Capítulo 27
El primer día de clases tras la fiesta de Valeria fue difícil para Elías y Alexander. Aunque la resaca había disminuido, el cansancio seguía presente. Sin embargo, ambos se levantaron temprano y se dirigieron al colegio.
Caminaban por los pasillos rumbo al comedor después de su primera clase, hablando y riendo, tratando de mantener el ánimo alto.
—No puedo creer que tengamos que hacer el proyecto en tan poco tiempo —dijo Elías, con una sonrisa cansada.
—Lo sé. Pero, al menos, podemos pasar más tiempo juntos —respondió Alexander, dándole un leve empujón en el hombro.
Al llegar al comedor, se unieron a sus compañeros y se sentaron a su mesa habitual. Entre risas y bromas, disfrutaron de la comida.
Después de comer, salieron al patio y encontraron un rincón tranquilo donde podían hablar.
Alexander, un poco nervioso, sacó un dibujo que había hecho en la clase de arte. Era un retrato de Elías, junto a un gatito.
—Elías, quería darte esto —dijo Alexander, con una sonrisa tímida.
Elías levantó una ceja, intrigado. —¿Qué es?
Alexander le entregó el dibujo. —Hice esto en la clase de arte. Pensé en ti todo el tiempo mientras lo dibujaba.
Elías tomó el dibujo, sus ojos brillando de emoción. —Alexander... es hermoso. Aunque no soy tan rubio, pero te quedo genial.
—Sí, pero para mi si lo sos —dijo Alexander, con una sonrisa cálida—. Quería que supieras cuánto significas para mí. El gato... bueno, es un pequeño detalle para recordar que te gustan los animales.
Elías miró el dibujo y luego a Alexander, sintiendo una oleada de emociones. Se acercó más y le dio un beso suave en los labios.
—Gracias, Alexander. Esto significa mucho para mí. —dijo Elías, murmurando con una voz llena de amor.
Alexander acarició suavemente la mejilla de Elías. —Tú también eres muy especial para mí. No sé qué haría sin ti.
Se quedaron así, en silencio, los pajaritos se paraban en los muros mirándolos.
Pero en medio de su tranquilidad, siempre hay un tercero envidioso, acercándose como una serpiente a sus presas. Rosa se arrimó a ellos, algo tímida. "Pinche señora acosadora, ya consíguete un novio", pensó Elías.
—Espero no molestarlos —dijo Rosa, con un par de hojas colegiales en sus manos.
—¿En serio piensas que nos estás molestando? —respondió Elías, con una risa llena de hipocresía.
—Siempre tan amable, Alexander —dijo Rosa seriamente, mirando los papeles—. La profesora de Derechos y Ciudadanía no vendrá esta semana. La presentación final de los proyectos se hará la semana que viene.
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Young Heart: Lovers
Fiksi PenggemarThe Lovers' Saga {01} En un pintoresco pueblo de Bélgica, Elias y Alexandre, dos chicos de 14 años, disfrutan de su verano entre risas, aventuras y los pequeños momentos que hacen la vida especial. Su relación, forjada en meses de amistad y cariño...