Wish I were... ★𝙷𝚢𝚞𝚗𝚑𝚘★

Dix-neuf

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Después de dos horas y media Soobin salió yendo hacia la familia de Minho y sus amigos.

El primero en levantarse fue Hyunjin, seguido de Momo.

—¿Cómo están Minho y mi bebé?— Hyunjin miró preocupado a Soobin.

Choi sonrío mirando a Hyunjin, lo sabía. Ese chiquillo era el padre de Sunito.

—Están muy bien.— Sonrío. —Ahora mismo Minho está alimentando a Sunoo en su habitación, lo trasladamos hace una hora. No vine antes porque Minho tenía que descansar.— Momo y Hyunjin asintieron.

—¿Puedo verlos?— El Pelinegro miró a Soobin con ojos de cachorro atropellado.

—Claro. Habitación A-25.— Hyunjin asintió y se fue en busca de la habitación.

Aunque le pidió ayuda a una enfermera.

Cuando llegó frente a la puerta tocó ésta, estaba muy nervioso.

Escuchó el "pase" de Minho, entrando lentamente.

Cerró la puerta detrás de él, mirando a Minho y a su bebito en brazos de este.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, no podía borrar la sonrisa de su rostro.

—Hyunjin.— Minho lo miró sorprendido.

El pelinegro se acercó a él, sentándose en la silla que ahí había.

—Gatito.— Sonrío en grande haciendo que sus ojos formarán dos medias Lunas. —Lo hiciste bien.— Acaricio su mano.

Minho quería llorar, no sé esperaba a Hyunjin ahí.

—Hurón.— Sonrío con lágrimas en los ojos. —Él es Sunoo, nuestro hijo.— Dijo haciendo que Hyunjin soltará las lágrimas que tenía en sus ojos.

Era su hijo, suyo y de Minho, no se lo creía aún.

—¿Puedo cargarlo?— Minho asintió, Hyunjin tomó en brazos al pequeño Sunoo. —Dios, es bellísimo.— Río levemente. —Gracias, gatito.

—¿Por qué?— Minho sonrío, tenía la imagen más bella de todo el mundo frente a él.

—Por darme un hijo, y por esperar.— Hyunjin acaricio la manita de Sunoo. —Se parece un poco a ti.— Sonrío muy feliz.

—También a ti.— Hyunjin miró a Minho, entregándole a Sunoo porque tenía miedo de que se le cayera.

—Gatito.— Llamó recibiendo un sonido gutural como respuesta. —¿Puedo besarte?

Minho lo pensó un poco pero asintió, Hyunjin sonrío y beso delicadamente a Minho.

Ambos se separaron segundos después debido al pequeño quejido de Sunoo.

—Uh.— Minho sonrío, estaba muy feliz. —¿Qué pasa, gatito?— Hyunjin sonrío al escuchar el apodo que Minho le decía a su bebé.

—Honnie.— Hyunjin lo llamó.

—¿Qué pasa, Hyunjinnie?

—Me iré en una semana.— Sonrío tristemente. —Pero prometo volver, ¿sí?