ᴇɴᴄʜᴀɴᴛᴇᴅ

ʙᴏᴅᴀ

Narrador omnisciente:

El día de la boda de Mikky y Frenkie finalmente había llegado. El aire estaba cargado de emoción y anticipación mientras amigos y familiares se reunían en una hermosa finca a las afueras de la ciudad. El sol brillaba en un cielo despejado, prometiendo un día perfecto para una ceremonia al aire libre.

Los preparativos estaban en pleno apogeo desde temprano en la mañana. Mikky y sus damas de honor, Olivia, Katrine, Coral, Anna, Dani y Romarey, se encontraban en una elegante suite preparándose para el gran momento. La habitación estaba llena de risas y emoción mientras las estilistas trabajaban en el cabello y el maquillaje de las chicas.

—Mikky, te ves absolutamente deslumbrante —dijo Anna, admirando el vestido de novia que Mikky había elegido.

El vestido de Mikky era un sueño hecho realidad: un diseño clásico de encaje con detalles intrincados y una larga cola que se arrastraba grácilmente. Su sonrisa reflejaba la felicidad y el amor que sentía al estar rodeada de sus amigas más cercanas.

En otra parte de la finca, Frenkie y sus amigos más cercanos —Pedri, Jordi Alba, Ter Stegen, Christensen, Lewandowski y Sergi Roberto— se vestían con sus elegantes trajes. Había un aire de camaradería mientras ajustaban sus corbatas y se aseguraban de que todo estuviera en su lugar.

—Hoy es el gran día, amigo —dijo Pedri, dándole una palmada en la espalda a Frenkie—. ¿Estás listo?

—Más que listo —respondió Frenkie con una sonrisa—. Estoy emocionado y no puedo esperar para ver a Mikky caminando hacia mí.

Los invitados comenzaron a llegar, llenando la finca con una atmósfera de alegría y celebración. La ceremonia estaba programada para realizarse en un jardín bellamente decorado, con flores blancas y verdes que creaban un ambiente romántico y elegante. Una suave brisa acariciaba el lugar, haciendo ondear ligeramente los vestidos y las cintas que adornaban las sillas.

Cuando todos estuvieron en sus lugares, la música comenzó a sonar, marcando el inicio de la ceremonia. Los amigos y familiares miraron hacia atrás, esperando ansiosos la aparición de la novia. Primero, las damas de honor hicieron su entrada, caminando elegantemente por el pasillo. Luego, Mikky apareció al final del corredor, tomada del brazo de su padre.

Frenkie se quedó sin aliento al verla. Mikky caminaba hacia él con una sonrisa radiante, sus ojos llenos de amor y emoción. Cada paso la acercaba más a él, y cada paso era un testimonio del amor que compartían.

La ceremonia fue hermosa y emotiva. El oficiante habló sobre el amor, la lealtad y el compromiso, palabras que resonaron profundamente en todos los presentes. Mikky y Frenkie intercambiaron votos que habían escrito ellos mismos, palabras sinceras que hicieron que más de un invitado derramara una lágrima.

—Mikky, prometo amarte y apoyarte en cada paso de nuestro camino juntos. Eres mi mejor amiga y el amor de mi vida —dijo Frenkie, su voz llena de emoción.

—Frenkie, contigo he encontrado a mi compañero de vida. Prometo estar a tu lado en cada momento, amarte y cuidarte siempre —respondió Mikky, sus ojos brillando con lágrimas de felicidad.

Finalmente, el oficiante declaró a Mikky y Frenkie marido y mujer. Cuando Frenkie besó a Mikky, una oleada de aplausos y vítores llenó el aire, celebrando el inicio de su vida juntos.

La recepción fue una continuación de la magia de la ceremonia. Se realizó en un granero restaurado que estaba decorado con luces colgantes y flores frescas. Mesas largas y elegantemente dispuestas estaban llenas de deliciosos platos, y un ambiente festivo impregnaba el lugar.

Los discursos fueron uno de los momentos más destacados de la noche. Pedri, como uno de los mejores amigos de Frenkie, se levantó para hablar.

—He visto a Frenkie en muchos momentos importantes de su vida, pero ninguno tan especial como este. Mikky, has traído tanta felicidad a su vida y a nuestras vidas también. Les deseo una vida llena de amor y aventuras.