Capítulo 11
A la mañana siguiente, Elías y Alexander caminaban hacia el colegio. Misteriosamente, la bicicleta de Alexander se había pinchado.
—Deberíamos tomar un taxi —se quejó Alexander—. Me duelen los pies de tanto caminar.
—No exageres, apenas caminamos ayer —respondió Elías—. Además, tú quisiste ir por el camino largo.
Alexander continuó caminando de mala gana al lado de Elías. Al llegar a la entrada del colegio, se dieron cuenta de que todos estaban agolpados del otro lado de la entrada, gritando como locos.
—¿Qué pasa? —preguntó Elías.
—Seguro es alguna pelea. Leí en Instagram que Lucas le quitó la novia a uno de sexto año —contestó Alexander.
Se acercaron y Elías intentó ver de puntillas. Alexander lo subió a caballito, riendo. Dentro del círculo de personas, dos chicos estaban enzarzados en una pelea a puñetazos y patadas.
—Hola, chicos. ¿Vinieron a ver la pelea? —preguntó Charlotte.
—Hola, supongo que sí —respondió Elías.
—¿Por qué pelean? —preguntó Alexander.
—Eh, la verdad es que por autoridad. Ya saben, algunos chicos creen que todas las chicas les pertenecemos —respondió Charlotte, chupando su chupetín.
Entre medio de los gritos, el director llegó a la pelea acompañado de dos policías, quienes, sin vacilar, separaron a los chicos. Los demás, que estaban alrededor, corrieron hacia el interior del colegio para no ser usados como testigos.
Cada uno se sentó en su banco y esperó a sus profesores, Elías y Alexander hicieron lo mismo.
—¿Crees que los castiguen? —preguntaban algunos.
—Seguro los expulsan —decían otros.
En medio de la agitación, Valeria entró al aula junto con la maestra. Todos se quedaron en silencio. ¿Tenían miedo?
—¡Hablen fuerte, malditos insolentes! La pelea no fue por mi culpa —gritó Valeria mientras se sentaba junto a sus amigas.
Los demás no dieron señal de vida. La clase comenzó y, en medio de las explicaciones de la profesora, Elías pudo notar cómo Valeria le lanzaba miradas de vez en cuando, a veces incluso guiños. Trataba de no mirarla, pero su instinto le decía que debía responder.
Las miradas eran cada vez más seguidas, y Elías comenzó a transpirar. Por debajo de la mesa, pateó a Alexander para que se diera cuenta.
—¿Qué? ¿Qué ocurre? —susurró Alexander.
—Valeria me está tirando miradas —le respondió Elías.
Alexander se dio vuelta y miró a Valeria. Ella lo miró seriamente. Alexander le sacó el dedo del medio y le sonrió. Valeria, sorprendida, le devolvió el insulto.
—Es un perro, se cree mucho por salir con Elías —dijo Valeria susurrándole a su amiga.
—No les hagas caso, además tú andas con Matti, ¿qué tanto problema con Elías? —preguntó la amiga.
—No entendiste —dijo Valeria frustrada.
Elías ignoró a Valeria durante el resto de la clase, hasta el comedor. Todos salieron y Elías se quedó con Alexander en el aula, ordenando sus cosas antes de salir.
—No pienso ir ahora a su casa —dijo Alexander refiriéndose a Valeria.
—La idea no era que le mostraras el dedo o algo así, ahora la tendremos que aguantar enojada —contestó Elías, frustrado.
ESTÁS LEYENDO
Young Heart: Lovers
FanfictionThe Lovers' Saga {01} En un pintoresco pueblo de Bélgica, Elias y Alexandre, dos chicos de 14 años, disfrutan de su verano entre risas, aventuras y los pequeños momentos que hacen la vida especial. Su relación, forjada en meses de amistad y cariño...