El resto de la semana había estado muy ajetreada para Checo, sorprendentemente ese tan Lando Norris le había dejado mucho que hacer, pero él estaba contento. Por primera vez podía decir que tenía un amigo en este nuevo mundo y sentía que encajaba un poquito más. La idea de Lando de juntarse para jugar juegos de mesa, había estado rondando en la mente de Checo toda la semana, el castaño lo estuvo preparando todo para que fuera un perfecto fin de semana.-Señor, ¿Qué prefiere? ¿Los manteles azules claros o fuertes?- preguntó una criada.
-Los oscuros están bien, y encárgate de poner el set de pícnic.- le dijo con una sonrisa, pero algo nervioso, nunca había mandado tanto.- ¡Carola!- llamó feliz el castaño cuando la vio.
-¡Checo!- corrió hacia él.- Ya tenemos todo listo para cuando llegue el señor Norris.- lo abrazó.- Rengo que admitir que estoy emocionada por ti, es la primera vez que organizas algo en la mansión.
Checo había organizado un perfecto día de campo, en el inmenso y extravagante jardín de la mansión. Lleno de actividades, comidas y juegos de mesa. Tal vez se estaba extendiendo, pero la verdad es que estaba muy emocionado al respecto.
Carlos y Max estaban hablando juntos mientras veían a Sergio dirigir a los empleados de la casa como si se tratara de una orquesta sinfónica. Era inevitable para Max no sonreír cada vez que veía a Checo esforzarse.
-¿Tengo que advertirte a ti también? ¿O te darás cuenta tú solo?- Carlos le preguntó a Max en un tono pasivo agresivo.
-¿Disculpa?- contestó atónito por el cambio de humor en su amigo.
-Me refiero al asunto de Norris, ¿No te parece sumamente raro?- Max entrecerró los ojos.
-Si, incluso desde la insistencia en su padre para involucrarlo en la compañía estuvo un poco raro.- Carlos bufo.
-¿No se te escapa ninguna?- preguntó sarcástico.- No es eso, lo que trato de decir es que debes de tener cuidado con Lando.- el español pensó en cómo abordaría el tema.- Lo último que quiero es que tu relación con Sergio se vea afectada.
-Ay, Carlos, ¡Por favor!- aplaudió incrédulo.- Hasta crees que un niñato va a conquistarme, tendrá que ser un milagro para que yo quite mi vista de Checo.- Carlos se carcajeó.
-Ese es el problema, Max.- el rubio lo vio confundido.- Tú no eres el objetivo de Lando Norris, es Checo.- la mirada de Max se agudizó.
-¿Qué?- se tensó inconscientemente.
-Tal vez me esté equivocando, pero ese tal Norris no me da buena espina.
Justo en ese momento el timbre sonó y Checo saltó emocionado a la entrada para recibir a Lando. Carlos y Max se dieron una mirada de complicidad y siguieron al castaño. Ambos chicos se abrazaron efusivamente y Max se estaba retorciendo ahí mismo.
-¡Lando! Que bueno que viniste.
Checo sonrió con entusiasmo, guiando a Lando hacia la mesa de juegos que había preparado. Max los seguía de cerca, su expresión un tanto reservada mientras observaba el entusiasmo de Lando. No podía evitar sentir una punzada de celos, aunque intentaba convencerse de que era simplemente protección hacia Checo.
Carola trajo bebidas y aperitivos mientras los tres se sentaban alrededor de la mesa de juegos en el jardín, bajo la sombra de un gran roble.
La tarde estaba cálida y el jardín de la mansión presentaba el escenario perfecto para una partida de "Conquistadores". Checo había preparado todo meticulosamente, desde las bebidas hasta el juego en sí, pero lo que no podía controlar era la tensión palpable entre Max y Lando.
ESTÁS LEYENDO
Entre Flores y Fortunas
FanfictionSergio Pérez es el jardinero de uno de los empresarios Mas poderosos de Mónaco. Todos los días arregla su jardín, hasta que un día repentinamente empezó a dejarle un ramo de flores a su jefe cada vez que terminaba su jornada. O donde Max esperaba co...