7. Mansion de los tambores

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"En mi vida hay un oscuro vacío, gracias a ti no estoy perdido, pues eres la luz que ilumina mi camino, el cual mantiene mi corazón encendido"

"En mi vida hay un oscuro vacío, gracias a ti no estoy perdido, pues eres la luz que ilumina mi camino, el cual mantiene mi corazón encendido"

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Nezuko sin duda no sabía lo que estaba sintiendo al escucharte decir esas palabras, era confusión...demasiado a su parecer, sentía la extraña necesidad de volver a escucharte decirlo, pues le transmitía una tranquilidad irreal.

—Ya llegamos! –en eso, se escuchó la voz de Tanjiro, volteaste detrás tuyo viéndolo llegar con Zenitsu recostado, aunque se veía incómodo..

—Tanjiro. —Tamayo lo llamo, entonces el pelirrojo se puso atento. —He estado pensando...y consideré que es mejor que Nezuko se quede con nosotros.

—¿Eh? —tu y el nombrado soltaron al unísono, levemente sorprendidos.

–Si... si la llevas contigo, la puedes poner en peligro y será más fácil para Muzan rastrearla, por eso te ofrecemos que se quede con nosotros. —volvió a comentar, todos los presentes voltearon a ver al pelirrojo quien se quedó callado.

Nezuko se levantó y camino hacia el, se puso a un lado suyo y lo tomo de la mano viéndolo, es como si le estuviera diciendo algo con la mirada, segundos después frunció el ceño.

— Muchas gracias por la oferta, pero no puedo aceptarla, ella y yo jamás nos separaremos. —mencionó decidido, tú solo viste esto y no pudiste evitar sonreír al ver la buena relación que tenían, Tamayo hizo lo mismo.

—Comprendo...

—De hecho, ya nos tenemos que ir, muchas gracias por todo. —Tanjiro hizo una leve reverencia, para después voltearte a ver. —Natsuki, vámonos.

—Muchas gracias a los dos. —repetiste la misma acción antes de caminar hacia los demás.

Se dieron la vuelta y comenzaron a caminar hacia la salida yéndose.

—Natsuki. —te detuviste en seco al escuchar que Yushiro te estaba llamando, lo miraste. —Debo admitir...que eres preciosa.

Apartó la mirada, en cambio tú le sonreíste agradeciéndole por tan bellas palabras.

—Muchas gracias, Yushiro. ¡Ten en cuenta que te visitaré! —seguido acto, corriste subiendo las escaleras.

Tanjiro y Zenitsu solo se quedaron algo confundidos y celosos, ¿que lo ibas a visitar?! Eso no entendían para nada.

[••••]

El camino era bonito, y el clima también.

Te encontrabas caminando por un largo camino con Zenitsu y Tanjiro, parecía ser un pequeño campo, tú ibas con una sonrisa disfrutando del momento.

— Tengo hambre..¿a alguien no le gustaría parar en un puesto de comida? —los volteaste a ver por unos breves segundos.

—¿Tienes hambre? Ahora que lo recuerdo yo tengo unos cuantos onigiris, los suficientes para todos. —este sacó de su bolsillo una bolsita, la cual contenía tres de estas bolitas de arroz. —¡Miren! Justo una para cada uno.

Sangrienta enfermedad| Kimetsu no yaiba YandereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora