Épilogue

71 5 0
                                    

Dos años después...

—¡Mierda!— Gritó un Minho bastante nervioso y frustrado, no encontraba el broche que iría en su traje.

En menos de media hora tenía que estar en el altar, era el día de su boda y todo estaba yendo de la mierda.

Sunoo perdió un zapato y estuvieron buscándolo por una hora, Ryujin y Yeji habían llegado tarde con las maquillistas.

Momo y Sana se habían desaparecido desde hace media hora, no sabía su paradero.

Hyunjin había perdido uno de sus anillos y no lo encontraban.

Jisung y Felix estuvieron una hora en el baño porque el pecoso no aguantaba las nauseas de su segundo embarazo, el pequeño Beomgyu estuvo llorando porque sus papás no estaban.

Seungmin y Jeongin habían hecho todo lo posible por tranquilizar al menor, fallando en el intento cuando su hijo mordió al pequeño Gyu.

Chan y Changbin también se habían desaparecido, nadie sabía en dónde se encontraban.

—¡Puta madre, carajo, mierda, joder, caracoles, recórcholis!— Minho maldecía todo lo que podía mientras buscaba el maldito broche. —¡Maldita sea! Malditos hijos de puta, ojalá se caigan de un quinto piso y los atropelle un puto tren.— Gritó frustrado.

La habitación ya estaba hecha un desastre, cajones abiertos por todos lados, collares, anillos y aretes regados por todas partes.

—No creo que maldiciendo vayas a encontrar lo que buscas, amor.— Hyunjin río mientras negaba, acercándose a su prometido. —¿Qué es lo que buscas, gatito?

—Estoy buscando el puto broche que irá en mi traje, no lo encuentro y ya hice un desastre la maldita habitación.— Dijo totalmente frustrado.

—Okey, respira.— Minho hizo lo pedido. —Bien, tu broche está en el armario, dentro de una caja, ¿lo recuerdas? Lo metiste ahí para no perderlo.

—Santa mierda, es verdad.— Minho corrió hacía el armario, encontrando el broche, Hyunjin río al ver a su futuro esposo. —¡Gracias, gracias, gracias! Por eso te amo.— Minho besó repetidas veces los labios del menor. —Prometo recompénsarte como quieras.

—¿Cómo yo quiera?— Minho asintió, Hyunjin lo tomó por la cintura, acercándose a su oído para susurrar—: Está noche no vamos a dormir, Hwang Minho. Ni siquiera en la mañana te dejare en paz. Voy a joderte tan bien que olvidarás hasta tu nombre, estarás tan lleno de mí que con cada paso que des mi semen escurrirá por tus muslos.— Finalizó con una mordida en el lóbulo de la oreja del mayor.

El rubio sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, el pelinegro comenzó a dejar besos en la piel descubierta del cuello del mayor.

—Hyunjinnie.— Minho mordió sus labios cuando el menor comenzó a succionar la piel de su cuello. —Ya vamos tarde, tendremos toda la noche para hacer lo que q-quieras.— Murmuró.

Hyunjin se alejó del mayor al escuchar el grito de su hijo.

—¡Oigan, dice Momo omma que ya llegó el juez!— El pequeño de siete años iba de la mano de Sunghoon.

—Ya vamos, campeón.— Hyunjin le sonrío. —Bajamos en unos minutos, aún tengo que terminar de arreglarme.

—Está bien.— Sunoo les sonrío. —¡Vámonos, Sunghoonie!— Manos menores salieron, desapareciendo de la vista de los mayores.

—Aún no me acostumbro a verlos tan juntos.— Refunfuñó Minho.

—Sólo son amigos, Hon.— Hyunjin negó sonriendo. —A parte aún son muy pequeños.

Wish I were... ★𝙷𝚢𝚞𝚗𝚑𝚘★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora