—¿Estas segura que quieres traerla?— una voz vieja se escuchaba por la radio cuestionando a la mujer de cabellera rubia— Hacer esto a espaldas de Shigaraki te va a causar problemas.
—Su sangre ya es negra tráela a mi.— la tranquilidad en sus palabras dejaba clara su seguridad y mientras preparaba el lugar el hombre seguía dudando de su objetivo.— Además esto podría ayudar a la liga de villanos quieres un quirk fuerte para el mocoso... el nuestro es perfecto.
—Si no tuvieras ese campo de protección estarías muerta.. pero ya se lo que dirás "Solo un Kimura puede matar a su sangre" Pasa lo mismo con el quirk; solo tu puedes quitárselo.
—Así es.
No se encontraba lejos de la UA; era una base abandonada de All for one la cual utilizó para llevar a cabo su cometido
—Más te vale traerme sus ojos.— cuestiono el anciano del otro lado de la radio.
Por su puesto que la única condición de All for one para permanecer a su lado era los ojos de su hija, era una promesa la cual Ume no deseaba cumplir.
Lo había engañado vilmente; solo quería que su hija pudiera acabar con su vida, no más.
—Ya tráela.
[•••]
Unas ganas de vomitar invadieron a la rubia; dejó caer su cuadro mientras su mano temblaba.
—¿Hoshi?— cuestionó Awase quien puso una mano en su espalda mostrando apoyo—¿Estas bien?
Pero Hoshi no pudo responder dejó salir de su boca una masa negra que le causaba asco pero también estaba espantada
—¡Recovery girl algo le pasa a Hoshi!— alarmado recargo a la chica en su regazo para darle apoyo.—¡Ey tranquila!— las lágrimas salían de los ojos azules de la rubia, estaba asustada.
Cuando la anciana llegó solo pudo ver el cuerpo de la estudiante siendo cubierta por esa masa viscosa y después de eso; desapareció.
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Han pasado dos días y no se ha manifestado alguna señal de el paradero de su hija; se encontraba nuevamente en su cama matrimonial y demasiado grande para una sola persona; era invadido por mil y un pensamientos que revolvían su estómago
No podía ni siquiera creer que él estaba acostado en su cama mientras que su hija estaba secuestrada.
Las lagrimas brotaron de sus ojos revelando así su impotencia en la situación, no podía ser el héroe que siempre fue para la sociedad ¿Porque no podía ser el héroe de su propia hija? No podía ir a pelear y lo más que podía hacer es ayudar a la investigación con ideas tribales de los lugares donde podría estar escondida su esposa.
No sería el que que la rescataría de las manos de Ume, claro que sabía que era ella era más que obvio ¿Quien más tendría motivos para llevársela? Nadie.
Se sentía culpable y apenado, toda su vida la dedicó a salvar a personas desconocidas ¿Porque no podía hacer lo mismo con el más grande vínculo que tenía?
La idea de perderla le hizo tener un ataque de pánico y entre lágrimas se maldijo a sí mismo por no estar a lado de su hija en cada momento; por ser un padre ausente que puso su trabajo antes que su deber en casa. Pero lo que él no sabía es que la había perdido desde hace mucho tiempo.
Y era el colmo el ex-héroe número uno de Japón no pudo salvar a su hija.
Dicen que las personas no valoran lo que tienen hasta que lo pierden y esa frase pareció encajar a la perfección con Toshinori, estaba devastado.
—papá.— escuchó en su mente haciendo sorprender a el rubio.
—¿Que?— preguntó confundido hasta que recordó que su hija tenía el poder de comunicarse telepáticamente.
—esto es divertido; gracias por traerme ¡Mamá va a estar feliz!
Las palabras de su hija no tenían sentido; parecía estar hablando con seguridad y sinceridad ¿Era ella su hija? Desde hace varios años no la había escuchado llamarlo "Papá" era algo a lo que estaba acostumbrado y él que lo allá llamado así hizo que se cuestionara sobre la identidad de aquella voz.
