Vingt

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Tres días habían pasado desde el nacimiento de Sunoo, Minho salió del hospital un día después con las advertencias de Soobin sobre su salud, etcétera.

Hyunjin no había aparecido desde ese día, probablemente por su abuela, quién sabe.

Minho había decidido que Sunoo llevaría el apellido de Hyunjin, así que dejaron el apellido de Hyunjin en los registros.

"Hwang Sunoo", sonaba muy bien para Minho.

Yeji estaba feliz de que Sunoo fuera "Hwang" aunque tampoco le molestaría que fuera "Lee", ella sería Lee y estaba sumamente feliz.

Porque sí, Ryujin le había pedido matrimonio el día que Minho y Sunoo salieron del hospital, su boda sería en un año como máximo.

Todos estaban muy felices por eso, en especial Minho.

Se sentía muy feliz porque Yeji ya sería parte de su familia oficialmente.

Algunas veces le daba risa la situación en la que estaban, ambos hermanos Lee se enamoraron de ambos hermanos Hwang, que vueltas da la vida.

Ahora mismo la familia Lee se encontraban cuidando a Sunoo.

Minho lo tenía en brazos, Yeji preparaba el biberón, Ryujin ordenaba la ropa de su sobrino y Momo cocinaba para todos.

-¡DEJÁ DE TOCARME EL TRASERO, LEE RYUJIN! ¡TU HERMANO ESTÁ AQUÍ!- La pelirroja gritó frustrada, golpeando a la pelinegra en el brazo, haciéndola quejarse del dolor.

La paz en ese hogar se fue por el caño en cuanto Ryujin decidió tocar el trasero de Yeji, la última mencionada grito ocasionando el llanto imparable del pequeño Sunoo.

Minho trataba de hacerlo callar, le preocupaba que le pasase algo por llorar tanto.

-Ya, ya. Tranquilo, gatito.- Minho arrullaba a su hijo, tratando de detener el llanto. -Tranquilo, amor.- Minho se levantó de su asiento caminado por la sala mientras arrullaba a Sunoo, tenía que calmarlo de alguna forma. -¿Ven lo que ocasionan?- El rubio miró mal a las dos féminas que estaban con él.

Minho tomó el chupete de Sunoo dejándolo en sus labios, Sunoo no rechisto más y lo tomó, calmando su llanto.

Todos suspiraron, el silencio era más inexistente en esa casa desde la llegada de Sunoo, pero no se quejaban, era la alegría de sus vidas, en especial de Minho y Yeji.

Sunoo era lo único que tenían de Hyunjin, y lo único que tendrían de él en un largo tiempo.

-¿Viste, estúpida?- La pelirroja regañó a su pareja. -Hiciste llorar a Sunito.

Ryujin abrió la boca en indignación.

-¡Yo no hice nada!- Se excusó.

-Ajá, sí.- Yeji exclamó yendo a la habitación que compartía con su pareja, siendo seguida por esta.

-Me las pagarás, Hwang Yeji.- Dijo la pelinegra yendo detrás de su pareja.

Minho negó divertido mientras recostaba a Sunoo ya dormidito en el portabebés.

-Hon.- Salió Momo de la cocina. -Te encargo la comida, tengo algo que hacer. Es urgente.- Minho sólo asintió y Momo salió de casa después de tomar su bolso y sus llaves.

Minho vió como su mamá salía de casa, dejándolo solo con su hijo.

Minho se sentó a un lado de donde se encontraba el portabebés de Sunoo, acomodando la ropa restante que Ryujin dejó.

Tomó la pañalera de Sunoo acomodando algunas cosas para cualquier salida que tuvieran, en eso le llegó una llamada.

Tomó su teléfono revisando quien llamaba, "Jin hyung" se leía en la pantalla. Contestó.

Wish I were... ★𝙷𝚢𝚞𝚗𝚑𝚘★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora