𝐇𝐄𝐍𝐊𝐎━━━𝐁𝐚𝐤𝐮𝐠𝐨𝐮 𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐤𝐢

052

—All Might.— llamó a el hombre enfrente suyo quien mantenía una conversación con Izuku.

Aunque el vacío en su estómago lo sentía frecuentemente cuando los veía juntos no podía culpar a ninguno por ello, Izuku era un admirador muy grande de su padre y Toshinori tenía el pupilo que siempre había deseado estaba feliz por ambos pero no podía evitar sentirse triste a él no ser ella quien tenga una relación tan apegada con el héroe y lo peor de todo es que sabía que en cierto como era su culpa.

Aun así deseaba una disculpa sincera de su padre, era lo que más anhelaba en el mundo.

Tal vez era algo egoísta pero que Toshinori hiciera eso tal vez cambiara todo, pero él no podría hacerlo, No sabía como y no se molestaría en intentarlo pues la inseguridad de destruir más la relación con su hija era más grande que su deseo de pedir disculpas.

Izuku después de un silencio algo incómodo decidió irse.

—¿Que pasó?— preguntó amablemente el rubio.

—¿Vas a ir a casa hoy?— preguntó con nerviosismo y algo de vergüenza

—No lo sé, tengo algo que ver con Torino..— respondió extrañado por su pregunta.—¿Tu iras?— cuestiono pero Hoshi no pudo decirle el porque era importante ir a casa.

—Solo preguntaba..— respondió riendo algo incomoda.

Se fue de ahí con las mejillas rojas de vergüenza, no podía creer que intento crear un momento especial entre ellos dos,

Mientras caminaba a su hogar, reflexionaba en lo que acababa de pasar, sobre pensó todo lo que estaba pasando y pronto esa vergüenza se convirtió en un dolor inmenso causando que de sus ojos salieran unas pequeñas lagrimas; unas lagrimas que expresaban no solo el sufrimiento de la adolescente sino también de una niña inocente que solo quería un momento divertido con su padre incluso le había comprado un regalo ¿Que estaba haciendo mal? Que clase de error había cometido para que su padre no le regalara el amor paternal que deseaba con ansias.

Pronto su orgullo se hizo presente y limpio sus lágrimas con determinación.

—No lo necesito.— se repito a sí misma varias veces; aveces las mentiras ayudan a disfrazar el dolor.

—Yagi.— llamó alguien a sus espaldas, relajó su rostro con rapidez para que quien sea que fuera no se diera cuenta de sus ojos levemente incubados

—¿Si?— se dio la vuelta con rapidez encontrándose con un peli morado a el instante frunció su ceño cruzando sus brazos.—¿Que quieres?— preguntó con hostilidad

—Yo quería..— el chico estaba algo avergonzado por acudir a ella pero realmente necesitaba su consejo.— esa vez en el combate dijiste que mi mente era débil ¿Como hiciste para ser fuerte de esa manera?— desvió su vista y habló con dificultad.

La chica se quedó unos segundos en silencio procesando lo que estaba pasando, Shinso estaba pidiéndole ayuda y si la hubiera hecho en algún otro momento probablemente se hubiera burlado.

Pero en esos momentos estaba más vulnerable que nunca y su corazón estaba entre una estaca que ablandaba sus sentimientos.

—Solo finge que lo eres y lo serás.— dijo con suavidad.— La fuerza mental es mucho más difícil de conseguir que física, la física la puedes lograr con unas cuantas pesas y la mental se gana con lo determinado que eres en tu objetivo.— la cara de Shinso se arrugo dando a entender que no entendió bien lo que quería decir.

Suspiro con pesadez para continuar sin gritar o soltar algún comentario malo.

—Por ejemplo, imagino que todas las mañanas te levantas a hacer ejercicio ¿no?— Shinso asintió algo dudoso.— Bueno, algunas veces no quieres hacerlo ya sea por cansancio o querer cinco minutos más de sueño.— dijo alzando su mano como si fuese una clase.— Lo que te impulsa a levantarte se llama disciplina, esa es la fuerza mental si no puedes entenderla de otra manera.

—¿Tengo que ser más disciplinado?— hablo para sí mismo mientras Hoshi se daba la vuelta.—¡Oye!— llamo a la chica, la cual solo se dedicó a mirarlo sobre su hombro.— Gracias.— dijo desviando la mirada.

Hoshi regresó su vista a el frente comenzando a caminar

—De nada.— dijo en voz baja pero el peli morado logró escucharla

En los labios de ambos se veía una curvatura pequeña indicando una sonrisa, indicando que para ambos fue de ayuda aquella conversación, para Shinso fue un atajo para perfeccionar su don y para la ojo azul fue un recordatorio de que tenía que ser fuerte y no desviarse de su objetivo.