肉 1.18 matadero.

203 32 13
                                    

Benedict había fallado rotundamente.

Su descuido le provocó un ataque de pánico que lo alteró de sobremanera. Darcey probablemente se había espantado con lo que había visto en aquella alcoba llena de fotos suyas y un hombre ensangrentado con los tobillos quebrantados descansando en el piso de esta. Entonces Barlowe pensaba, ¿qué pasaría si la mujer que le gustaba iba con la policía y lo denunciaba? Sus manos temblaban y de repente, comenzó a sudar.

Trataba de calmarse, claro, pensando en que era una equivocación, y que Darcey no lo denunciaría si ya había visto los restos humanos la vez anterior. Además su padre también le había pedido costillas que pertenecían a un ser humano pero, ¿y si todo se trataba de un mero plan para inculparlo?

El chico se asomó por la puerta del cuarto oscuro luego de encerrarse por completo dentro de su apartamento durante la tarde restante. Se paró frente al sujeto con un gran cuchillo en la palma de su mano y hallándose nublado con intenciones de descuartizarlo en pedazos como solía hacerlo con los animales que llegaban a su puesto de trabajo.

¿Por qué mierda tuvo que hacer ruido? Había algo que le causaba repugnancia, algo que no le sentaba del todo bien y lo desequilibraba de toda la situación presentada.

Tenía a su disposición a Duncan Schmidt encorvado en posición fetal sobre el gélido piso con una expresión de horror reflejado en sus ojos. Benedict sabía que el sujeto había reconocido a Darcey y que por eso aumentó sus sollozos para captar su atención, tal vez pensando que ella lo rescataría.

Duncan temblaba por el frío pero ya no suplicaba, sus ojos estaban entreabiertos porque todavía andaba decaído debido al golpe anterior. La sangre aún brotaba de su herida pero es que el tipo simplemente no fallecía, solo se quedaba inconsciente por unas horas y luego despertaba.

Benedict se rascó la cabeza con la mano que permanecía libre y se puso a pensar qué haría. Maldecía porque Darcey lo había descubierto, y probablemente pensaba que era un trastornado y un loco de remate; suponiendo que tal vez ella no entendería los sacrificios que se hacían por amor.

Entonces, aunque tuviera indicios de matar a Duncan por haber tocado a la mujer que amaba, tras el suceso del descubrimiento, dudaba en si sería prudente hacerlo.

Temía que Darcey ya lo tuviera tachado, sin embargo, si no lo mataba probablemente Duncan la seguiría molestando.

Contando con suficientes fuerzas para matar a aquel tipo, Benedict debía admitir que no tenía un plan exacto que lo respaldara en ese caso. Sería harto trabajo deshacerse de un cuerpo en un lugar como su casa; porque tendría que desmembrarlo en la cocina de su casa arriesgándose ante llegadas inesperadas de ajenos que podrían delatarlo.

También pensaba en llevarse el cuerpo a la carnicería para hacer su trabajo aún más fácil, sin embargo, al hacerlo estaría demasiado expuesto. Con el Sr. Nitsche merodeando, además que, un cazador usualmente atrae a sus presas.

De todos modos, si descuartizaba el cuerpo de Duncan en su casa, la sangre también salpicaría ensuciando las paredes y su vestimenta de manera abundante, y le tomaría demasiado tiempo limpiar a diferencia de un establecimiento equipado para tratar con la carne.

Joder, cómo existían tantas discrepancias en el plan de Barlowe que suspiraba pesado al idearlas una vez más.

Rupert Dwight y Duncan Schmidt eran el mismo tipo de persona asquerosa, ambos se interesaban por mujeres mucho más jóvenes para tener sexo, y si estas se negaban ellos las acosaban. Pero es que este último era mucho más mayor que Rupert y contaba con más influencia, con gran reputación, con familia e hijos, e un trabajo importante a su disposición. También conocía a Oliver desde antes del restaurante.

MEAT. © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora