Cambié..
Y no sabes cuanto cambié.
Cambié mi forma de mirar, cambié mi forma de hablar, cambié hasta mi forma de caminar.Cambié...
Cambié de parecer, tengo nuevas ideas, cambié escuela, cambié de gimnasio, y cambié de amigos.Cambie de aire, cambié Corte de pelo, y cambié de estilo.
Cambié de todas las formas posibles, llamame Transformer.
Cambié de gusto, ya no me gusta la misma persona, según la RAE gustar es resultar atractiva una persona, ya... Yo, no, no, no lo siento así.
Cambié de número, cambié de celular, cambié de salón, cambié de vida.
Cambié tantas cosas, me desconstrui tantas veces a mi misma, que ya..., ya no me siento yo.
Y quizás cambiar no era el problema, si no pensar que haciéndolo me podría sentir mejor.
Cambié mi manera de ver los tulipanes morados, cambié mi manera de percibir las emociones de los demás, ya no me interesa saber si me queda bien el rosado, o el negro, o simplemente el azul.
Nada es emocionante cuando hasta tú misma, eres nueva para ti.
Cambiar demasiado es malo, y no cambiar es peor.
¿Entonces que debo hacer? -me dije.
Debería volver a cambiar, pero no de manera diferente, si no reiniciar de fábrica esos gustos, reiniciar de fábrica mi amor hacia la física cuántica y la matemática, cambié tanto que se me hace muy difícil encontrar ese botón de "restablecer" entre tantos botones con nombres de hombres los cuales me llevaron a cambiar.
Mentiría si digo que cambie por mi, mentiría si digo que cambié por ti, solo cambié, por sobrevivir.
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Diario de Penélope.
Poëziepoesías/monólogos escritos por una adolescente en situaciones no tan adolescentes.