La rueda y la mariposa Una saga de Dan X Pinkie Pie

Parte 14 Pinkie vs. NARF: Capítulo 120 Dan vs. Miembros del Alto Consejo de NARF

La rueda y la mariposa: una saga de Dan y Pinkie Piepor Justice3442Parte 14 Pinkie vs. NARF: Capítulo 120 Dan vs. Miembros del Alto Consejo de NARF

La rueda y la mariposa
Una saga de Dan y Pinkie Pie
Parte 14 Pinkie contra NARF
Capítulo 120 Dan contra los miembros del Alto Consejo de NARF
 

-ooooooo-

—¡CUIDADO! —gritó Dan mientras abría de par en par las puertas dobles—. LOS EMPLEADOS DE WALLY'S...
 
—BIENVENIDOS A LA SEDE SECRETA DE...
 
Dan se detuvo y lanzó una mirada irritada a Balthazar cuando los dos se dieron cuenta de que estaban hablando uno al mismo tiempo. Balthazar estaba sentado en una silla que estaba subiendo una serie de escalones. Estaba flanqueado a cada lado por dos sillas más ocupadas por los otros dos hombres representados en las imágenes que se alineaban en el pasillo. Las luces desde lo alto se dispararon sobre los tres hombres y el grupo que había entrado por las puertas dobles. El resto del área estaba en sombras, lo que dificultaba, si no imposible, determinar el tamaño de la habitación en la que se encontraban.
 
Balthazar le dirigió a Dan una mirada de sorpresa. —Lo siento, ¿estabas tratando de hacer algo?
 
—¡Lo estaba! —gritó Dan. —¡Estaba tratando  de hacer algo, y lo arruinaste! —dijo mientras apuntaba con un dedo índice acusador a Balthazar.
 
Balthazar levantó un brazo cubierto por una túnica púrpura y se acarició la barba. —Lo siento, nadie ha intentado hacer lo que quiere antes.
 
—¡No lo sientas! —graznó Melchior, con el rostro oculto por su capa—. ¡Este es nuestro  dominio! ¡ Debería  disculparse por pisar tu  línea!
 
—Oh, no sé —intervino Caspar en un tono ligeramente optimista—. Creo que es refrescante que alguien muestre un poco más de iniciativa.
 
Melchior se cruzó de brazos y pareció incluso enfurruñarse un poco. —¡Siempre dices  eso cuando alguien hace algo fuera de lo habitual!
 
—Psshaw ... —dijo Caspar con un gesto despectivo de su mano—. ¿Y qué? ¡ Siempre te  molesta si alguien hace algo fuera de lo común! Frunció el ceño. —Si fuera por ti, harías que todos entraran de uno en uno y lucharías a muerte para unirse.
 
—¿Y qué hay de malo en una lucha a muerte? —exigió Melchior.
 
—Bueno, están un poco gastados —respondió Caspar.
 
Balthazar intervino. —También es malo para las cifras de inscripción.
 
—Melchior levantó el brazo cubierto por la túnica y señaló con una mano marchita a Caspar—. ¡Si fuera por ti, la membresía se basaría en cuál era el color favorito de todos!
 
Caspar entrecerró los ojos ligeramente. —¡Oh, ahora solo estás tratando de ser hiriente por el mero hecho de ser hiriente! ¡No todos los días  serían el día del color favorito!
 
—Balthazar se rascó la barba mientras miraba hacia el techo alto—. Sabes, no estoy seguro de que me importe saber cuáles son algunos de los colores favoritos de los miembros potenciales, de todos modos...
 
—Melchior dejó escapar un gruñido bajo y grave—. Entonces estás de su lado. Hay una sorpresa...
 
—Balthazar levantó las manos a la defensiva—. No estoy tomando partido, pero me gusta mantener las pruebas interesantes.
 
Caspar le hizo un gesto a Balthazar. "¡Mira! ¡Un poco de variedad es todo lo que pido!"
 
Chris frunció el ceño ligeramente mientras se acercaba a Ninja Dave. "¿ Estos  son los líderes locales de la NARF?"
 
Dave levantó una ceja. "¿Preferirías que  se enojaran con Dan y echaran a todos?"
 
" Uh , justo..." respondió Chris.
 
Dan frunció el ceño a los tres hombres que se peleaban. "¡¿Terminaron ustedes tres?! ¡Mi novia se está quedando lentamente sin galletas!"
 
" Daaaan ~" comienza Pinkie en un tono maternal, "deja que el triunvirato secreto de una oscura organización de trabajadores de servicios de alimentos resuelva las cosas por su cuenta. Omn ..."
 
Balthazar levantó una mano. "Ahora espera un minuto", miró a Pinkie con lo que parecía ser su ojo bueno. "¿Eres hiperglucémica, niña?"
 
Pinkie negó con la cabeza. "¡No!"
 
Melchior levantó lentamente las manos y señaló a Pinkie. "Reconozco a esta chica. Ella ha sido marcada para morir por la organización por renunciar a un duelo.
 
Dan miró enojado a Melchior y abrió la boca para hablar, pero Ninja Dave rápidamente dio un paso adelante. "Sí, eso es verdad..."
 
"¡¿QUÉ?!" gritó Dan. "¡ Traidor!"
 
Dave se volvió hacia Dan. "Cállate, ¿de acuerdo?! Por eso estamos aquí".
 
" Ah,  el último  del clan Koshugi..." dijo Melchior. "No me digas que fuiste lo suficientemente tonto  como para traer a todas estas personas aquí solo para rogar por la vida de esta chica".
 
Ninja Dave negó con la cabeza. "No señor, la mayoría está aquí para solicitar la membresía, incluida  Pinkie".
 
"¿ La mayoría? " respondió Melchior.
 
Dave frunció el ceño. "Yo uh...  traje a mi novia sin pensar..."
 
Becky se volvió hacia Dave. "¡¿Qué?! ¡Deberías haber dicho algo! ¡No quería meterte en problemas!"
 
Elise levantó la mano. "Además, acabo de casarme con uno de los trabajadores".
 
Dave se encogió. —No ayudas  ... —le dijo a Elise—.
 
¡Oye! ¡Solo pensé que si tenías que confesar lo de Becky, era mejor que fuéramos honestos!
 
Balthazar asintió. —Aprecio el té honesto... —sonrió mientras sacaba lentamente una taza humeante—. ¿ Té ? —dijo con una sonrisa antes de comenzar a reír y resoplar.
 
Dan gimió cuando Pinkie comenzó a reír. Algunos otros en el grupo también se rieron entre dientes y otros simplemente miraron hacia arriba confundidos.
 
Melchior dejó escapar un profundo suspiro cuando Caspar se rió y extendió un puño hacia Balthazar, quien lo golpeó levemente.
 
Melchior se volvió hacia Ninja Dave. —Entonces, consideraste aceptable violar lo sagrado . —El secreto de la fundación —dijo entrecortadamente, entre siseando.
 
El rostro de Dave palideció levemente mientras tragaba.
 
Pinkie levantó las manos—. Erm ... En defensa de Ninja Dave, Helen fue quien me habló de algún tipo de código de restaurante en primer lugar. Omn ...
 
Melchior no dijo nada y se reclinó en su silla.
 
Balthazar se encogió de hombros. —Bueno, no es un secreto muy sagrado.
 
Caspar sonrió y habló: —Sigo pensando que deberíamos distribuir volantes y hacer un gran carnaval para atraer nuevos miembros.
 
Melchior gimió. —Claro ,  porque así es como deberíamos dirigir nuestra organización secreta, anunciándolo a todo el mundo.
 
Caspar sonrió. —¿No has oído hablar de esconderse a plena vista?
 
—¡En serio! —gritó Dan—. ¿¡Ustedes tres van a discutir todo el día!?
 
—¡DAN! —gritó Ninja Dave.
 
—¿¡Qué!? —dijo Dan en tono de protesta. —Si Pinkie se queda sin galletas mientras estamos aquí , de repente tendremos que luchar para salir...
 
—Aaaahhh ... —pronunció Melchior—. Así que buscaste prolongar  la última comida de la joven lo suficiente para que pudiera completar las pruebas. Dave hizo una mueca mientras se giraba hacia Melchior. —Uh ... Bueno, quiero decir... la decisión allí parecía algo vaga, así que... —Caspar se volvió hacia Melchior y puso los ojos en blanco—. Y, por supuesto,  estás disgustado con esto y deseas ver a la niña y a nuestro socio ninja aquí asesinados por su insolencia. Pinkie y Ninja Dave miraron nerviosamente a Melchior. Dan y Elise se tensaron. Melchior se rió entre dientes. —Por el contrario, disfruto ver tanta inteligencia de nuestras filas... Dave y Pinkie suspiraron de alivio. La expresión de Caspar se volvió neutral mientras parpadeaba un par de veces. —Oh, bueno, me sorprende. —Se tocó la barbilla con un dedo índice mientras miraba hacia arriba. —Hmmm ... Me pregunto si la sorpresa es un color real... —dijo Pinkie sin aliento—. ¡A mí también me gusta imaginar colores! —Caspar sonrió—. ¿ De verdad? Qué intrigante, sería una pena si tuviéramos que matarte. —Pinkie infló su labio inferior y gimió levemente. Balthazar señaló con el dedo índice a Dave—. Bueno, entonces, si eso está  resuelto, solo tengo una pregunta para ti. —Uh ,  ¿sí señor? —dijo Dave—. ¿Trajiste suficientes galletas para nosotros? —preguntó Balthazar con una sonrisa. —Uh... ¡por supuesto, señor! —respondió Dave. Dan frunció el ceño—. ¡Oye! ¡Esas son las galletas de Pinkie! ¡Las necesita para vivir! —¡Dan! —gritó Pinkie—. ¡Me gusta  compartir! Elise arqueó una ceja—. ¿Incluso si compartir aumenta las posibilidades de que te maten?