La rueda y la mariposa Una saga de Dan X Pinkie Pie

Parte 7.5 Pinkie vs. Virginity: Epílogo

Parte 7.5 Pinkie vs. Virginidad

 Epílogo

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Pinkie subió las escaleras lenta pero vertiginosamente con su camisa a rayas rojas y blancas y sus pantalones cortos de mezclilla remangados. Zapatillas rojas tamborileando contra el cemento mientras sus pulseras chocaban ligeramente entre sí a la luz de la calle.

Abrió la puerta del apartamento y no pudo evitar reírse mientras la bañaba el resplandor de cientos de velas encendidas.

“Lo sabes ”, ronroneó Pinkie mientras veía a Dan preparando la mesa para otra cena romántica para dos, “no tienes que  hacer esto todas  las noches. No es que me esté quejando…”

Dan tímidamente se frotó la nuca con una mano cubierta con un guante de cocina. "Sí, eh ... no estoy muy seguro de qué más  hacer con un par de cientos de velas..." Admitió.

Pinkie saltó hacia Dan y colocó sus labios sobre los de él, besándolo con un audible "Mwah". Sostuvo a Dan con el brazo extendido y sonrió ampliamente. "Estoy seguro de  que podemos encontrar una forma menos apasionante y arriesgada de llevar a cabo una velada romántica".

Dan le devolvió la sonrisa a Pinkie. “Estoy deseando que llegue. Ahora siéntate, tonto, la cena ya casi está lista. Dan se dio vuelta para agarrar una olla llena de espaguetis. Cuando se giró, Pinkie ya estaba sentada en la mesa, usando su lencería rosa intenso y nada más.

Dan parpadeó un par de veces. "No me digas que has estado usando eso todo el día..."

Pinkie sonrió irónicamente. "No, simplemente me cambié mientras no mirabas".

—Pero eso fue sólo... —Dan negó con la cabeza—. ¿Sabes qué? No importa... —Dejó la olla de espaguetis en la estufa y miró a Pinkie, sonriendo igual—. La comida está sobrevalorada, ¿por qué tú y yo no reducimos las posibilidades de que se incendie la sala de estar y trasladamos esto al dormitorio?

Pinkie sonrió ampliamente y apagó las velas frente a ella.

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Desde su lugar frente a una máquina de coser roja mientras empujaba un trozo de tela azul claro debajo de la aguja, Rarity hizo una mueca y sus ojos y oídos se movieron mientras los sonidos de gemidos extáticos y gritos eufóricos llenaban su área de trabajo.

Suspiró y miró hacia el gran espejo adornado frente a su ventana que simplemente mostraba la manta que había sido arrojada sobre el lado de Pinkie. Una manta que hizo muy poco para amortiguar cualquier sonido en la habitación donde se encontraba el espejo.

El cuerno de Rarity brilló de color azul cuando dos grandes bolas de algodón sobre la mesa brillaron con el mismo tono azul claro, levitaron en el aire y volaron hacia los oídos de Rarity.

Las mejillas de Rarity se hincharon mientras volvía a centrar su atención en la tela frente a ella. “Voy a matar a Twilight cuando regrese por no mostrarme cómo silenciar  esa cosa…” Declaró mientras regresaba a su, ahora enojada, confección de vestidos.

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Fin de la parte 7/7.5