Diario de Penélope.

Rogar.

No pensé volver a sentí en la necesidad de mencionarte, palabra que rompe mi alma en pedazos y me transporta a un lugar donde ya no deseo estar.

Rogar, es ese sentimiento de saber que tu valor va más allá de lo que recibes, pero ese mismo valor están pequeño como para largarte, y te sientas a esperar que llegue algo, que al principio no pides, más siempre terminar gritando.

Rogar siempre lo sentí como un puñal en el pecho, como algo de lo que nunca podría escapar, es como nadar a contra corriente y que el objetivo sea lograr algo mínimo que por conciencia deberías de obtener.

Una vez una amiga dijo: "si lo tengo que pedir, ya no lo quiero", y yo le respondí: "no es adivino para saber lo que te gusta y lo que no".

Pero siento que cuando no lo pides, es buen justificado el no recibir, pero pedir y que no cambie nada?.. un poco de avaricia si es que seguir pidiendo después de eso, no creen?

Yo pedí, no, yo rogué.

Y al principio no te arrepientes, es como la etapa de "ilusión" donde todo es rosa y todo se ve que será perfecto, pero en esta vida tan traicionera nada es perfecto, todos cuando empiezan una relación sacan sus mejores fichas, las mueven como si fuese la última partida de ajedrez, y cuando ya están todas colocadas, abandonan las fichas, por que claro, quien seguiría jugando cuando la partida ya está ganada?.. creo que solamente yo.

Y eso se a normalizado, el "ya somos novios", y dejar de hacer cosas, de impresionar, de decir "hoy le llevaré esto por que me acordó a ella"
"hoy me pondré esto, por que a ella le gusta".

Son cosas que me hacen ver, que el amor de ahora solo es amor pantalla, y quiero sentir el amor, no sentir migajas de algo que fue al principio y ahora tengo que pedir desesperadamente.

Odio rogar, y tener que limitarme a amar por miedo de que me dejen con todo el amor en manos.

Odio rogar, no me hagas rogar más por favor.