Robar tú corazón

Part 32

Al final de todo, cada quien encontró la casa que quería, y por suerte, ninguna estaba embrujada.

"¿Esto significa que oficialmente somos novios?" preguntó Buck, mientras ambos estaban acostados boca arriba en la cama de Eddie. Desde que formalizaron su relación, habían decidido vivir juntos. La casa de Eddie era más hogareña, así que, mientras encontraban la casa ideal, se quedarían allí.

"Por supuesto que sí, ¿todavía tienes dudas?" respondió Eddie, girando ligeramente su cabeza para mirarlo.

"No, en realidad, no tengo dudas," dijo Buck, pero ambos estaban un poco nerviosos. Desde aquella vez en la estación y la charla con Bobby, habían tenido mucho trabajo, estrés con la búsqueda de la casa, y Eddie había estado lidiando con juntas en la escuela y haciendo papeleo para vender su casa, resumidamente... no tenian tiempo a solas.

Guardaron silencio por un momento, dejando que solo el sonido del aire acondicionado rompiera la quietud de la habitación.

"Hace algo de calor," murmuró Eddie, a pesar de que la temperatura estaba a 32 grados.

Buck solo asintió, nervioso, mientras jugaba con sus manos.

"Christopher está en su pijamada, ¿no?" preguntó, aunque era una pregunta innecesaria porque él mismo lo había llevado.

Eddie giró el rostro para observarlo. Las cortinas estaban abiertas, y la luz de la luna entraba suavemente en la habitación, iluminando el rostro de Buck. El castaño tragó saliva, sintiendo su corazón latir más rápido.

"Sí," susurró. Buck también giró su rostro y sus miradas se encontraron en la penumbra de la noche.

"No... no podemos..." comenzó Buck, hablando con pausas, tragando saliva antes de continuar. "Quiero decir, Christopher no está," terminó, volviendo su vista al techo. Eddie asintió, mordiéndose el labio mientras imitaba la acción de Buck.

"No estará en toda la noche," respondió Eddie, su voz apenas audible.

Buck lo miró de nuevo, sus ojos llenos de incertidumbre pero también de deseo. Eddie se inclinó ligeramente hacia él, acortando la distancia entre ellos. Había una tensión palpable en el aire, una mezcla de nerviosismo y anticipación. La habitación se sentía más cálida, pero no por la temperatura, sino por la intensidad del momento que compartían.

Eddie finalmente cerró los ojos y, con un suspiro profundo, cerró la distancia que quedaba entre ellos, presionando sus labios contra los de Buck en un beso que era suave pero cargado de emociones. No había prisa, solo la sensación de que, en ese momento, todo estaba bien. Eran solo ellos, sin presiones ni preocupaciones, disfrutando de la tranquilidad de estar juntos.

Cuando el beso terminó, Eddie sonrió contra los labios de Buck, susurrando: "Creo que esto hace todo aún más oficial."

Buck sonrió, sintiendo su corazón finalmente relajarse. "Sí, definitivamente somos novios."

"Creo que me robaste el corazón."

Ambos se rieron suavemente, mientras el ambiente se llenaba de una calidez reconfortante. Sabían que, aunque había desafíos por delante, en ese momento, tenían todo lo que necesitaban: el uno al otro y un futuro que prometía ser tan brillante como la luz de la luna que los iluminaba.

...

El latido de sus corazones se sincronizó, convirtiéndose en una melodía que solo ellos podían oír. Un compás de deseo y ternura, de anhelo y pertenencia. El aire a su alrededor se volvió denso, cargado con la intensidad de lo que compartían, de lo que siempre habían sido, incluso antes de saberlo.

Sus labios se encontraron de nuevo, esta vez con la firmeza de quienes han encontrado su hogar en el otro. Y en ese beso, el tiempo pareció detenerse. No existía nada más, ni el pasado ni el futuro, solo el presente que compartían en un suspiro compartido, en la calidez de sus cuerpos entrelazados, en la verdad de un amor que iba más allá de lo que podían entender.

Y así, en esa noche bañada por la luz de la luna, con el mundo reducido a la piel del otro, se amaron no solo con sus cuerpos, sino con el todo de lo que eran. Un amor que no necesitaba palabras, porque se escribía en cada roce, en cada mirada, en cada latido compartido.

 Un amor que, como el océano, era inmenso, profundo e inabarcable, pero al mismo tiempo, tan simple y puro como un susurro en la oscuridad.

Para:  Persona que esta leyendo esto,ya te amo por eso.

Hola! les dejare este ultimo mini capitulo, ya que por el momento nose si podre actualizar pronto, pero de que regreso, regreso. Talvez no es lo que esperaban para un pre-final pero espero regresar pronto para escribir más!

Atentamente: FireBlack