Me he estado preguntando que puedo hacer para deshacerme de esta enfermedad.
Parece que no puedes razonarlo un poco, ¿por qué todo no es como antes?
Busco una solución en mi desconsuelo pero parece que solo quedan los celos.
¿Quieres mis ojos? ¿Mi c...
"En el cielo hay estrellas que no e podido contar.
En tus ojos hay miradas que no logro descifrar.
Se que tienes algo que me llama la atención, se metió en mi alma y robó mi corazón"
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—¿¡A donde se fue ese maldito?! —Inosuke entró como loco.
—¡No podemos ir tras a él, necesitamos buscar al responsable que controla a los nuestros para ir por Natsuki! –el pelirrojo comentó frunciendo el ceño.
No podía creerlo, ¿pero en qué momento....en que momento dejó que te alejaras tanto de él a tal punto que terminaste secuestrada por un demonio? No lo podía creer, es que simplemente no podía.
Debió imaginar que algo así iba a pasar, su corazón se aceleró, empezó a sudar un poco más de lo normal por los nervios que lo invadían, tenía que encargarse de esto para ir a por ti, sabia que ese demonio sin duda tenía malas intenciones contigo.
—Si, ya entendí, Gompanchiro, ahí busco al responsable de esto. —este aviso antes de clavar sus dos katanas en el suelo y ponerse en medio de estas. —Respiración de la bestia: séptima pose: consciencia espacial.
Inosuke repentinamente sintió una presencia fuerte en un lugar específico a unos cuantos metros.
—¿Ya lo encontraste? —preguntó Tanjiro.
—¡Si, esta cerca, sígueme, acabemos con todos ellos y regresemos a Natsuki!
—¡Vayan, yo me encargaré de estos! —Murata dijo, empezando a pelear con varios de los cazadores controlados por los hilos.
—Lo dice el que se meo en los pantalones. —dijo Inosuke sin ningún descaro.
—¡Eso no es cierto! Yo jamás estaba hablando contigo jabalí tonto!
—¿¡Como me dijiste?! —si no fuera por el pelirrojo Inosuke ya se hubiera abalanzado a él. —¡Suéltame Gompamchiro!
—¡Tenemos que apresurarnos para recuperar a Natsuki! —le dijo empezando a llevárselo fuera de ahí.
—¡Cuando regrese te daré una paliza, recuérdalo!
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—¡No veo la hora de volver y golpearlo! —Inosuke se quejó, mientras él y Tanjiro corrían por el bosque.
—¿Que no ves que es nuestro amigo? ¡No hables así de él!
—¿¡Y tú no ves que me llamo jabalí tonto?!
—Ya, olvidemos el tema! ¿Este es el camino correcto?
—¡Si, mi instinto nunca falla! Pero- —no pudo terminar de hablar cuando unos hilos aparecieron. —¡Ugh, estas cosas insoportables volvieron!
—¡Seguro eso quiere decir que vamos por el camino correcto! —el pelirrojo habló, sin dejar de correr.
Sin embargo, se detuvieron en seco cuando delante suyo encontraron a una mujer controlada por hilos, tenía la cabeza de un cazador en su mano mientras que en la otra un cuerpo sin vida.
