Wish I were... ★𝙷𝚢𝚞𝚗𝚑𝚘★

Vingt-six

¡Attention, éste capítulo está dedicado a explicar la vida de Hyunjin durante su tiempo en Canadá, por lo mismo será algo largo!

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¿Qué había sucedido con Hyunjin? Pues verán...

Primer año y medio...

Las cosas no habían sidó nada fáciles para Hyunjin, el tener que adaptarse a un nuevo país totalmente diferente al suyo habia sidó demasiado estresante.

Si antes tenía una afición por pintar, ahora era una necesidad. Temía que si no lo hacía el estrés lo consumiría ya que siempre fue su anti-estrés.

Yuna le había dicho que debería controlar un poco su afición por pintar, porque aunque no fuera algo malo, podría hacerse un vicio para él. Una manía.

Hyunjin no le prestó atención porque esa era su única manera de sentirse bien.

Meses después se dió cuenta de que lo dicho por Yuna era verdad, se desvelaba haciendo pinturas y no dormía las horas adecuadas porque debía levantarse temprano para ir a la universidad.

Por suerte Yuna y Lia pudieron ayudarlo a dejar esa obsesión, ahora solamente pintaba cuando lo sentía necesario.

—Te ves fatal.— Yuna río.

Se acababa de despertar, era fin de semana por lo cuál no tenían clases.

—Cierra la boca.— Murmuró mientras se tiraba al sofá aún somnoliento.

Él y Yuna vivían en el mismo departamento por obra de sus abuelas, ni uno se había quejado ya que no les molestaba.

—Por dios, Hyunjin.— Yuna se tiró sobre él para molestarlo. —Ya son las tres de la tarde, abre los ojos.— Comenzó a hacerle cosquillas al mayor.

—¡Yuna, no!— Hyunjin comenzó a reír. —¡Basta, prometo hacer el desayuno mañana!

—Bien, pero que sea la comida.— Yuna dejo de molestarlo, sentándose en el suelo. —Ve pensando que harás de comer, ya me está dando hambre.— Dijo mientras sobaba su estómago.

—Ah, ¿debo hacerlo justo ahora?— Se quejó el pelinegro.

—¡Sí! Ya tengo hambre.— La castaña gruño. —Debes alimentar a tu futura esposa o te quedarás viudo antes de tiempo.— Ambos rieron, solían hacer ese tipo de bromas.

El pelinegro hizo un berrinche antes de levantarse para ir a arreglarse.

—¿A dónde vas?— Yuna corrió detrás de él.

—A ponerme bonito para hacer las compras.— Murmuró mientras caminaba a paso perezoso.

—Pff, ni que te fueras a encontrar a Minho.— Se burló la menor.

—Uno nunca sabe.— Correspondió la broma.

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—¡Yuna!— El pelinegro llamo a su mejor amiga. —¡Ya me voy!

—¡Espera!— Gritó la castaña alargando la última vocal, mientras corría hacia donde él se encontraba. —Toma.— Le entregó una lista ganándose una mirada confusa por parte del pelinegro. —Son las cosas que faltan y algunas que necesito.— Explicó.

—¿T-toallas femeninas?— Hyunjin se sonrojo al leer la lista.

—Uno nunca sabe.— Respondió de la misma forma que el pelinegro minutos atrás.