no.

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No, no me gusta el contacto físico, y sin lugar a dudas nunca lo entenderé.

nunca entenderé ese deseo de acariciar, topar, abrazar y besar a esa persona,

y menos entenderé el por que me duele cada vez que pienso en ello.

No, no me siento estúpida al pensar que algún día, algún mes y quizás algún año,

perderé el temor al ser tocada.

No es normal el temor. - Dijo aquella psicóloga con sus 20 test de personalidad en mano.

Mi piel lleva otra piel encima, la cual no es mía. -Dije de forma normal, como si la pregunta ya fuese concurrente.

Al principio te dicen esto y no lo comprendes, que tendría que ver la doble piel, con miedo a juntar piel con piel?

Y es allí donde esta la respuesta, la piel que ven encima no es mía, no me pertenece y nunca lo sera, fue tocada por unas manos que traían de nombre "malas intensiones", yo era ciega al no leer esas letras pequeñas en aquel contrato que el llamo "juego de novios", que irónico ya sonaba en mi mente toda la situación.

Miedo al ser tocada?, suena estúpido! -Dijo aquel chico el cual obligo a su novia a tocarlo sin ella querer.

Quizás nunca entiendas lo que es perder las ganas de abrazar, tocar o simplemente estar cerca, nunca tuviste que rogar que pararan de tocarte, nunca tuviste que rogar que dejasen de acosarte y mucho menos de violarte. -Dije mirando a aquel chico el cual me miro de vuelta, y en sus ojos pude notar el disgusto hacia mis palabras.

Y no, nunca nadie va a entender o se hacen los desentendidos del por que ella llora al abrazar, del por que el aislamiento de Sofía, del por que ya Katherine no habla, del por que Íngrid ya no sonríe, del por que Andreina decidió no demandar, del por que yo me decidí callar.

no, hombre y mujer misógina, no paso por que quise, no paso por no grite, y no paso por que me deje.

paso por que lo ame de mas, paso por que no puse mis limites, iba sola, muy risueña, iba feliz, vestía normal, mi ropa de no es culpable de tu mente enferma.

mis jeans azul oscuro, mi mangas largas rojo vino y blanco y mi pelo recogido no tenían la culpa, mi voz poco fuerte repitiéndote que no, mis ojos llorosos repitiéndote que no, y mis manos tratando de alejarte, (recalco que repitiéndote que no), no tienen la culpa.

si de verdad sintieras arrepentimiento de tus actos dejarías de decir que violarme fue tu mayor logro y fanfarronear el como disfrutaste hacerlo, cuando yo ni siquiera puedo contarlo sin llegar a vomitar o simplemente llorar.

NO es NO, si tanto te molesta que me queje, deja de verme como problema y amplia la mirada hacia tu madre, hermana, prima, amiga, vecina.. y CAMBIA, no lo digas, solo hazlo...

Diario de Penélope. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora