Mi mejor medicina (Nasiens x Tn)

Prólogo

-¡Señorita! ¿A visto al príncipe Tristán?

-Hija ¿Has visto a donde se fue Tristán?

-____ ¿has visto a Tristán?

Siempre es el... Si llegara a tomar su lugar... ¿Se darían cuenta de que existo? Lo mas probable es que no. ¿Que tiene el? Yo puedo controlar el poder demoniaco dentro de mi pero el no. El controla el poder de las diosas pero a mi me duele el usarlo.

Somos parecidos físicamente... Pero ni siquiera nos hemos tomado la molestia de conocernos... No, el no quiere conocerme. En el castillo solo hay una persona que me quiere y esa es la caballero sagrada Gila además de ser mi maestra

-¿Te sientes desplazada entonces?- Decía mi maestra al tiempo que me atacaba con una espada de madera.

-¿Es eso entonces? Ellos no me prestan atención como lo hacen con el.- Dije esquivando y soltando ataques con gracia y cuidado como me había enseñado Gila.

-Te diría que es por que eres la menor. Pero la verdad creo que es por que, Tristán es mas propenso a perder el control que tu.- Dijo esquivando mis golpes con la espada de madera.

-No es razón. Para que me ignoren de la forma en que ...- Antes de poder completar mis palabras, mi maestra choco mi espada con la suya y de un empujón me tiro al suelo.- Lo hacen...

Me quede en el suelo reponiendo el aire que perdí y del cansancio, mi maestra se acerco a mi sentándose en cuclillas cerca de mi

-Te quieren, de eso no hay duda. Solo que Tristán es...- Se quedo pensando, la mire, suspire y me senté en el suelo.

-Ni siquiera tu lo sabes... Nadie sabe nada de mi... Ni siquiera mis padres...- Mire el suelo con tristeza y no fue hasta que sentí los brazos de mi maestra alrededor de mi, que la mire.

-Yo se muchas cosas sobre ti. Te gusta pelear y leer, eres valiente, no te gustan los vestidos, prefieres el color azul antes que el rosa y eres tan fuerte que casi logras igualarme.- Se separo de mi y me sonrió, no pude evitar soltar una que otra lagrima antes de abrazarla.

-Para ser tan pequeña te preocupa mucho eso ¿No?- Decía Gila acariciando la cabeza de la pequeña.

-Tengo 8 años...- Dijo la pequeña niña secándose las lagrimas.

-Lo se...- La mujer le seguía dando ese cariño que la niña anhelaba.

UN AÑO DESPUES...

La pequeña niña caminaba por los pasillos del castillo, su cabello antes blanco paso a amarillo de forma natural, sus ojos heterocromáticos se mantenían igual, en menos de un año logro manejar distintas armas y en su cintura colgaba una espada de empuñadura morada y funda azul noche. Un regalo del ex novio de su maestra.

-(¿Me dejaran ir?) Mama, papa, solicito su permiso para salir del reino y viajar al pueblo Wallnack.

-Denegado. ¿Para que quieres ir?- Dijo divertido Meliodas y con los brazos detrás de la cabeza. En cambio su hija los miro seria y salió de la habitación.

-(No se por que me moleste...)-La niña de 9 años suspiro y salió al patio donde solía entrenar con su maestras. Desenfundo su espada y antes de poder golpear al muñeco que tenia enfrente unas manos le taparon los ojos.

-¿Dime quien soy~?- Esa voz divertida, le pertenecía a un niño de su misma edad.

-Galgali... ¿Que ocurre?- Dijo la niña seria quitando ambas manos de sus ojos y dándose la vuelta. Detrás del niño había otras dos niñas, ambas lucían vestidos pulcros y humildes... Claro que si, eran pueblerinas al igual que el niño, pero el aspiraba a caballero sacro.

Los conoció hace 6 meses en un patrullaje que hizo con su maestra, los tres niños estaban perdidos y no encontraban su hogar, ella los llevo a sus casa y con sus familias, desde ese día se volvieron amigos. Aun que a ella parecía darle igual, le importaban esos chicos. Eran sus primeros amigos.

-¿Te dejaron ir?- Pregunto una de las niñas de pelo oscuro con una sonrisa cálida.

-No. - Fue lo único que dijo, antes de girarse hacia el muñeco y golpearlo con la empuñadura de la espada, rompiendo el muñeco.- Nora... Vallan ustedes.

-¡Por supuesto que no! No iremos sin ti- Dijo la otra niña de cabellos rojizos abrazándola.

Fue entonces que el único niño ahí propuso la idea de ir a escondidas. Todos ahí presentes aceptaron sin pensar en las consecuencias. Acordaron salir a la media noche sin comicarselo a nadie.

A la hora de cenar, como todos los días mi padres hablaban con Tristan. Y a mi... Nunca me preguntaron nada.

- No me dijiste el por que querías ir a Wallnack. - Dijo Meliodas mirando a su hija serio para después sonreír a su típica manera.

Su hija no respondió rápido al contrario se quedo pensando en su respuesta

-... Quería ir al festival de los muertos por petición de mis amigos. - No miro a su padre, seguía comiendo en silencio

Su padre al contrio se hecho a reír. -¿Tienes amigos?

Su hija no se inmuto por las carcajadas de su padre. Su madre reprendio a su esposo pero antes de que algo más pasara la niña se puso de pie dispuesta a irse.

-Podemos ir mañana si quier... - No termino de hablar ya que fue interrumpida por el sonido de la puerta abriendose fuertemente. Fue su hija.

-Gracias pero, el festival es hoy. Ya no hay tiempo. - Sin más salió de la habitación escuchando su nombre en un grito de parte de su hermano gemelo.

Al llegar a su habitación cambió su ropa a un conjunto qué le regaló su maestra. Consistía en una falda no muy larga de color azul oscuro con medias oscuras, una camiseta blanca y un saco similar al de su hermano de color azul claro.

A pesar de no gustarle los vestidos y las faldas acepto el regalo que le había dado su maestra. Por que su maestra fue la única que le mostraba cariño e interés.

Al estar ya lista, tomo una capa de su armario y guardo su espada debajo de la capa. Pero antes de poder salir escucho un golpe en su puerta.

Se quito la capa y la espada poniéndolas a un lado de la puerta y abrió sin dejar ver mucho su habitación.

-Hermana ¿Estas bien? Si quieres podemos hablar sobre...

-Sin ofender, Tristan pero no quiero hablar con nadie. - Dije poniendo una mano frente a él - (Sobre todo si es contigo)

Mi hermano se fue un poco triste pero en verdad quería ir a Wallnack por eso lo trate así aunque creo que fui un poco dura

Después de acegurarme de que nadie se acercara salí por el pasillo con mis cosas, evite a la mayoría de guardias y fui a una tienda cerrada, donde me encontraría con los demás.

Las chicas llegaron primero vestían ropa no muy colorida pero un poco formal. Tiempo después llego Galgali un poco agitado ya que llego corriendo.

Al estar más clamado nos fuimos a otro lugar más apartado de las luces del reino. Lejos, la niña de pelo rojizo trazo un pentagrama en el suelo, nos pidio tomarnos de las manos y resto unas palabras extrañas.

Nos tele transportó a Wallnack, el festival estaba apenas comenzando. Nos preparamos y seguimos a los pueblerinos...

Los chicos me dijeron que querían rezarle a un miembro de su familia que había fallecido... La madre de Nora falleció cuando ella nació... El hermano de Luna falleció mientras cazaba en el bosque... Y Galgali estaba ahí por que perdió a su abuelo.

Caminábamos con nuestras antorchas en mano, a pensar de no a ver perdido a nadie acompañaba a mis amigos orando por sus familiares.

Nunca hubiera imaginado que años más tarde... Si te diría una razón para orar por alguien. O algunos.