៹ 🦄 × 🎭 キ ¡One-Shots Berry x Chester! ｡ ࣪⊹

♡ ─ Caramelos ácidos. (1/2)

Tw; UA School.

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- ¡Mandy!~ -

Alargó la última letra del nombre de su mejor amiga y compañera.

Mandy era su compañera de estudios, ambos estudiaban un bachillerato de empresa y hoy iba a acompañarla a su hogar para hacer los deberes juntos. Realmente fue el pelirrojo que insistió hasta el cansancio a la rubia para que la llevara a su casa, ya que esta era hija de dos empresarios con fábricas de caramelos, así que justamente la rubia tenía una muy buena economía.

- Si... Chester, estamos a punto de llegar, deja de quejarte. - Le dijo cansada del comportamiento infantil del pelirrojo, pero este no parecía parar hasta llegar a la casa de su amiga. Afortunadamente fue pronto.

- Bueno, bienvenido a mi casa, vamos a mi cuarto a estudiar. -

La casa de Mandy era... Más sencilla de la que él creía, tenía un estilo moderno y limpio, aunque los muebles y objetos parecían caros. Siguió a su amiga por las escaleras llegando al segundo piso, vio escaleras que subían al desván y un pasillo con 6 puertas, una cerrada y 2 entrecerradas, las tres abiertas eran un baño muy espacioso, un despacho muy simple y con algo de polvo, pudo ver entre las dos puertas entrecerradas, una era al parecer el cuarto de los padres de Mandy, ya que portaba una cama matrimonial pero poco pudo ver ya que Mandy la terminó por cerrar por completo, la otra era el cuarto de Mandy, en el cual entró.

Vio el cuarto de su mejor amiga, espacioso y decorado de forma dulce y colorida a diferencia de toda la casa, vio su escritorio limpio con una silla rosa.

- Espérame, tengo que ir a por otra silla al desván. -

Y dejó solo al mayor, cosa que fue un grave error.

Empezo a mirar y manosear todo lo del cuarto de su amiga sin penas, hasta que se aburrio, no había nada interesante. En eso se acordo de la sexta puerta cerrada que no había visto.
Se encamino para ir al pasillo a abrirla, aunque con algunas dudas encima, decidio abrirla.

Y... No, mentira, no era gran cosa, un cuarto pequeño con cama, escritorio, armario y una mesita de noche, en la mesita habia un cuadro con una foto familiar de algun viaje y en el escritorio una taza vacia manchada de café, en una escina unos cuantos folios con carpetas abajo que a su lado había libros, un bote de lápices con bolis tambien y un pequeño recipiente con caramelos color morados.

Eso seria lo unico bueno, tomo uno de estos quito el papel y lo metio en su boca de golpe, en eso se llevo la sorpresa que era un caramelo acido, muy acido, quiso escupirlo y sacarlo de su boca rápidamente, pero noto por el chirrido de la puerta que alguien había entrado, y por la respiración sabia que no era Mandy.

- Quien eres. -

Eso sono más a una orden que una pregunta, pero no se atrevio a voltearse por la voz gruesa del sujeto detrás suya.

- E-Eh, yo-

- ¿Te gustan los bombetitas? -

Se quedo algo extrañado por esa pregunta repentina, pero vio en el envoltorio que creia que era negro entero había escrito pequeño en blanco bombetitas.

- ¡O-Oh si! ¡S-Son mis dulces favoritos! -

- Gracias al cielo que alguien me entiende, mis padre quisieron dejar de venderlas pero lo siguieron produciendo por mi y a viejos de 80 años. -

La voz grave y amenazadora desaparecio, provocando la suficiente confianza en el pelirrojo para voltear a ver al contrario. Lo hizo topandose con un tipo de cabello rubio largo hasta el cuello que no tocaba sus hombros, viendo una trencita que caia al lado derecho, de piel moreno musculoso, una camiseta de tirantes purpura arrugada, pantalones deportivos negros y zapatos blancos deportivos, sus facciones marcadas y masculinas, pero ese tono de rubio ya lo había vist-