6. El demonio de las flechas y la demonio de las temari

927 104 20
                                    

"Me enamore de ti como uno aprende a querer la lluvia, sin miedo, de a poco.

Celebrando la maravilla de tu magia, saltando en tus charcos como un niño.

Contemplando tu belleza en cada nube, empapándome el alma con cada gota de tu cielo"

Contemplando tu belleza en cada nube, empapándome el alma con cada gota de tu cielo"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Maldita sea.... —antes de que volviera a lanzar otro temari, Tanjiro te empujo nuevamente hacia la pared, cayó encima tuyo y al darse cuenta se puso como rojo. —Espera, iré por los demás.

—¿No vas a tardar mucho? —le preguntaste, este negó levantándose y saliendo corriendo de ahí.

Tú te levantaste como pudiste, a pesar de tener un grave dolor en tus piernas y más bien en todo tu cuerpo debido a la caída, tomaste tu katana la cual estaba cerca y te acercaste al agujero que había hecho ella en la pared.

—¿Tu viste que la chica haya salido? Por que yo no. —la demonio alzó la mano en la que tenía su pelota temari. — Eso quiere decir que la mocosa sigue ahí dentro, tendré que lanzar otra vez para matarla.

—Espera. —Yahaba la detuvo, y en cambio tú te escondiste, preparándote mentalmente para la pelea. —Recuerdo que nuestro señor solo nos dio la orden de traerle la cabeza de ese cazador con aretes de hanafuda, jamás nos dijo nada de esa muchacha, déjala vivir, nuestro objetivo solo es ese pelirrojo molesto.

—Tienes razón. —Sasamaru se incorporó de nuevo, pero aún con esa sonrisa se dirigió hacia el camino donde se fue Tanjiro.

No pudiste evitar salir de la habitación, ¡no podías dejar que esos demonios le hicieran algo a Tanjiro! Corriste con la katana lista para lanzar un ataque hacia la demonio de pelotas temari, aunque, cuando estabas a punto de atacarla, no pudiste ni acercarte cuando de repente, una fuerte presión te empujo hacia atrás, chocaste con un árbol y al hacerlo te lastimaste gran parte de tu cuerpo, caíste al suelo tratando de aguantarlo, pero te era insoportable, por poco y te rompías uno de tus huesos.

—¿Está pequeña entrometida no será la mujer que nos pidió el señor que le llevemos? —preguntó Yahaba, había utilizado su técnica demoníaca para alejarte de ellos.

— No, ¿para qué querría a una cazadora débil? — Susamaru después volteo a un lado, y una sonrisa cínica creció en ella al ver a Tamayo y a Yushiro viendo el escenario con miedo. — Es más que obvio que se refería a esa traidora, llevémosle su cabeza!

Soltó una carcajada, antes de lanzar una pelota temari hacia la dirección de lo dos demonios.

—¡Señorita Tamayo! —Yushiro se encargó de cubrir a la nombrada.

Aunque, la pelota no pudo ni tocarlos cuando Tanjiro se atravesó entre estos así evitando el ataque.

— No se preocupen, ustedes vayan a esconderse yo los matare a ambos con ayuda de Natsuki. —dijo frunciendo el ceño, los dos demonios asintieron antes de esconderse en la habitación.

Sangrienta enfermedad| Kimetsu no yaiba YandereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora