Parte 15

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Momentos vergonzosos de Buck 


Buck está ayudando a Chris a doblar su ropa. Están trabajando juntos, riendo y hablando de su día.

—Eres muy bueno doblando ropa, Chris —dice Buck, admirando cómo el niño coloca cada prenda ordenadamente.

—Gracias, Buck. Tú también... aunque podrías mejorar un poco. —responde Chris, riendo al ver cómo Buck simplemente hace bolas con las prendas y las deja a un lado.

Mientras doblan, accidentalmente una camiseta de Eddie se cuela en la pila. Buck la nota de inmediato y la toma con aprecio. Chris se excusa para ir al baño, dejando a Buck a cargo.

Cuando Chris regresa, ve a Buck abrazando la camiseta de su papá, con una expresión de amor. Buck frota la tela contra su rostro como si fuera un oso de peluche, el perfume de Eddie se cuela por sus fosas nasales.

 Ama ese aroma, cierra los ojos y se siente como un pervertido al imaginar que es Eddie quien está ahí. "Debo estar loco," piensa para sí mismo con una sonrisa soñadora.

 Amaría despertar con ese aroma entre sus sábanas.

Chris  no puede contenerse y suelta una carcajada.

—Buck, eso es raro —dice Chris, riendo a carcajadas.

Buck se sobresalta, soltando la camiseta de Eddie rápidamente. Un sonrojo invade su rostro.

—¿Por qué siempre me pasan estas cosas a mí? —murmura Buck, tratando de recomponerse de la verguenza.

En ese momento, Eddie entra en la habitación, con una ceja levantada al ver a Buck y Chris riendo.

—¿Qué está pasando aquí? —pregunta Eddie, cruzando los brazos.

Chris, aún riendo, le entrega la camiseta a su papá.

—Buck estaba abrazando tu camiseta como si fuera un oso de peluche —explica Chris entre risas.

—¡No es lo que parece! —dice Buck rápidamente, su voz un poco más alta de lo normal debido a los nervios—. Solo... estaba... comprobando si... aún tenía tu perfume. Me gusta tu perfume...

Eddie suelta una carcajada, sacudiendo la cabeza mientras se acerca más a Buck. Le da una palmada suave en el hombro y susurra:

—Vamos, Buck, no necesitas una excusa para eso. Si te gusta mi perfume, puedes usarlo cuando quieras. —Eddie sonríe de manera cómplice, con un brillo juguetón en sus ojos.

Buck se cubre el rostro con las manos, riendo nerviosamente, tratando de ocultar su vergüenza.

—Gracias, Eddie. —murmura Buck desde detrás de sus manos—. Voy a recordar eso para la próxima.

Chris, observando la interacción entre los dos adultos, no puede evitar reírse también. Con una mirada traviesa, se acerca a su papá y a Buck.

—Papá, creo que a Buck le gusta más que solo tu perfume. 

—Bueno, supongo que tendré que esconder mi colonia entonces. —bromea Eddie, dando un paso hacia Buck.

Buck baja las manos lentamente, mostrando una sonrisa tímida pero sincera.

—No hace falta que lo escondas, Eddie. Tal vez... podríamos compartirlo. —dice Buck, su voz llena de esperanza y un poco de timidez.

Eddie ríe de nuevo, esta vez más suavemente, y coloca una mano reconfortante en el hombro de Buck.


Chris, siempre el observador astuto, cruza los brazos y mira a los dos hombres con una sonrisa satisfecha.

"Es obvio que se gustan."

Robar tú corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora