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—todo sería más fácil si lo odiara.— dijo a si misma en regaño, se culpaba por lo que estaba sintiendo.

El tiempo pasó reflexionando todo, prácticamente lo mismo que el día anterior y el anterior a ese y todos los días antes de hoy. Se levantó con desgana empezando a caminar por toda la residencia, era una arquitectura única y asimétrica a gusto extravagante de su padre, llegó a el jardín observando el árbol de Sakura que se encontraba en la mitad de este, como una reliquia.

Por su mente divago una realidad donde ella y sus padres tuvieran una vida normal lejos de todo el caos, imagino su crianza que probablemente sería sana. Pensó en todos los momentos importantes en los que deseaba o deseo la presencia de ambos, aunque algunos íntimos de madre e hija.

En su graduación

Su primer periodo

Su primer novio

Incluso su boda

—Tal vez en otra vida.— habló con burla a sus propios pensamientos, se sentía estúpida. Miró a el barandal de el balcón de su antigua habitación, decidió subir.

Pronto como si fuera memoria muscular empezó a pintar, recordó aquella foto que parecía ser la celebración de su nacimiento, con rapidez y movimientos limpios creo la misma pintura pero esta vez ella no era una bebé, era ella como en esos momentos, una adolescente. Sus padres también pasaron por el tiempo y era la versión de ese año.

Cada color, cada pincelada era reconfortante para su corazón, incluso ya no le dio asco pintar su cicatriz, terminó con la cara llena de pintura y sus manos acalambradas, se alejó a paso lento de su pintura observándola detalle.

Sonrió con tristeza y algo de emoción, pero su contemplación fue interrumpida por una llamada de su celular que enmanaba desde el buró de la habitación.

Se quedó unos momentos mirando el nombre de la persona que llamaba.

—¿Bakugou?— se acercó a el celular tomándolo en manos, con algo de duda respondió.

—¿Si?— preguntó con neutralidad

—¿A que hora piensas llegar maldita? No puedo dormir.— dijo con enojo y entre gritos.

Desvió su celular de su oreja para ver la hora, ni siquiera se dio cuenta de el tiempo que llevaba, hacer pinturas era muy tardado pero cuando lo disfrutaba era como si una hora se convirtieran en diez minutos.

Era de madrugada.

—Lo siento..— dijo con nervios.— ¿Te preocupaste?— preguntó con sorna.—- que lindo.— se burló.

—¡Idiota!— colgó la llamada causando que Hoshi diera una fuerte carcajada, dejó el celular en su lugar con intenciones de guardar todo; Tardo unos minutos en hacerlo y regresó a el comedor.

—Feliz navidad.— dijo con burla para salir por la puerta principal, tecleo el número de Kenzo e hizo lo que él le pidió.—Lamentó molestarlo ¿podría llevarme a mi escuela?— dijo con amabilidad

—Claro. Llego en cinco minutos.

𝐇𝐄𝐍𝐊𝐎━━━𝐁𝐚𝐤𝐮𝐠𝐨𝐮 𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐤𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora