intentar y alborotó su cabello frustrada. Así no podía ayudar a Sion y...

── Jeni, ¿eres tú?

La voz que la llamó poniéndose enfrente de ella la reconoció enseguida. Quedándose inmóvil, observó a la mujer vestida de negro, que tuvo la decencia de quitarse el cubrebocas para dejar a la vista su rostro.

── Sooyoung ── pronunció al recordar el nombre de la coreana, entendiendo por qué las advertencias de su cuerpo todo el día.

── Correcto, princesita ── aplaudió eufórica y a los segundos cambió su expresión a una más seria. ── Creo que tú y yo tenemos algo pendiente.

HIDDEN LOVE 〢 Song EunseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora