肉 2.22 crudo.

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Darcey Doliner curiosamente resultaba ser mucho peor que cualquier persona que Benedict se había encontrado en su pasado, o quizás, no.

Porque, si recordaba la primera vez que la vio en la carnicería, en su vida se habría imaginado que al seguirla se encontraría en una situación tan vil como la que se encontraba presenciando.

Benedict Barlowe siempre había sido un chico solitario y empático, integrante de una familia que consistía principalmente de una madre y un hermano mayor, porque su padre a pesar de estar casado con su madre, no siempre llegaba a casa debido a motivos más allá de sus conocimientos, pero que le gustaba pensar que se trataba de trabajo.

Benedict nació y se crió durante una gran parte de su vida en Vancouver, sus circumstancias de vida nunca fueron limitadas, pues de una u otra forma siempre había avanzado para lograr lo que quería. Pero, eso no impedía que de vez en cuando se presentaran obstáculos.

Uno de estos fue el comportamiento que tras unos años adquirió su hermano mayor, William Barlowe. Un niño que era cuatro años mayor que Benedict. Si bien en un principio ambos hermanos eran unidos, su madre notó como el comportamiento del mayor comenzó a cambiar al cumplir los doce años de edad, y pronto fue diagnosticado con síntomas de esquizofrenia.

Esto provocaba que de vez en cuando tuviera episodios psicóticos que lo llevaban a tener alucinaciones y pensamientos que no necesariamente cuadraban con la realidad. También poco a poco se hallaba desorientado y fuera de su lugar.

Era por ello que un Benedict de ocho años era el encargado de intentar sobrellevar a su hermano, quien con el tiempo parecía estar empeorando. Iniciando con habladurías y visiones de aparentes demonios que lo asustaban, para luego terminar convirtiéndose en el mismo diablo cuando alcanzó su límite al cumplir los catorce años.

La situación no estaba mejorando, y Benedict y su madre eran quienes se hacían cargo del muchacho. Hasta que una tarde todo estalló.

William comenzaba a tener uno de sus episodios psicóticos que iniciaban con señales tan sutiles como manos temblorosas y pupilas que se paseaban por todas partes sin control. Entonces, Benedict se acercó a William para tratar de calmarlo y acompañarlo en su sufrimiento, pero este lo empujó agresivamente a un lado.

La madre de ambos regaño al muchacho, dispuesta a prepararse para uno de sus episodios habituales que no pasaban a más de hablar solo o correr a esconderse.

No obstante, aquella vez no fue como siempre.

Muy al contrario de lo que esperaba, William tomó un cuchillo de la nada y persiguió a su madre. La apuñalo con una fuerza y una rapidez impresionante hasta que la derribó. Teniéndola abajo, William siguió insertando el cuchillo y Benedict asustado en un principio pensó en detener a su hermano, pero al acercarse este propinó varios cortes en el torso.

Benedict lastimado y con sumo dolor corrió a esconderse en un armario, mientras que William agachado en la cercanía de su madre agonizante, comenzó a comerse su brazo.

Con todo el alboroto, el padre regresó a casa como solía hacerlo de vez en cuando, encontrando todo lo que había pasado. Halló a William llorando desconsolado —una vez que salió de su espanto—, con la boca manchada de sangre y a su esposa con mordidas que llegaban hasta los huesos, y a Benedict escondido en un armario inconsciente por los cortes que había recibido de su hermano.

Fue entonces que tras ser arrestado, William ni siquiera podía contar lo que había pasado. Lo poco que decía era que su vista se había nublado, no recordaba lo que había hecho ni mucho menos el daño que había causado. Sin embargo, en un instante admitió haber sentido un hambre que se había estado acumulando desde antes.

William Barlowe fue declarado inocente debido a su enfermedad mental y entonces fue admitido a una institución psiquiátrica, en donde duró algunos meses antes de ser encontrado colgado en su habitación.

El padre de ambos muchachos desapareció por completo, y varios sospechaban que se debía a la impresión y el horror de lo que pasó. Además de pensar que este también se suicidó.

Benedict por su parte fue enviado a un orfanato hasta que creció y decidió escapar de aquel lugar, porque todo lo que ocurría en aquel sitio no era digno de contar.

De esa forma, Benedict siguió con su vida, siendo amarrado a beber pastillas que lo ayudaban a sobrellevar su trauma. Además de que a partir de allí sus obsesiones con personas, en especial con chicas cuando se sentía atraído por ellas fueron incrementando la intensidad.

Así, encontró trabajo en una carnicería cerca de su pueblo, para después mudarse a un estado completamente nuevo y encontrando trabajo en Flesh & Feast Butchery con el Sr. Frederic Nitsche.

Barlowe ciertamente no era una mala persona, pero si era alguien con un pasado traumático que intentaba tener una vida normal.

Lastimosamente, todo lo que había pasado de cierta forma se estaba repitiendo una vez más.


Benedict sudaba, claro, por el dolor que se le había provocado. Su pierna tenía una herida abierta, sangrante y frente a su cara yacía una muchacha que sostenía la cruda carne sazonada de su extremidad.

El varón no tardó en sentir repulsión al ver que la intención de la chica era que se comiera a si mismo, aún más cuando la misma mojó los labios del varón con la sangre que chorreaba del trozo de carne.

—¿No te lo vas a comer? —volvió a cuestionar la cría, pero Benedict no contestó.

Sin embargo, Darcey tampoco cedió, pues al ver la obvia negación del varón, ella sonrió, para después lamer la carne del chico y tirarla a un lado para que fuera comido por su conejo. El pequeño animal se lo comió como todo un animal hambriento y parecía saborearlo con desespero; tanto que daba miedo y asco estar consciente de aquello.

—Es una lástima porque pareces de buena calidad. —mencionó en un intento de dar un cumplido, para luego levantarse mientras negaba con la cabeza.

Se sabía que una carne de buena calidad naturalmente podía costar más. Pero, ¿contaba igual si la carne no era precisamente animal?

—Tengo curiosidad en saber, si acaso me quieres contar...¿Cómo mataste a Rupert Dwight?

—¿Q-qué?

—Tuviste que usar alguna técnica, ¿no? —se expresaba— Su carne...—pausó— La tuviste que preparar de una manera que te gustara, para comértelo.

—D-darcey...

—Duncan también hubiera sido ideal, pero es una carne estropeada. Por eso le destruiste la cara, ¿verdad? —cuestionaba, pero es que Benedict no entendía absolutamente nada— Viste mis marcas, que era de mi propiedad.

Darcey hablaba, como si las personas fueran animales que llegaban a una granja. Y es que en parte decía la verdad, y Benedict logró recordar a qué se refería. Cuando tenía a Duncan desnudo en su apartamento y notó las marcas de mordidas en su espalda.

Era Darcey alimentándose de él.

Benedict juraba que Duncan era un depredador como Rupert, y por eso su impulso y obsesión lo llevó a secuestrarlo e incluso asesinarlo, porque pensaba que así protegería a Darcey. Sin embargo, lo que menos esperaba era que todo fuera en vano, porque ellos solo eran víctimas de la verdadera depredadora que estaba a cargo.

—Eres igual a mi, a nosotros. —la muchacha vociferó, alejándose del carnicero, mientras comenzaba a recoger las cosas que había dejado regadas en el sótano de su casa— Tienes que serlo, de otro modo no tendría sentido mantenerte aquí conmigo. O acaso, ¿querías probarme a mi, Benedict?






ya casi termina meat (!) siento que sería brutal como un cómic estilo k1lling stalking huh.
una vez concluída podré corregirla para que se lea como debe ser, ya que siento que faltan detalles y puede mejorar.   (?) Recuerden pasar por mi pinterest para que puedan visualizar mejor la historia y no olviden la playlist.

Y si gustan, pueden empezar a leer 'healer' en mi perfil, ya va avanzando <3

un beso, los quiero mucho. mwah.

MEAT. © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora