Parte 16

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Eddie tenía los brazos cruzados y llevaba un buen rato observando fijamente su vaso de cerveza frente a él. Harvey, por otro lado, tomaba directamente de la botella sin hacer gesto alguno de desagrado. Las personas en el bar que los veían sentados podrían fácilmente haber pensado que planeaban algo siniestro, como si fueran dos maniáticos ideando un secuestro, tal vez de un par de rubios.

"Si me llamaste es porque tienes alguna idea", habló finalmente Harvey, ya con la mitad de la botella consumida.

"Esperaba que tú tuvieras una", respondió Eddie, aún observando su vaso medio lleno. No sabía por qué había llamado a Harvey, quizás necesitaba consejos sobre cómo acercarse a su amigo y pedirle perdón por no haber captado sus indirectas.

"¿Mal de amores?" El cantinero se dirigió a Eddie y Harvey desde la barra, un señor calvo con gesto amable. Los dos castaños soltaron un suspiro ante la pregunta del viejo.

"Sí", confesó Eddie, finalmente tomando un trago de su vaso.

"No sé cómo recuperar su amor y su confianza", confesó Harvey con los puños cerrados y los ojos enrojecidos, evidenciando ya los efectos del alcohol.

"Miren chicos, yo fui un maestro en conquistar corazones y también en reconquistarlos", habló el viejo, acomodándose mejor en la barra. "Acérquense, les diré un secreto infalible, siempre funciona."

Eddie y Harvey se miraron dubitativos, pero como dicen.

"Ante situaciones desesperadas, medidas aún más desesperadas".

Intercambiaron miradas y luego ambos se acercaron apoyando los codos en la barra para escuchar al sabio consejero.

"Serenata", dijo el viejo lo suficientemente alto para que ambos castaños lo escucharan por encima de la música de fondo.

Harvey frunció el ceño y miró a Eddie, quien imitó su gesto. "¿Serenata?" dijeron al unísono.

"Sí, vayan y díganle con serenata", continuó el viejo."Lo que sienten."

Eddie reflexionó y susurró, "Una canción que le llegue al corazón..."

Harvey dio un último trago y completó la frase de Eddie.

"Sería una buena forma de pedirle perdón."

Ambos se miraron y asintieron ¿Por qué no? Después de todo, no podían estar así, sin hacer nada.

"Gracias por el consejo, señor...?" Eddie se volvió hacia el cantinero.

"Ramírez, y soy doctor", respondió el viejo.

"Y si es doctor que hace en esta cantina?", dijo Harvey con el ceño fruncido.

"Tengo muchos trabajos "

Harvey asiente ante la respuesta.

El consejo del doctor Ramírez había prendido una chispa de esperanza en ambos amigos, quienes ahora tenían una idea clara de cómo intentar reconquistar a aquellos a quienes amaban.

—Claro Podemos organizar algo. —dice Eddie, animado—. Aunque, ¿qué pasa con Buck? Él también merece una serenata.

—Eso significa que te gusta —afirma el castaño mirando a Eddie, quien al recordar la conversación con su hijo el día anterior no duda en decir que sí.

—Eso es lo que quiero hablar con él, pero primero quiero pedirle perdón.—confiesa.

Harvey se relaja un poco y sonríe con complicidad.

—Definitivamente. Haremos una serenata doble.

—Podríamos hacerlo esta noche. —dice Eddie, revisando su horario mentalmente.

Harvey asiente, entusiasmado.

—Vamos a hacerlo. Esta noche, reconquistamos a nuestros rubios.

Eddie y Harvey se levantan, pagan y salen del lugar. Están listos para vestirse de mariachis...

...




Extra.

"¿Cómo se enamoraron?"

Harvey tomó un sorbo de su cerveza y dejó escapar una risa suave.

"Oh, eso es fácil, Eddie. Fue como un tornado en una tranquila tarde de verano, ¿sabes?

"Estábamos en la oficina, una tarde aburrida de papeleo y café. De repente, Mike entra con esa sonrisa encantadora y esos ojos que podrían convencer a un juez de cualquier cosa. Recuerdo que discutíamos sobre un caso complicado cuando, de repente, nos encontramos solos en la sala de impresión. La tensión era palpable, y antes de que pudiera darme cuenta, nos estábamos besando apasionadamente."

Eddie se inclinó hacia adelante, interesado.

"¿Y qué pasó después?"

Harvey se rió entre dientes, jugando con el borde de su vaso.

"Bueno, una cosa llego a la otra, y a la otra, y al final estábamos demasiado pegados, con Mike arriba de la mesa y yo..

"No es necesario tantos detalles." Se rió Eddie. Y Harvey asintió divertido por la vergüenza de su amigo.

"Digamos que después de terminar, alguien entro a la sala y por la prisa termine  poniéndome los pantalones al revés.
Fue un desastre. Me di cuenta cuando mis compañeros comenzaron a reírse y murmurar."

Eddie estalló en carcajadas. "¡No me lo imagino!"

Harvey asintió, riendo con él. "Sí, fue vergonzoso, pero Mike simplemente se rió y me ayudó a arreglarlo. Esa complicidad, ese sentido del humor... fue entonces cuando supe que era algo más que una atracción pasajera o una calentura."

Eddie sonrió con complicidad. "Creo que entiendo lo que quieres decir. A veces, los momentos más embarazosos son los que te acercan más."

Harvey asintió. "Exactamente. ¿Y tú, Eddie? ¿Te has sentido así por alguien?"

Eddie miró pensativo. "Supongo que sí. Buck tiene esta forma de hacer que cada día sea un poco más emocionante."

Harvey le guiñó un ojo. "Entonces, amigo, parece que estás navegando en aguas turbulentas."

Ambos rieron, brindando con sus cervezas mientras continuaban compartiendo anécdotas y confidencias sobre sus respectivos amores.

...







Robar tú corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora