Narrador omnisciente:Pedri no podía borrar la sonrisa de su rostro mientras conducia hacia el casa de Olivia . Después de que finalmente había ganado la apuesta contra Olivia. Ella había prometido una cita si él lograba marcar un gol en el último partido, y lo había hecho. El gol no solo le había dado la victoria al barcelona, sino también la oportunidad de pasar una noche con la chica que no podía sacarse de la cabeza.
Olivia lo estaba esperando en la entrada de su casa situado en el corazón de Barcelona. Llevaba un vestido rojo que contrastaba con su piel dorada y su cabello oscuro. Al verla, Pedri sintió que el corazón se le aceleraba aún más que cuando estaba en el campo de juego.
—Parece que alguien tuvo suerte en el campo —dijo Olivia con una sonrisa traviesa y entrando al auto
—Y parece que alguien está lista para pagar su deuda —respondio Pedri, devolviéndole la sonrisa.
Después de este comentario seguí conduciendo, en un semaforo le volví a mencionar a Olivia que podía conectarse a las bocinas y ella volvió a aceptar conectándose y colocando música aleatoriamente, hasta que llegaron al elegante restaurante.
El restaurante era íntimo, con luces tenues y música suave en el fondo. Fueron conducidos a una mesa junto a una ventana que ofrecía una vista impresionante de la ciudad iluminada. Durante la cena, la conversación fluyó con facilidad. Hablaron de todo, desde fútbol y sus familias hasta sus sueños y temores. Pedri se sorprendió de lo fácil que era abrirse a Olivia, y ella parecía igualmente intrigada por cada detalle de su vida.
—Nunca pensé que diría esto, pero estoy contenta de que hayas ganado la apuesta —confesó Olivia mientras saboreaba su postre el cual era una tarta de zarzamoras
—¿De verdad? ¿Por qué? —preguntó Pedri, inclinándose hacia adelante, curioso.
—Porque esta cita está siendo mucho mejor de lo que esperaba. Eres más que solo un futbolista. Eres... bueno, eres Pedri —respondió ella, sonrojándose ligeramente.
Pedri sintió que su corazón se hinchaba de alegría. Sabía que muchos lo veían solo como el talentoso jugador del Barcelona, pero con Olivia, se sentía visto por quien realmente era.
Después de la cena, Pedri sugirió dar un paseo por la playa. La noche era cálida, y la brisa marina era refrescante. Caminaron descalzos por la arena, hablando y riendo, dejando que las olas mojaron sus pies.
—Gracias por esta noche, Pedri —dijo Olivia, deteniéndose para mirarlo a los ojos—. Realmente necesitaba esto.
—Y yo necesitaba ganarte la apuesta —respondió él, riendo—. Pero, en serio, ha sido una noche increíble.
Se quedaron en silencio por un momento, mirándose a los ojos. Sin pensarlo dos veces, Pedri dio un paso adelante y tomó la mano de Olivia. Ella no se apartó, y en cambio, entrelazó sus dedos con los de él. Siguieron caminando, ahora más cerca, sintiendo que el mundo alrededor se desvanecía, dejando solo la conexión que estaban construyendo.
Cuando finalmente llegó la hora de despedirse, Pedri la llevo de nuevo hasta su casa. Ambos salieron del auto y se detuvieron en la puerta, y Pedri sintió un nudo en el estómago. No quería que la noche terminara, pero sabía que no podía alargarla para siempre.
—Me lo pasé genial esta noche, Olivia. —Pedri rompió el silencio, con una sonrisa sincera.
—Yo también, Pedri. —Olivia se acercó un poco más, sus ojos brillando bajo la luz de la luna—. Gracias por ser tú mismo. Es refrescante.
Hubo un momento de silencio, un espacio lleno de expectativas y posibilidades. Pedri sintió una súbita ola de valentía y se inclinó hacia ella. Sus labios se encontraron en un beso suave, lleno de promesas y nuevos comienzos. Olivia respondió con igual ternura, haciendo que el mundo a su alrededor pareciera detenerse.
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ᴇɴᴄʜᴀɴᴛᴇᴅ
FanfictionEn el bullicioso mundo del fútbol, Olivia, una apasionada aficionada y mejor amiga de Mikky, se encuentra en una encrucijada emocional. Mikky invita a Olivia a un partido del FC Barcelona para apoyar a su novio, Frenkie de Jong, sin saber que Olivia...